Sylvia Aguilar Zéleny lanza su obra “Señorita Ansiedad” este viernes en Santiago. Estarán a cargo de presentar el libros la escritora Romina Reyes y Gabriela Contreras.
La escritora y docente de la U. de Texas, Sylvia Aguilar Zéleny, viene por primera vez a Chile a presentar su más reciente publicación. Se trata de “Señorita Ansiedad”, libro que recoge la larga trayectoria de descubrimiento de este estado para una joven personaje que, en un diario de notas relata lo que siente, en contrapunto a su entorno que, buscando saber lo mismo, no procura necesariamente su bienestar.
Mezclando distintos registros como el diario de vida, narrativa y unas notas de arte, el breve volumen entrega un rico y sincero abordaje de la salud mental, que de la mano de la búsqueda de respuestas, recorre otras dimensiones que generan más cuestionamientos biográficos a la personaje. La muerte del padre y el encuentro con un amor sellan la historia que inicia con la posibilidad de la escritura.
En esta entrevista, la autora del El libro de Aisha (Penguin Random House), entre otros volúmenes, revisa los orígenes de este libro y sus razones para publicarlo en Chile en una editorial independiente.
“Señorita Ansiedad” se lanza este viernes 27 de septiembre a las 18.30 hrs. en Librería Proyección, ubicada en San Francisco 51, Santiago. Estarán a cargo de presentar el libros la escritora Romina Reyes y Gabriela Contreras.
– ¿En qué punto de tu trayectoria se inscribe este breve libro?
– Es curioso, creo que se inscribe en dos. Una primera versión, bastante distinta a esta, es de 2014, justo en un periodo de terrible insomnio y absoluta ansiedad. Me gusta pensar que al escribirlo estaba buscando una guarida. Esta segunda versión se acomoda después de que he aprendido más de escritura, de vida, de ansiedad; es decir cuando le he perdido el miedo a tocar fibras tan personales y a explorar formas discursivas.
– ¿Cuán biográfico/autoficción es “Señorita ansiedad”? ¿En qué género lo situarías?
– Hay mucho del listado que es totalmente mío, pasado claro por el filtro del lenguaje y la imagen. Pero creo que incluso lo no autoficcional es más mío en tanto que es mi manera de encontrar en la ficción una forma de restaurar lo propio, en este caso, la ansiedad. Te diría que una parte de mí la ve como novela corta. Otra parte lo va a llamar libro, así, a secas.
– El libro acompaña a la personaje en esta búsqueda por saber qué siente, cómo se define. A pesar de que la salud mental es un tema más socialmente abordado, hay quienes aun ven obstáculos para conocer lo que viven. ¿Qué dificultades persisten?
– Solo puedo hablar de mí para responder. Diría que la primer dificultad es el yo. Creo que normalicé muchísimo lo que sentía, incluso con ese insomnio persistente no pensaba que algo estuviera mal porque, claro, lo mío era un mal menor en comparación con… Mi incapacidad o resistencia a verlo como un problema de salud al cual le extendí la vida.
– ¿Cuán útil puede ser este libro para las y los lectores?
– Qué maravilla que un libro pudiera ser verdaderamente útil, ¿verdad? Es lo que quiero, pero puede que no sea así. Igual, no me da pena (vergüenza) admitir que me gustaría que fuera útil tanto para quienes viven o han vivido con ansiedad como para quienes no. Me gustaría que esto despertara empatía por el yo o por les otres y que, además, se sensibilizaran ante la posibilidad de que cualquier tipo de situación fuera de nuestro control tiene manera en volverse una oportunidad creativa.
– ¿Cuál es tu relación con el campo editorial local?
– Esta es la primera vez que voy a Chile, pero es un país que he leído por años y en el que me emociona mucho caminar. Chile me ha ofrecido por años autores y editoriales independientes con proyectos que apuestan a la exploración de lenguaje y forma, de modos de producción incluso. Pienso en Los Libros del Cardo, Alquimia, Montacerdos, Neón, Banda Propia, y claro FEA; libros que he pescado casi accidentalmente en ferias de libro universitarias o en librerías independientes de México, Colombia, España y que han sido esenciales en mi formación como escritora y, claro, como lectora. Voy con maleta grande y medio vacía porque planeo traerme un universo literario chileno.
– Publicas tu libro en una editorial independiente acá en Chile. ¿Por qué decidiste este camino?
– No me canso de decir que las editoriales independientes en Latinoamérica están apostando por autorxs y libros que rompen pelotas en todo sentido. Voces diversas, experimentos poéticos, narrativos o híbridos interesantísimos. Pero este libro no estaba pensado para una editorial independiente, estaba pensado para FEA porque su apuesta es también la mía, feminismo cuir y diverso, autogestión, cuidados. Gabriela Contreras a través de los libros y plaquettes que publica y los talleres que da nos recuerda lo importante que es trabajar para y en comunidad.
– Publicarás también “Les chiques”, una obra compilatoria pionera. ¿Qué posibilidades le ves en el escenario latinoamericano?
– Lo admito, estoy igual o más emocionada con Les Chiques, un proyecto que no hubiera sido posible si Gabriela Contreras no me hubiera dicho: lo hacemos porque lo necesitamos. Y es que en tiempos de feminicidios, lesbofobia, homofobia y transfobia es necesario cuidar a generaciones de niñes (sic) y adolescentes queer. También de acercarnos a lectores más veteranos que pueden dejarse acompañar para comenzar a sanar el pasado. Creo que las voces que hemos invitado al libro y las experiencias que ahí se narran van a continuar conversaciones necesarias sobre sexodiversidad. La verdad nos veo presentando el libro, veo a sus autores presentándolo en sus países y nos veo a todes organizando talleres o grupos de lectura con chiques que quieren saber que no están a solas en sus proceso.
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