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(Cultívate) Las memorias de Al Pacino CULTURA

(Cultívate) Las memorias de Al Pacino

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Ha tenido una larga carrera llena de altibajos, en la que se encontró con mucha gente que le ayudó de distintas maneras, como Martin Sheen, con quien hasta compartió apartamento; Francis Ford Coppola, que se empeñó en hacerle protagonista de “El padrino”, pese a ser un desconocido en Hollywood.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
Al Pacino ha lanzado sus memorias, “Sonny boy” un recorrido por su vida y carrera que explora sus experiencias en el cine, el teatro y su crecimiento personal. En el libro, el actor reflexiona sobre los momentos más importantes de su trayectoria, incluyendo sus icónicos papeles y las lecciones aprendidas en la industria cinematográfica. “Sonny boy” ofrece una mirada íntima al pensamiento de Pacino, sus desafíos y su evolución como artista, permitiendo a los lectores conocer mejor al hombre detrás de los personajes que marcaron generaciones.
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«Pienso en ese momento en el baño y me doy cuenta de que todavía estoy aquí gracias a mi madre. Por supuesto, es a ella a quien tengo que agradecerle. Ella fue quien me alejó de un camino que me llevaba a la delincuencia y la violencia, a la heroína que finalmente mató a Petey, Cliffy y Bruce –sus mejores amigos de infancia–. Perdí a los tres de esa manera. No estaba exactamente bajo estricta vigilancia, pero mi madre prestó atención a dónde estaba. Creo que ella me salvó la vida».

Es una de las muchas reflexiones del actor, que hace un repaso cronológico a su vida en su autobiografía “Sonny boy”, desde su infancia en South Bronx junto a Petey, Cliffy y Bruce; al abandono de su padre; los problemas de salud de su madre; y su carrera en el teatro primero y en el cine después, marcada por sus adicciones.

Una larga carrera llena de altibajos, en la que se encontró con mucha gente que le ayudó de distintas maneras, como Martin Sheen, con quien hasta compartió apartamento; Francis Ford Coppola, que se empeñó en hacerle protagonista de The Godfather, pese a ser un desconocido en Hollywood; o Diane Keaton, su pareja durante años y la que lo impulsó a regresar al cine tras su retirada en 1985.

Cuatro años después de esa retirada, tiempo durante el cual se centró en el teatro, Pacino se encontró arruinado. «Miré la caja y estaba vacía»,señala el protagonista de Dog Day Afternoon (1975), que reconoce que fue gracias a Keaton que pudo recuperarse de aquella crisis cuando lo forzó a volver al cine.

«Me dijo: ‘¿Qué vas a hacer, deprimirte todo el día? ¿Vas a volver al Village y a vivir en una habitación y hacer tus pequeñas obras de arte? ¿Eso es lo que crees que vas a hacer? Venga, Al, ya no vives en los años sesenta. ¿Quién te crees que eres? No hay vuelta atrás. Has sido rico demasiado tiempo».

De Keaton es, entre sus parejas, de la que más habla en el libro, así como de su primera novia seria, Jill Clayburgh, con quien mantuvo una relación de cinco años en el inicio de su carrera.

Apenas una mención a las madres de sus hijos: Jan Tarrant, con quien tuvo a Julie; Beverly D’Angelo, de los mellizos Olivia y Anton; y Noor Alfallah, que lo hizo padre por cuarta vez en junio de 2023.

Por los mellizos abandonó su adorada Nueva York para instalarse en Los Angeles, algo que no lamenta, porque le encanta ser padre, según asegura en sus memorias, en las que cuenta numerosas anécdotas con los pequeños.

Como cuando Olivia, a los siete años, le dijo que el padre de un compañero de clase era actor y necesitaba dinero. «Le di setenta y cinco mil dólares(…). No lo hacía porque quisiera demostrar que era generoso, simplemente pensaba que tenía mucho que dar», afirmó.

Pero poco después, en 2011, descubre que su contador lo había metido en una especie de estafa piramidal y estaba de nuevo en la ruina.

Reconoce que no tenía ningún control sobre su dinero y pagaba 400 mil dólares al año por una casa «en la que ni vivía». Pero asegura que nunca se desesperó y empezó a aceptar trabajos solo por dinero.

Lo peor no fue la ruina sino el declive físico. «Con casi ochenta años descubrí que hay que cuidarse», recuerda el actor, a quien los excesos empezaron a pasarle factura.

«Todos los abusos en el cuerpo, las sustancias que te introduces en tu juventud, vuelven para fastidiarte». Y también llegó el COVID.

«En realidad, me morí una vez», cuenta Pacino, que se contagió de coronavirus al principio de la pandemia y empeoró tanto que afirma que experimentó la muerte. «Yo retorné y puedo decir que no había nada allí», dice.

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