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Chile, un país basado en el “derramamiento de sangre”: comienza ciclo dedicado a Carlos Droguett CULTURA

Chile, un país basado en el “derramamiento de sangre”: comienza ciclo dedicado a Carlos Droguett

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Marco Fajardo Caballero
Por : Marco Fajardo Caballero Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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Será en la U. de Chile y tendrá múltiples eventos. Su obra está atravesada por la violencia ocurrida en el país y habla “de la intolerancia de ciertas castas dirigentes de ceder a los requerimientos de aquellos que no pertenecen a esa casta”, explica el poeta Pedro Vicuña, uno de los organizadores.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
Un ciclo dedicado al escritor chileno Carlos Droguett ha comenzado, reconociendo su relevancia en la literatura nacional y destacando su futura proyección a nivel mundial. El evento incluye charlas y actividades que abordan su obra y su visión crítica de la sociedad chilena, marcada por la violencia y la injusticia. Droguett, conocido por su estilo único y su compromiso político, es considerado una figura clave en la narrativa chilena, y este homenaje busca reivindicar su legado y su influencia literaria.
Desarrollado por El Mostrador

Desde este lunes, y hasta jueves 3 de octubre, tendrá lugar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile el sexto ciclo “Cultura en Derecho”,  consagrado en esta ocasión a Carlos Droguett.

El evento contará con diversas actividades, como mesas de conversación, lecturas dramatizadas, música, cine y feria de editoriales con obras del autor, en que participarán estudiosos y artistas tanto nacionales como extranjeros.

Droguett estudió Derecho en la Casa de Bello. Lo marcó profundamente la Matanza del Seguro Obrero (1938), sobre la que escribió la novela 60 muertos en la escalera (1953). La entidad se ubicaba al frente de La Moneda, donde actualmente se ubica el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, y ocurrió en el marco de un fallido golpe nazi contra el gobierno del Presidente Arturo Alessandri, y cuya represión fue a manos de Carabineros de Chile.

El reconocimiento internacional le llegó con la publicación en España de Eloy (1960). Posteriormente publicó libros cruciales de la literatura chilena del siglo XX, como Patas de perro (1965) o Todas esas muertes (1971). En 1976 se radicó en Suiza por causa de la dictadura militar y no volvió a Chile.

“Carlos Droguett fue uno de los grandes renovadores de la novela chilena del siglo XX, aunque su estilo fue considerado difícil por sus primeros lectores. Retrató una corriente de violencia que recorre la historia del país desde la conquista de América -en varias novelas de personajes históricos- hasta los bandoleros rurales y el exilio, así como la Matanza del Seguro Obrero, algunas de cuyas víctimas él conoció pues fueron compañeros suyos como estudiante de Derecho en nuestra Facultad en los años 30”, señaló el decano Pablo Ruiz-Tagle.

“Este ciclo de Cultura en Derecho dedicado a Carlos Droguett es el sexto de una actividad anual que en versiones previas ha considerado a escritores fundamentales, chilenos y extranjeros, que han tenido algún vínculo con la Universidad de Chile, como Albert Camus, José Domingo Gómez Rojas, Gabriela Mistral, Armando Uribe y Jorge Edwards. Es un gran orgullo para la Facultad de Derecho poder realizar estos ciclos, bajo la convicción de que el Derecho es una parte integrante de la cultura en todas sus formas”, añadió.

El evento se celebra además cuando el autor Álvaro Bisama acaba de ganar el Premio Municipal de Literatura de Santiago por su obra “La rabia y el augurio. Ensayo bibliográfico sobre Carlos Droguett” (Ediciones UDP).

Según el jurado, “es una original y documentada biografía del escritor chileno. Original, porque a través del análisis de la obra de Droguett y su relación con sucesos históricos, va hilvanando la trayectoria vital del escritor con la historia nacional. Documentada, porque la narración da cuenta de una profunda investigación que consideró no solo los libros publicados del autor, sino también sus obras inéditas, su correspondencia, sus artículos periodísticos y entrevistas. La escritura de Bisama transmite una profunda admiración por Droguett y también la convicción de que a través de la literatura podemos entender nuestra historia e identidad nacional”.

Conexión especial

Andrés Vergara, esposo de Rebeca Droguett, hija del autor, es uno de los representantes de la familia en el evento.

“Nuestra querida amiga Natalia Roa, junto con su marido Pedro Vicuña, grandes lectores droguettianos, quienes ya han organizado otros ciclos culturales en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, nos propusieron que este año fuera Carlos Droguett el homenajeado especial. Esto nos pareció extraordinario, considerando que Carlos Droguett estudió cinco años en esa facultad, por lo que existe una conexión especial”, explicó a El Mostrador.

