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Actor Gastón Salgado y el estallido: “Los poderes fueron diluyendo todo”

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Marco Fajardo Caballero
Por : Marco Fajardo Caballero Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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En diciembre estrenará su película “Los afectos”, centrada en el conflicto estudiantil que antecedió el 18 de octubre de 2019, y donde interpreta a un estricto inspector cuya hija es asesinada por la policía.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
El actor Gastón Salgado reflexionó sobre el estallido social en Chile, señalando que los poderes fueron diluyendo las demandas y esperanzas que surgieron durante las protestas de 2019. Según Salgado, lo que comenzó como un movimiento cargado de expectativas de cambio se fue desvaneciendo por la falta de respuestas concretas de las autoridades. A pesar de ello, el actor destacó la importancia de seguir luchando por transformaciones sociales y no perder de vista las causas que motivaron el estallido.
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Una película que transcurre en un liceo de Santiago en vísperas del estallido social es la nueva apuesta del actor Gastón Salgado (Santiago, 1985), que se estrenará el próximo 12 de diciembre.

Se trata de “Los afectos”, codirigida por Diego Ayala y Aníbal Jofré (“Volantín cortao”, 2013), y cuenta la historia de Benjamín, un inspector de colegio de 35 años que se enfrenta a una tragedia personal cuando su hija Karina, de 16 años, muere a manos de la policía durante una protesta en las afueras de su liceo.

La cinta cuenta además con la participación del músico Gianluca, que interpreta al mejor amigo a Karina, y que también canta en algunas partes de la cinta, así como la rapera argentina Sara Hebe.

Como es usual, la cinta tiene un recorrido de varios años de producción, hasta que finalmente pudo ser filmada en 2022 en un liceo de la comuna de Independencia, donde transcurren casi todas las escenas, con excepción del parque de la Quinta Normal.

En este caso se trata de un personaje distinto a los que había interpretado antes Salgado, como cuando hizo de narcotraficante en la serie “El reemplazante” o de carabinero en “Juana Brava”.

En esta ocasión, los directores “tenían la intención de darme un rol distinto, no de los de personajes más villanos”, explica Salgado, que en su rol de protagonista se lleva el peso de la película.

Salgado junto al músico y actor Gianluca.

Inspector

Para interiorizarse de su rol de inspector de colegio, Salgado efectivamente visitó una escuela, pero también recordó su propia experiencia escolar en un liceo industrial de la comuna de San Joaquín.

“Obviamente todos hemos tenido un inspector en nuestras vidas que nos ha marcado. Mi personaje es el típico inspector que es el más ‘paco’, cuando fui estudiante también tenía un inspector que le decían ‘El Yegua’, de hecho, porque era era bien pesadito. Creo que uno toma referentes de muchas partes”.

El actor destaca que su personaje tiene varias aristas, “y más allá de una construcción externa, creo que tiene que ver mucho con leer bien la historia, conectarse, también con los otros personajes”.

Salgado se desempeña en su rol con una extrema naturalidad.

“Hay un guión, pero ellos (los directores) también dan mucha libertad a la improvisación, mucha libertad a la creatividad del actor. Me acuerdo que igual hacíamos tomas largas, a ver si pasaba algo. Creo que eso es súper interesante, como estos directores más jóvenes tienen esta metodología de de buscar, de improvisar, de dar espacio al actor, como para poner un poquito de su cosecha”.

Pero en definitiva “había un guión maduro, había una historia súper potente, los textos estaban súper bien escritos, así que no fue necesario que digamos cambiar muchas cosas. Creo que estaba estaba muy fácil de leer y de interpretar por sobre todo”.

La hija y el cantante

Otro aspecto es la conexión que existe entre Salgado y su hija Karina (Catalina Ríos), que está muy lograda a pesar de que el propio actor interpreta a un padre ausente.

“Yo no tengo hijos, pero tengo sobrinos, y de alguna manera siento que de ahí uno va conectando. A la Cata, la actriz, la conocía de antes porque habíamos grabado un corto”, revela.

“La química que había con la Cata también es mérito de ella, creo que eso es lo más importante para mostrar algo verosímil. Lo fuimos construyendo de a poquito y maravilloso. Si eso se siente real, pues esa es la idea”.

En cuanto a Gianluca, “lo conocí cuando grabamos el teaser y él es muy simpático, muy buena onda, y también con muchas ganas de actuar, con muchas ganas de aprender. La actuación se construye en conjunto, entonces fue entretenido también. Gianluca hizo un trabajo súper potente, no era fácil su rol, creo, estaba bien apoyado por la Vanessa, que era la coaching, y con los chiquillos también. Fue un muy bonito desafío”.

