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Facultad de Derecho U. de Chile realizó homenaje al premio nacional Carlos Droguett CULTURA

Facultad de Derecho U. de Chile realizó homenaje al premio nacional Carlos Droguett

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Marcelo Droguett Lazo, hijo del Premio Nacional de Literatura 1970, Carlos Droguett Alfaro, viajó desde Suiza, donde reside tras su exilio en 1973, para participar en el ciclo “Cultura en Derecho” organizado por la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
La Facultad de Derecho de la Universidad de Chile rindió homenaje al escritor y Premio Nacional de Literatura Carlos Droguett, reconociendo su legado literario y su compromiso con la justicia social. Durante el acto, se destacó su obra, marcada por la crítica a la violencia y la desigualdad, así como su influencia en la literatura chilena. Droguett, conocido por novelas como *Eloy* y *Todas esas muertes*, fue recordado por su profundo sentido ético y su capacidad para retratar las tensiones sociales del país a través de una narrativa comprometida.
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La Facultad de Derecho de la Universidad de Chile realizó un homenaje al escritor Carlos Droguett, en el marco del ciclo “Cultura en Derecho”, organizado por la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, informó la Casa de Bello.

“Carlos Droguett: rompiendo el silencio” fue el nombre de esta sexta versión del ciclo, que en años anteriores estuvieron dedicados a Albert Camus (2019), José Domingo Gómez Rojas (2020), Gabriela Mistral (2021), Armando Uribe (2022) y Jorge Edwards (2023).

Marcelo Droguett Lazo, hijo del Premio Nacional de Literatura 1970, viajó desde Suiza, donde reside tras su exilio en 1973, para participar en el evento. Agradecido y emocionado, Marcelo compartió cómo este homenaje le permitió descubrir aspectos desconocidos de la vida de su padre, tanto a nivel personal como literario.

Marcelo Droguett. Crédito: U. de Chile.

“Me emocionó también escuchar a la profesora Claudia Iriarte, cuando dijo que los documentos que preparaba mi padre en el Comité Pro Paz eran perfectos y que ella incluso los utiliza hoy en sus clases en la Facultad. Eso es algo extraordinario”, cuenta Marcelo, médico de 79 años de edad.

“Desde el punto de vista familiar fue muy emocionante. El hecho de ver que se reconoce el valor humano y literario de mi padre, impresiona, así como la calidad de los participantes en todos los paneles y actividades. Además, es un homenaje que fue antecedido por otro realizado en España en la Universidad Complutense de Madrid”, cuenta.

Reconoce que, a través de los paneles de conversación descubrió nuevas cosas sobre su padre. “Primero, el valor literario que lo ha puesto en las nubes, y me siento muy orgulloso de eso”. Segundo, cuenta Marcelo, su vinculación con el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). “Solo sabía que recibía sus publicaciones en Suiza y que le ayudaron a salir de Chile”.

Tercero, su participación en el Comité Pro Paz. “Cuando mi padre llegó a Suiza nos contó que había trabajado en el Comité Pro Paz. Nada más. Y ahora supe en de voz del abogado Álvaro Varela, que, cuando se fue a presentar al comité, fue mirado con desconfianza”.

En el Comité – contó Varela- se preguntaban para qué necesitaban un escritor, para luego destacar el valor y calidad del trabajo de Carlos Droguett, en la redacción de los escritos de amparo y otros, con el objeto de que los relatos fueran completos y comprensivos del dolor que había tras ellos. “Eso me dejó desconcertado”, cuenta Marcelo, y agrega que su padre “era un hombre muy discreto”.

“Me emocionó también escuchar a la profesora Claudia Iriarte, cuando dijo que los documentos que preparaba mi padre en el Comité Pro Paz eran perfectos y que ella incluso los utiliza hoy en sus clases en la Facultad. Eso es algo extraordinario”, cuenta Marcelo. Su paso por el comité, fue el único momento que su padre trabajó como abogado.

Marcelo ejercía como médico en La Unión para el Golpe Militar. Estuvo detenido dos veces en Isla Teja, en Valdivia, y partió al exilio a Suiza después de su hermano. Le siguieron después Carlos Droguett y su señora, Isabel Lazo. Sobre su madre, contó Marcelo que ella escribía en una revista porteña, con el seudónimo de “Isabel la Católica” y de cuyos escritos no hay registro, a pesar de que los ha buscado. En Europa siguió en la medicina y fue activo políticamente, siendo diputado del cantón, consejero municipal y ocupando el cargo equivalente a alcalde.

Publicaciones

Entre 1973 y 1990, las obras de Carlos Droguett se publicaron en España, Francia, Italia, Polonia, Portugal, Países Bajos y Suiza. Ese tiempo en Europa fue el de las grandes traducciones. Eloy se tradujo al francés, italiano, portugués, alemán y  danés. Y Patas de Perro, al francés, y algunos de sus capítulos al alemán. El enano cocorí fue publicado primero en holandés. El cuento Magallanes, en italiano. En Chile, recién en 1994, se vuelven a publicar sus obras.