“Creo que por fin luego de muchos años, se le está dando el reconocimiento que mereció un escritor tan notable como Carlos Droguett, dueño de un coraje, coherencia, y vanguardismo que creo nadie tuvo en su época. Este homenaje, en conjunto con el coloquio que acaba de acontecer en España, creemos que será el comienzo del realce que tanto merece su figura”, afirmó Vergara.

Rescate de la memoria

Para el escritor Pedro Vicuña, la importancia de rescatar a figura de Droguet se vincula con el tema de la memoria.

“Hemos olvidado absolutamente y hemos olvidado de manera casi oficial lo que fue el país antes del golpe de Estado. Es decir, la república, la república democrática que fue antes del golpe de Estado, una intelectualidad fuerte, potente, un universo pensante, un universo profesional de gran calidad, con grandes pensadores, con grandes profesores, grandes maestros, con grandes científicos además”, dijo.

Vicuña describe a Droguett como “un escritor que pone el dedo en la llaga, en el sentido de que habla fundamentalmente de lo que es y lo que fue la historia del país”.

“A mí me llama mucho la atención un texto, que ya no recuerdo dónde lo leí, de Droguett, en que habla precisamente de Chile como la historia del derramamiento de la sangre. Un derramamiento de la sangre que viene desde los inicios, desde la conquista, desde la instauración, si es que podamos llamarla así, de la república, la Independencia, el asesinato de los hermanos Carrera, el asesinato de Manuel Rodríguez. Toda la historia de nuestro país ha sido una historia de sangre derramada. Y sobre esa historia de sangre derramada es que se ha construido el país”.

En ese sentido, cree que Droguett “nos pone enfrente del temor nacional a lo distinto. De la incapacidad y de la intolerancia, digamos, de ciertas castas dirigentes en el fondo de ceder, conceder o atender a los requerimientos o a las peticiones de aquellos que no pertenecen necesariamente a esa casta. Y eso ha sido una historia constante, durante los tiempos de la república”.

Y si bien se han levantado voces muy importantes en defensa de la libertad y en defensa de los derechos, y de todos los ciudadanos, “eso ha sido acallado y esa voz, de alguna manera, esa situación, nos la vuelve a recordar Carlos Droguet. Y creo que es necesario, absolutamente necesario, tenerlo presente. Tenerlo presente, sobre todo, frente a lo que estamos viviendo como país y a lo que estamos viviendo como sociedad”.

Vicuña apunta a “una sociedad descarnada, una sociedad que no mira al prójimo, que no empatiza con el prójimo, que no es capaz de escuchar, que no es capaz de dialogar y cuya primera reacción, en el fondo, es la violencia, el sometimiento por la fuerza, el sometimiento por el derramamiento de sangre”.

Vínculo con U. de Chile

Por su parte, Vergara detalló que la vinculación de Droguett con la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile se da en dos importantes ámbitos.

“El primero es que, como dije en la pregunta anterior, él estudió derecho, aunque no se tituló, pero eso le sirvió sin duda cuando se dedicó a colaborar con el comité Pro Paz escribiendo habeas corpus. Cabe destacar que Carlos Droguett incluso tuvo inscrita su tesis y le dedicó mucho tiempo a eso cuando acontece la matanza del Seguro Obrero”, afirmó.

“Lo segundo, es que, durante la matanza del Seguro Obrero, de la que escribió un libro de crónica, financiado por él mismo, se mataron a varios compañeros de estudio, lo que marcó sin duda su decisión por dedicarse a la literatura. Él vio la matanza del Seguro Obrero desde el lugar del suceso mismo, lo que marcó definitivamente su decisión por dedicarse a la literatura”.

Carrera literaria

Vergara además comenta que su carrera literaria no fue fácil, y que su primer libro publicado fue incluso financiado por él mismo.

“Además, siempre tuvo muchos detractores que trataron de bajarle el perfil a su obra. El se caracterizó por ser un vanguardista para su época, un hombre con un coraje muy grande para atreverse a escribir cosas que a otros les temblaba la mano. Los principales temas de su obra fueron la sangre del pueblo chileno, y el dar visibilidad a los oprimidos y marginados por una sociedad dura, cruel y dominada por los poderosos”, acota.

Uno de los hijos del autor, Marcelo Droguett, señala entre sus amigos al autor Antonio Avaria y el trovador Patricio Manns.

“Luego sería Camilo José Cela (premio Nobel en 1989), a quien conoció en 1960, y que durante el exilio lo apoyó mucho en publicaciones. Por otro lado, hay una persona que fue fundamental, y es Alain Siccard, profesor director del Instituto de literatura latinoamericana de la universidad de Poitiers”, agrega.

Dentro de las obras chilenas que admiraba, agrega, estaban la de Pablo de Rokha, Manuel Rojas, Vicente Huidobro, Gabriela Mistral (especialmente su prosa), Alberto Romero, Luis Durand, Antonio Acevedo Hernandez, Nicomedes Guzman y Alfonso Alcalde. De esta lista sólo hay dos escritores que ganaron el Premio Nacional de Literatura, y en el caso de Gabriela Mistral, lo ganó sólo seis años después de ganar el Premio Nobel. “Esta lista incompleta la transcribo de una carta de mi padre sobre los premios literarios”.

