CULTURA
Fue creada por Matar a un Panda, colectivo transdisciplinar integrado por Carla Redlich y Jean Didier. En ella se cita la experiencia colectiva de los más de 1200 detenidos que pasaron por el lugar entre 1973 y 1975.
La semana recién pasada se dieron a conocer los resultados del prestigioso Prix Ars Electronica, la competencia más antigua de artes mediales en el mundo, que ha cumplido un rol central como vitrina de una comunidad internacional de artistas vinculados a las nuevas tecnologías.
En la edición de este año se presentaron 2950 postulaciones provenientes de 95 países y el jurado ha galardonado a la obra chilena No Se Van Los Que Se Aman, con una Mención Honrosa en la categoría Nuevo Arte de Animación.
La obra, originalmente concebida para la conmemoración de los 50 años del golpe militar en Chile, fue creada por Matar a un Panda, colectivo transdisciplinar integrado por Carla Redlich y Jean Didier. En ella se cita la experiencia colectiva de los más de 1200 detenidos que pasaron por el campo de concentración y ex-salitrera Chacabuco entre 1973 y 1975, los primeros años de la dictadura.
En cuanto a la Mención Honrosa, los artistas afirman que “un reconocimiento de este tipo es, sin duda, un reconocimiento a la particular historia de Chacabuco en esos años. Se trataba de prisioneros políticos que casi en su totalidad eran ajenos al paisaje de la Pampa y que llegaron a enfrentarse y resistir no sólo las condiciones de vida en una prisión militar sino las que el mismo desierto impone”.
Al respecto, Jean Didier, diseñador multimedia de la obra comenta: “ir a Chacabuco es toparse en el camino con pueblos en ruinas, vacíos de gente”.
“La historia de Chacabuco superpone la vida de los detenidos con la de los trabajadores en las salitreras, una vida deshumanizante y sin libertad, pero que insiste en mantenerse de pie. Esa insistencia es una fuerza que puja constantemente contra la fuerza de una borradura muy evidente al caminar por Chacabuco, por el desierto, y con un alcance planetario si se piensa en la crisis ecológica actual. Uno de los sobrevivientes nos dijo que nunca olvidáramos que Chacabuco es una ciudad y que ese detalle hizo posible que, contra todo pronóstico, también lograran sentirse residentes y construir una red comunitaria que perdura hasta hoy. En el fondo, lo que hace esta obra es levantar en escena vidas que buscan modos de no desaparecer, vidas que se encuentran en un vilo tan fantasmal como el lugar que habitan”.
En palabras del jurado, “por medio de coreografías y cuerpos pre-grabados que se proyectan y combinan con registros de la arquitectura del pueblo abandonado en su estado actual, No Se Van Los Que Se Aman emplea exitosamente los medios mínimos para reflexionar sobre la brutalidad de la opresión política en la era de Pinochet y su resonancia en la siguiente generación”.
A partir de la panorámica que brinda la selección de artistas respecto a las tendencias en esta disciplina, Ars Electronica tiene como misión “ofrecer una visión inspiradora, actual y orientada al futuro sobre la intersección entre el arte, la tecnología y la sociedad”, según indican en su sitio web.
Cada año desde 1987, Ars Electronica se celebra en la ciudad de Linz, Austria, y durante una semana se realizan exhibiciones, conferencias, foros y recorridos en distintos puntos de la ciudad a modo de festival, que se celebrará entre el 4 y el 8 de septiembre. Si bien Chile tiene un convenio de colaboración y exhibición con el festival hace siete años, No Se Van Los Que Se Aman fue el único proyecto latinoamericano seleccionado en la categoría de Nuevo Arte de Animación, al margen de dicho convenio.
“A simple vista, no parece algo de extrañar que esta región del planeta esté sub-representada en el marco de la competencia”, dice Carla Redlich, directora de la obra.
“Es evidente que existe una brecha importante en términos de acceso y uso de las llamadas ‘nuevas tecnologías’, tanto entre países del Sur y los del Norte Global, como dentro de nuestros mismos países. El punto es cómo nos hacemos cargo de ese abismo y ponemos en valor lo que sí tenemos a la mano, tanto en términos materiales y técnicos como históricos. Me parece que el punto que el festival quiere hacer sobre la sociedad es clave en esto, y en la medida que sepamos responder al desafío de ir encontrando nuestros lugares de enunciación en el encuentro con la tecnología o, por qué no, en el desencuentro con ella, quiero pensar que la presencia del Sur Global debiera ganar más peso en este festival más allá de los convenios que puedan establecerse bilateralmente”.
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+ info sobre el Festival Ars Electronica y el colectivo Matar a un Panda:
Sitio web del galardón: https://calls.ars.electronica.art/2024/prix/winners/14129/
Sitio web del colectivo: www.maup.cl
Instagram del colectivo: @mataraunpanda_escenico
