Una pintura de Leo Rebolledo es parte del proyecto Lunar Codex, que apunta a llevar al satélite trabajos de arte de de 185 países y territorios. Las obras son digitalizadas y una sonda de la iniciativa ya aterrizó exitosamente en enero de este año.
El artista visual chileno Leo Rebolledo, residente en Estados Unidos, será parte del envío de varias obras de arte en el marco del proyecto Lunar Codex.
Su obra “Evanescence” fue elegida por el líder de la iniciativa, el canadiense de origen filipino Samuel Peralta, que a través de Space X ya envió al satélite natural una cápsula en febrero de este año. Se espera que la obra de Rebolledo, junto a otras, arribe en septiembre de 2025.
Se trata de una selección digitalizada de la colección de Peralta, que incluye arte contemporáneo, poesía, música, películas, podcast y libros de artistas de 157 países. En total son siete misiones.
Para el propio Rebolledo, su inclusión en el proyecto fue “una completa sorpresa y algo muy inesperado”.
Hace un año, el chileno fue aceptado en Poets Artists, una agrupación internacional de artistas de élite, con sede en Estados Unidos, que está marcando pautas en cuanto a realismo figurativo en pintura.
Gracias a esta incorporación, fue invitado a participar con una de sus obras en el show llamado “Stillness” para octubre de este año -patrocinado por 33Contemporary Gallery en Artsy- junto con 38 artistas.
Poco antes de iniciarse el show la curadora de la galería, les anunció que el catálogo con las 38 obras había sido aceptado para el proyecto Lunar Codex y sería enviado y depositado en una cápsula en el polo sur de la luna.
“No lo podía creer. Había leído mucho acerca de ese proyecto”, relata.
El propio Peralta señala a este medio que un criterio de inclusión es que estos artistas hubieran sido incluidos en exhibiciones individuales o colectivas de la galería.
“Esto asegura que sus trabajos son de calidad profesional, y hayan sido previamente exhibidos por un galerista, jurado de arte o curador profesional.
Peralta señala que el trabajo de Rebolledo había sido curado por “una galerista que conozco y respeto”.
“Su trabajo incluye aspecto de realismo mágico y simbolismo en un Marco realista, fusionando tradiciones clásicas y contemporáneas”.
Rebolledo cuenta que su obra “Evanescence” es el resultado de “una sensación que quise plasmar”.
“Sensación de estar en un lugar de manera física pero no espiritualmente. En el cuadro notarás que todo en la escena de lo que rodea a la mujer es desconcertante, un lugar que no se distingue como interior o exterior, un vestido de fiesta que parece no ser lo apropiado para el lugar, una mujer sentada sobre escombros que parecen ser un jardín. Hasta su propio cuerpo y rostro posee proporciones que no son exactas y han sido modificadas intencionalmente para lograr que el espectador no solo mire, sino sienta que ella y su esencia ya han dejado de pertenecer a este mundo que identificamos desde lo físico. Es un instante de desdoblamiento”.
Agrega que desde un comienzo este cuadro fue un desafío, ya que para lograr el efecto que buscaba sentía que no debía basarse en un modelo real para el retrato, por lo que le pedió a su esposa que me ayudara posando para construir solo la estructura base, la que luego fue completada de manera intuitiva y sin modelo, descartando concentrarme en proporciones reales.
“Creo que el cuadro cumple con lo que me propuse y ha sido muy aplaudido. Paradójicamente en esta obra está implícita la idea de lugar ‘fuera de este mundo’, muy afín con el proyecto Lunar Codex”, celebra el chileno.
El chileno cuenta que su obra se guía por dos objetivos muy claros: uno relacionado a la narrativa y otro a las posibilidades técnicas del medio con el que trabaja, el oil pastel.
“Mi primer objetivo es crear narrativas complejas a través de escenas enigmáticas, muchas veces oníricas, que despierten la psicología de los espectadores. Quiero que mis obras actúen como un espejo de los impulsos subconscientes, donde la realidad aparente sea solo un punto de partida. Mi pintura está cuidadosamente diseñada para invitar al espectador a que complete la historia que les presento, añadiendo de vez en cuando pequeñas pistas o dejando ‘cosas inconclusas’ que deben ser resueltas por quien las presencia”.
Su segundo objetivo -y que ha sido permanente a lo largo de su carrera- está en seguir explorando las posibilidades del oil pastel como medio para la creación de obras en fine art.
“El oil pastel es un medio que muchas veces es ignorado en competencias e incluso no tomado en cuenta como medio válido por las agrupaciones más importantes de medios secos o pastels. Creo que es momento de darle el lugar que corresponde, me lo he tomado como un asunto muy personal”, confiesa.
Su trabajo además posee múltiples fuentes de inspiración. Rebolledo se sigue inspirando mucho la obra de talentos universales como Sargent, Velasquez o Vermeer, a quienes sigue desde muy niño. Al tener la suerte de vivir muy cerca de las famosas galerías de Yale University en New Haven, Connecticut, las visita con regularidad para “llenar el pozo”.
En este momento se encuentra estudiando la obra de Edwin Austin Abbey, por ejemplo.
“Mis influencias contemporáneas las encuentro en jóvenes creadores actuales como Nick Alm y nuestro compatriota Guillermo Lorca, quien tiene el mérito de haber abierto las puertas a todos quienes amamos la pintura figurativa y el realismo, no solo en Chile. Gracias a Guillermo muchos nos dimos cuenta que ‘si es posible'”.
Hoy en día, por cosas del destino uno de sus cuadros está siendo exhibido en el museo MEAM en Barcelona, el mismo lugar donde exhibe Lorca junto a los pintores contemporáneos más importantes del mundo.