Droguett hijo además cree importante mencionar a Manuel Rojas.

“Cuando aún no se conocían, dijo de ‘Patas de perro’ que era la mejor novela chilena y que desde ahí se generó una generosa admiración recíproca entre dos enormes figuras que se caracterizaron por no buscar el poder ni la figuración”.

Perfil político

Al ser consultado sobre el perfil político de Droguett, su hijo admite que no es fácil definirlo, y que quizá la definición sea “anárquico droguettiano”.

“Para él, era muy difícil formar parte de de un partido político en el cual seguramente no estaría de acuerdo con todo. De hecho, en el período de la Unidad Popular, fue contactado por un partido que le propuso de agregado cultural en una embajada, pero tenía que adherir a ese partido. Por supuesto, fue un rechazo rotundo de mi padre”.

“Estando en el exilio en Suiza, adhirió al partido comunista francés, sobre todo por amistad con amigos comunistas franceses”.

Marcelo Droguett además recuerda que el triunfo de la Unidad Popular fue una fiesta para toda la familia Droguett, y que su padre fue vicepresidente de la asociación chileno-cubana de cultura, cuyo presidente honorario era el propio Salvador Allende.

“Manifestó siempre su apoyo a Allende y también su admiración”.

En “Según pasan los años, Allende compañero Allende”, su padre además cuenta los tres días que pasó, desde el 11 de septiembre de 1973, en el departamento de un amigo en calle Monjitas al llegar a Plaza de Armas, donde también hace un análisis de la situación y de la realidad en el estilo literario de Droguett. Luego, trabajó voluntariamente en el Comité Pro Paz, escribiendo habeas corpus por los desaparecidos.

“Al mismo tiempo, hacía parte de los intelectuales en contacto con el MIR, como fue denunciado por un importante intelectual de la UC, el que denunció también a Ignacio Ossa, que era la persona que acompañaba a mi padre por órdenes del MIR. Todo esto ocurrió en octubre de 1975, pero mi padre había salido del país en septiembre de 1975, por recomendación del MIR. Ignacio Ossa fue detenido y torturado en Villa Grimaldi y su cadáver rescatado sólo en diciembre de 1975”, recuerda.

Allanamiento

En el marco de la represión, además, fue allanada la casa del autor.

“A raíz de la denuncia, la DINA -probablemente- fue al domicilio de mis padres en octubre de 1975, pero afortunadamente ellos habían viajado a Suiza en septiembre de 1975”.

“Todo lo que había en la casa fue robado. Manuscritos, correspondencia, libros únicos, -por ejemplo, libros dedicados por Pablo de Rokha-, textos de mi madre -quien también escribía-, además de las bibliotecas personales de nosotros, o sea, mis padres, mi hermano y mía”.

Añade que “hace mucho tiempo descubrimos que un material importante se encontraba en la Biblioteca Nacional, a la cual hemos contactado demandando la restitución a la familia de ese material. En la semana de Carlos Droguett en la Universidad de Chile, daremos más detalles”.

El escritor Droguett llegó a Suiza porque la esposa de uno de sus hijos (también militante de la UP) era suiza y ya también estaban en Suiza.

“Carlos Droguett prometió nunca volver a Chile mientras ‘los gorilas’ estuvieran en el poder. Por lo demás, basta ver como su obra fue ignorada en Chile durante la dictadura, mientras que traducciones importantes se hacían en Europa, y en Chile era atacado violentamente por algunas de sus publicaciones -‘Sobre la ausencia’, por ejemplo-“.

Sus cenizas volvieron a Chile, junto con las de su esposa, el año 1998, cuando el dictador Augusto Pinochet  estaba detenido en Inglaterra.

Legado

Al ser consultado sobre el legado de Carlos Droguett, Vergara señala que se trata de uno “grande”, “y en varios ámbitos”.

“Primero un gran legado literario con obras que son extraordinarias como Eloy, Patas de perro, El compadre, Matar a los viejos, entre otras. Segundo, el legado literario aún está por seguir descubriéndose. Carlos Droguett escribió casi hasta el último día de su vida. Existen muchos inéditos por publicarse entre libros, crónicas, artículos, etc”, subraya.

“Tercero, el estilo literario Droguett es inconfundible, con una prosa generosa, admirable y abundante, que es muy difícil de repetir. Cuarto, su coraje, coherencia y vanguardismo, que cautivan e hicieron de Droguett quizás un incomprendido en el pasado, pero que estoy seguro, será más temprano que tarde un escritor con un reconocimiento de nivel mundial”, concluye.

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