En junio de 1996 se creó el Fondo Droguett en la Universidad de Poitiers, Francia, donde está resguardada toda su obra. En julio de 1996, Carlos Droguett falleció en Suiza. Nunca volvió a Chile.

La nieta de Carlos Droguett, Rebecca, y su marido Andrés Vergara, son los dueños de los derechos de la obra de Carlos Droguett y hoy se encuentran haciendo gestiones, para recuperar los escritos del Premio Nacional que llegaron a la Biblioteca Nacional y que estaban en la casa de la familia Droguett Lazo, allanada en 1973.

– Como hijo del escritor, ¿reconocía en Carlos Droguett algo de abogado?

Eso se le manifestaba en las interpretaciones que hacía de las cosas, de los discursos políticos, de documentos. Analizaba mucho las fallas que podía haber en ellos, como se podían rebatir, por ejemplo.

– Pensando en las actuales generaciones de estudiantes de Derecho, ¿qué mensaje o consejo de su padre les transmitiría a ellos?

Una de las cosas importantes, desde el punto de las leyes, es ponerse del lado del más débil, lo que fue mencionado en uno de los coloquios, cuando el experto en Droguett, Fernando Moreno, citó a León Bloy: ‘Si los que recibieron la investidura de la palabra se callan, ¿quién hablará por los mudos, por los oprimidos y los débiles?’. Si el abogado no se pone del lado del débil, está todo perdido.

– ¿Cómo fue el exilio?

Al inicio fue muy difícil. No teníamos apoyo económico del gobierno suizo. Mi hermano y yo trabajábamos como obreros. Posteriormente, pude comenzar a trabajar como médico. Y recién después de tres años de su llegada, mi padre comenzó a recibir la pensión chilena y la del Premio Nacional de Literatura.

Mi padre era muy reacio a la publicidad. No era de los que andaba buscándola. Estando en Europa un periodista de El Mercurio llamó a mi padre para pedirle una entrevista. ‘Yo no lo voy a recibir’, le dijo. El periodista llegó a su casa en Berna y mi padre no le abrió la puerta. El periodista lo único que logró fue una foto del paradero de buses que estaba frente a su casa.

Pero al mismo tiempo, mi padre era muy abierto a colaborar con jóvenes que escribían y que le pedían su opinión. Él les ayudaba revisando y haciendo observaciones de sus textos y buscando lo bueno de los textos para estimularlos a seguir escribiendo.

– ¿Cuáles cree usted son los temas de Carlos Droguett de mayor vigencia hoy?

Uno muy fundamental, es la diversidad, que se ve en sus obras Eloy, Patas de Perro, El Compadre, en los cuentos. La profesora Claudia Iriarte insistió en eso, en el sentido de que mi padre era muy avanzado para la época, al relevar la violencia contra la mujer en dictadura, por ejemplo, en sus escritos del Comité Pro Paz.

Luego la violencia del fuerte sobre el débil, que se ve en todas partes. La miseria y la injusticia, son temas fundamentales, sobre todo en este Chile.

– ¿Qué tiene usted de su padre?

El ansia de justicia, que pasa por lo social, por la cultura, por la salud, etc. Y de personalidad, lo poco sociable.

Ciclo “Cultura en Derecho” 

La instancia consideró diversas actividades en homenaje al escritor Carlos Droguett. Entre estas, tres paneles de conversación que abordaron su vida, su faceta de narrador y su participación en el Comité Pro Paz durante la dictadura; la exhibición de la película argentina de Humberto Ríos “Eloy” (exhibida gracias las gestiones del director José Luis Sepúlveda); la presentación musical del poeta Mauricio Redolés; la lectura de textos de “Patas de Perro” a cargo de los actores Pedro Vicuña y Alfredo Castro; además de una feria de editoriales que han publicado las obras de Droguett (Lom, La Pollera, Carbón Libros, Zuramérica y UDP).

La mesa “Carlos Droguett, narrador”, contó con la participación del profesor Emiliano Coello, de la UNED de España; Álvaro Bisama, profesor de la UDP y autor del ensayo galardonado con el Premio Municipal de Literatura de Santiago 2024 “La rabia y el augurio. Ensayo bibliográfico sobre Carlos Droguett”; Ignacio Álvarez, profesor de Literaratura de la Universidad de Chile; y Joaquín Trujillo, escritor, profesor de la misma casa e investigador del CEP.

La mesa “Carlos Droguett y la justicia social: de la crónica acerca de la matanza del Seguro Obrero al Comité Pro Paz”, participaron el abogado Álvaro Varela, la porfesora de la Facultad, Claudia Iriarte, y el profesor de Poitiers, Fernando Moreno, con la moderación de la egresada Natalia Roa.

El ciclo “Cultura en Derecho” – realizado entre el 30 de septiembre y el 3 de octubre pasados- fue organizado por la Facultad de Derecho, junto a Marcelo Droguett, Andrés Vergara, Rebeca Droguett, Natalia Roa y Pedro Vicuña. 

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