Conflicto

La película también resulta interesante para Salgado porque en su propia etapa escolar no existían como tales estos movimientos al interior de los establecimientos.

“Estudié en un liceo industrial, estudié electricidad, era técnico, y no no pasaban en este tipo de cosas. En el fondo a nosotros nos preparaban para la pega, para el trabajo de obrero”, recuerda.

Él los conoció en su época de estudiante de Teatro, pero tampoco participaba mucho, porque estaba muy concentrado en poder terminar sus estudios. En ese sentido se parecía a su personaje del inspector, que prefiere que los estudiantes estén en las aulas que protestando en la calle, un personaje “que estaba concebido así, porque la idea era generar este arco dramático” que muestra su transformación a lo largo de la cinta, a partir de lo que le sucede a su hija.

“A uno lo educaban antes con el discurso de que tienes que trabajar, tienes que levantarte temprano, tienes que afeitarte, andar bien limpio. Y el personaje progresivamente va cambiando, su mentalidad y su visión de la sociedad, y eso creo que es lo interesante también, porque también se va entendiendo por qué él es así, porque su padre lo educó así, de manera muy estricta, casi militar”.

Un reflejo de un Chile del pasado.

“Yo me acuerdo en el colegio de cantar el himno y la formación, y afeitado y la corbatita, muy preocupado de la estética, muy preocupado de la apariencia, de andar limpio, de ser una persona correcta, pero creo que todos esos paradigmas se derrumbaron. Eran de un país que venía de una dictadura, y que no tiene que ver nada no tiene que ver con estos tiempos y con la sensibilidad de hoy día de los jóvenes”.

Estallido social

Finalmente, la película también es una especie de precuela de lo que sucedió luego con el estallido social. ¿Cómo recuerda Salgado el 18 de octubre de 2019?

“Fue heavy. Yo vivo aquí en Seminario con Providencia, al lado de la Plaza Italia, Plaza Dignidad, y justo en ese momento yo estaba preparándome para grabar una serie ‘Inés del alma mía’. Y yo interpretaba a Michimalonco, que fue el toki mapuche que incendió Santiago. Entonces yo me acuerdo de haber estado viendo una película, en mi casa, tranquilo, había hecho mis cosas, y afuera empezó a quedar la embarrada. Salí toda la primera semana. Al principio fue esa efervescencia, de alguna manera todos queríamos que esto pasara. Nosotros, los actores, me acuerdo, conversábamos, soñando, como, ‘oye, y va a haber un momento que llegue la revolución y que quede la embarrada’. Y me acuerdo que quemaron una micro aquí,  cerca de mi casa”, rememora.

Aunque, claro está, luego todo “se volvió insostenible, los gases lacrimógenas, y ahí ya después yo me encerré y no no salí más, porque sentía que me estaba exponiendo. Pero fue muy potente todo como ocurrió, y ser testigo privilegiado y un poco protagonista de lo que estaba pasando al principio”.

¿Y hoy cuál es su evaluación hoy, a cinco años del inicio del estallido?

“Creo que de alguna manera se perdió la búsqueda. También, claro, los poderes creo que fueron como diluyendo todo, y esta chispita de la revolución o del cambio se fue transformando en cualquier cosa. Pero creo que de alguna manera esto tarde o temprano va a volver a pasar,  porque es la gente la que experimenta la desigualdad, la injusticia, y eso de alguna y otra manera genera rabia, genera la intención de cambiar eso,  y yo creo que también de alguna manera a lo mejor va a pasar”.

Para él “los cambios no se han hecho realmente, entonces tarde o temprano, esto va a ocurrir de nuevo. Ojalá que no ocurra de la misma manera. Quizás no con tanta violencia. Yo siempre he pensado que la revolución o que los cambios vienen desde otros lugares, desde el arte, quizás, desde la conciencia, desde educar a los jóvenes. Como que entiendan que los cambios se generan desde otra instancia. Creo que ahora viene todo este movimiento que son otros jóvenes, que tienen otra conciencia, y yo estoy esperanzado en que se provoquen los cambios, pero que los cambios también vengan desde la educación, desde los valores que se le entregan o de los contenidos, y sobre todo que ojalá que no haya injusticia, porque eso es lo que a la gente le molesta”.

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