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El hueso de un brazo arroja luz sobre el origen del Homo floresiensis, el hobbit de Flores CULTURA|CIENCIA

El hueso de un brazo arroja luz sobre el origen del Homo floresiensis, el hobbit de Flores

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Hallazgos publicados en la revista Nature Communications constatan que hace 700 mil años Indonesia estuvo habitada por homínidos incluso más pequeños.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
El descubrimiento de un hueso del brazo en Liang Bua, Indonesia, proporciona nuevas pistas sobre el origen del Homo floresiensis, conocido como el “hobbit de Flores”. Este fósil sugiere que la especie podría haber evolucionado de una línea de homínidos más antigua que los humanos modernos, posiblemente remontándose a Homo erectus o incluso antes. El estudio destaca las diferencias morfológicas entre H. floresiensis y otras especies de homínidos, lo que apoya la idea de un origen independiente y un largo proceso evolutivo en aislamiento.
Desarrollado por El Mostrador

El análisis de unos fósiles extremadamente raros –entre ellos, un hueso de brazo adulto asombrosamente pequeño– en el yacimiento de Mata Menge, en la isla de Flores (Indonesia), ha arrojado luz sobre el enigmático origen del Homo floresiensis o «hobbit» de Flores.

Estos hallazgos, publicados este martes en la revista Nature Communications, constatan que hace 700 mil años esta parte del mundo estuvo habitada por homínidos incluso más pequeños que el Homo floresiensis, cuyos restos fueron hallados por primera vez en 2003 en la cueva de Liang Bua, por un equipo codirigido por el arqueólogo australiano-neozelandés Mike Morwood (1950-2013).

Aquellos restos demostraron que los  floresiensis, diminutos y de cerebro pequeño, habitaron Liang Bua hace tan solo 50 mil años, una época en la que el Homo sapiens ya estaba establecido en Australia, un poco más al sur.

Desde su hallazgo, hace poco más de veinte años, se ha debatido mucho sobre el origen de los misteriosos humanos de Flores. La primera hipótesis fue que el Homo floresiensis era un descendiente enano del primer Homo erectus asiático.

Otra teoría es que fueron un vestigio tardío de un homínido africano más antiguo, anterior al Homo erectus y de baja estatura, en cuyo caso los posibles candidatos serían el Homo habilis o el Australopithecus afarensis (la especie de la famosa «Lucy»).

Dos yacimientos indonesios

Aparte de Liang Bua, sólo se han encontrado fósiles de homínidos en Mata Menge, en la cuenca de So’a, donde se han hallado varios fósiles de homínidos (un fragmento de mandíbula y seis dientes) de hace unos 700.000 años.

Los fósiles de Mata Menge son anteriores en 650.000 años a los de Liang Bua, y pertenecen al menos a tres individuos con mandíbulas y dientes incluso ligeramente más pequeños que los de H. floresiensis.

Pero como no se habían encontrado elementos postcraneales (huesos de debajo de la cabeza) en el registro fósil de este yacimiento, no se podía confirmar que estos homínidos de la cuenca de So’a fueran ligeramente más pequeños que Homo floresiensis.

Tampoco estaba claro a qué especie pertenecían los fósiles de Mata Menge, debido a la falta de más especímenes diagnósticos.

El nuevo estudio, dirigido por Yousuke Kaifu, de la Universidad de Tokio, Iwan Kurniawan, del Centro de Estudios Geológicos de Indonesia, y Gerrit van den Bergh, de la Universidad de Wollongong (Australia), presenta la pieza del puzzle que faltaba: un elemento postcraneal, el hueso de un húmero adulto (la mitad inferior del brazo) de hace unos 700.000 años.

Con técnicas de microscopía digital, el equipo descubrió que el pequeño húmero procede de un individuo adulto que midió unos 100 cm, es decir, unos 6 cm menos que la altura estimada del esqueleto de Homo floresiensis de Liang Bua, de 60.000 años de antigüedad y unos 106 cm de estatura (según la longitud del fémur).

“Este húmero adulto de 700.000 años de antigüedad no sólo es más corto que el de Homo floresiensis, sino que es el hueso de la parte superior del brazo más pequeño conocido en el registro fósil de homínidos de todo el mundo”, subraya Adam Brumm, del Centro Australiano de Investigación sobre la Evolución Humana de la Universidad de Griffith y coautor del artículo.

“Este rarísimo espécimen confirma nuestra hipótesis de que los antepasados de Homo floresiensis tenían un tamaño corporal extremadamente pequeño; sin embargo, ahora resulta evidente, por las diminutas proporciones de este hueso de extremidad, que los primeros progenitores del ‘Hobbit’ eran aún más pequeños de lo que habíamos pensado”, añade.

Además, el estudio presenta el hallazgo de dos dientes de homínidos, y uno de ellos presenta características de forma que concuerdan en gran medida con el Homo erectus primitivo de Java.

Los restos humanos de Mata Menge, que ahora suman 10 especímenes fósiles, son de al menos cuatro individuos (entre ellos dos niños) muy similares anatómicamente al Homo floresiensis de Liang Bua y pueden considerarse una variante más antigua de este homínido. Pero, aunque es un antepasado directo del “Hobbit”, esta forma anterior tenía una dentición menos especializada (dientes más primitivos) que su descendiente de Liang Bua.

“La historia evolutiva de los homínidos de Flores sigue siendo en gran parte desconocida”, reconoce Brumm pero “los nuevos fósiles sugieren claramente que la historia del ‘Hobbit’ comenzó cuando un grupo de los primeros homínidos asiáticos conocidos como Homo erectus quedó aislado en esta remota isla indonesia, hace quizá un millón de años, y sufrió una drástica reducción del tamaño corporal con el paso del tiempo”, concluye.

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