“Pienso que el arte figurativo ha tenido un renacer esplendoroso gracias a pintores muy talentosos, estar cerca de ellos es un enorme privilegio para mí”.
Rebolledo es arquitecto de profesión y para él haberse transformado en pintor ya es un hito importante.
“Llevo solo dos años dedicándome en serio a esto y la cosecha ha sido rápida y muy generosa. Todo partió gracias a un empujón de mi esposa que me dijo ‘intentalo, eres bueno’. A solo un par de meses de eso uno de mis cuadros fue seleccionado para un importante salón anual en el histórico Salmagundi Club de Nueva York, que es una de las galerías de arte representacional más importantes de todo Estados Unidos”.
Fue ahí donde partió todo y pasó en muy corto tiempo de ser un desconocido a estar exponiendo junto a los pintores que más admiraba en una de las ciudades más competitivas del mundo. Más aún, su cuadro seleccionado fue la portada de aquella exhibición y estuvo expuesto en el escaparate de la galería por cerca de un mes en plena 5ta Avenida en Manhattan. Todo un sueño. Ya lleva tres exposiciones en ese mismo lugar.
“Pero a pesar de esto y un montón de cosas más, creo sin duda que poner un cuadro en la luna es algo que supera todo, es ciencia ficción. Pienso en lo que dirán mis hijos o mis nietos en el futuro, es todo muy increíble y estoy muy agradecido”, confiesa.
En cuanto a sus próximo proyectos, Rebolledo acaba de comenzar un interesante proyecto colaborativo con la modelo francesa Romy Bondy y el fotógrafo Marc Lamey.
“Compartimos gustos estéticos similares y nos planteamos la idea de trabajar en colaboración. Me atrae mucho la idea de trabajar con otros artistas, compartir y contrastar visiones, conocer otras técnicas y formas de hacer las cosas, pienso que es muy nutritivo y a la vez desafiante. Espero pronto poder mostrar los resultados en mi cuenta de Instagram“, explica. (@leo_rebolledo).
Por otra parte, se ha planteado difundir su técnica para inspirar a otras personas. El material con el que trabaja, el oil pastel, es un medio muy nuevo y poco conocido. Comenzó a utilizarse de manera profesional solo desde 1949. Es muy escasa la literatura al respecto y el oil pastel casi siempre ha sido un material usado para sketch preliminares por los artistas.
“Quiero demostrar lo contrario, quiero demostrar el potencial que tiene como medio para fine art y para ello pretendo poner a disposición los más de 30 años de investigación y perfeccionamiento en los que he trabajado. Por estos días estoy dedicado a formar una asociación internacional de artistas que trabajan con este medio. La idea se basa en construir una comunidad en torno al aprendizaje y difusión del oil pastel, convocando a los mejores exponentes para que puedan compartir sus técnicas con artistas que recién comienzan, una plataforma que sirva como un punto de conexión, desde ya están todos invitados”, afirma.
Rebolledo es el primero, pero podría no ser el único chileno en participar en el proyecto. Al ser consultado al respecto, Peralta afirma que “no hemos completado do documentar todos las revistas de arte, catálogos y antologías en nuestras colecciones, así que esperamos más representación chilena”. Y dice que los artistas ya documentados en sus “cápsulas de tiempo” incluyen al poeta Theodoro Elssaca, y en artes visuales, además de Rebolledo, a Guillermo García-Huidobro, Cecilia Avendaño, Diego Palacios y Sthef Millan, una venezolana que vive en Chile.
El impulsor del proyecto explica que tiene dos aspectos.
“Primero, para inspirar a los artistas de hoy, para que cuando miren la Luna, la vean transformada; podrían pasar esta inspiración a artistas a quienes guían o inspirarse ellos mismos. También entregar una cápsula del tiempo de arte contemporáneo para el futuro, para mostrar a futuras generaciones de que pesar de los desafíos actuales -guerra, pandemias, turbulencias económicas y climáticas- la raza humano tuvo tiempo de soñar, crear belleza y arte. El Lunar Codex ahora incluye la representación de 185 países y territorios, y 69 naciones indígenas, lo que lo convierte en el mayor y mas global proyecto de su tipo”, dice.
Agrega que las obras de arte son escaneadas y miniaturizadas en diferentes medios -hemos usado discos de plata, memorias digitales de semiconductores, memorias cerámicas, memorias de cuarzo, ADN sintético y nanofichas. El medio que usemos depende de la misión. Usualmente son del tamaño de una moneda de 25 centavos de dólar y son muy livianas. Son introducidas o montadas en una caja del módulo de aterrizaje lunar, que es lanzado por un cohete desde la Tierra y libera el módulo en el espacio, que sigue con su energía propia hasta la luna. Nuestras cápsulas de tiempo permanecen a bordo del módulo lunar donde sea que aterrice en la luna.
En total son siete misiones, de las cuales tres ya fueron lanzadas y hay cuatro pendientes. La primera cápsula del tiempo Orion orbitó exitosamente la luna en diciembre de 2022. La segunda fue lanzada con éxito en enero de 2024, pero no logró aterrizar en la luna. Y la tercera cápsula de tiempo Nova aterrizó con éxito el 22 de febrero 2024, en lo que fue su primer aterrizaje exitoso.
Está previsto que la obra de Rebolledo sea lanzada en la misión Polaris en septiembre de 2025, en una misión de la NASA lanzada a través del cohete Falcon Heavy de Space X, y aterrice en la luna a través del módulo Griffin de Astrobotic.
También está prevista una misión lunar en diciembre de (Serenity) y enero de 2025 (Minerva). En enero de 2025 también hay otra misión con destino al asteroide Freya. La misión Polaris en septiembre de 2025 es la última misión prevista hacia la luna, aunque actualmente Peralta negocia otra misión e incluso ir a Marte.
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