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Cancillería asegura que no se opuso a traer de regreso a Chile restos de indígena selknam CULTURA Crédito: Deutsches Zentrum Kulturgutverluste

Cancillería asegura que no se opuso a traer de regreso a Chile restos de indígena selknam

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Marco Fajardo Caballero
Por : Marco Fajardo Caballero Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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Fueron enterrados temporalmente en Alemania, donde estaban en un museo, debido a obstáculos legales a su repatriación.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
La Cancillería de Chile aseguró no haber obstaculizado el regreso al país del cráneo de un indígena selknam, Hoshkó, que fue devuelto a la comunidad Covadonga Ona en una ceremonia en Alemania. La comunidad criticó que, debido a la normativa local, el cráneo no pudo ser repatriado y corre el riesgo de ser retenido para estudios. La Cancillería afirmó haber facilitado las gestiones necesarias, en coordinación con organismos chilenos, para la restitución, estableciendo una mesa de trabajo con el objetivo de garantizar el retorno digno de restos de antepasados indígenas.
Desarrollado por El Mostrador

La Cancillería aseguró a El Mostrador que no se opuso a traer de regreso a Chile los restos de un indígena selknam que se encontraban en Alemania.

El craneo del indígena se hallaba en el Museo Etnológico de Lübeck, que lo entregó formalmente a la Comunidad Covadonga Ona en un ceremonia el pasado 11 de octubre, tras lo cual fue inhumado el mismo día en el cementerio de Lübeck.

El hombre de unos cincuenta años, cuyo nombre se desconoce, fue bautizado Hoshkó. Sus restos habían sido regalados al museo por un migrante alemán en 1914, entidad que recibió los restos de personas de diversas nacionales, muchos de los cuales incluso eran producto del saqueo de tumbas, según estableció una investigación del centro germano Deutsches Zentrum Kulturgutverluste.

Como representante del Deutsches Zentrum Kulturgutverluste fungió Sarah Fründt durante la devolución de los restos. Ella destacó la importancia del momento.

“Ceremonias como esta cumplen varias funciones. La principal es recordar a las personas cuyos restos mortales, como parte de la opresión colonial y una ciencia racista, así como contra su propia voluntad y la de sus familiares, así como descendientes, fueron traídos a Alemania y guardados más de 100 años aquí en Lübeck. Esta injusticia no se puede deshacer, nunca debería haber ocurrido”, dijo Fründt.

De esta forma, “es la primera vez que el antepasado de una comunidad indígena, producto de un contexto de violencia colonial, es enterrado en suelo alemán”, señaló el museo en un comunicado.

El director de la colección del museo, Lars Frühsorge, está en contacto con los selk’nam desde hace unos dos años y ha habido visitas mutuas. El día de la devolución acudieron cuatro representantes de la comunidad, pintados ritualmente y vistiendo ponchos de piel tradicionales.

“No son exhibiciones”

Fuentes de la comunidad selknam habían señalado a El Mostrador que no pudieron traer de regreso los restos de Hoshkó debido a trabas puestas por la Cancillería.

“Los restos de nuestros antepasados no son exhibiciones”, dijo la selk’nam Hema’ny Molina. Ella le agradeció al museo con un collar tradicional como regalo de devolución, según informó La Prensa Austral.

Molina fue crítica con las leyes y el Servicio de Patrimonio Cultural (Serpat), ya que según indicó, el cráneo no pudo ser devuelto para ser enterrado en Chile, ya que una vez ingresado a la frontera, corría peligro de ser requisado para ser estudiado y analizado e incluso vuelto a poner en vitrinas: “Actualmente sigue la injusticia porque nuestros muertos son considerados piezas arqueológicas”.

“Se nos dio un no rotundo para traerlo y darle sepultura en Tierra del Fuego. Se nos dijo que debe ser estudiado y fue categórico. Yo me pregunto, si los cientos quizás miles de restos óseos que existen en las bodegas de museos, y universidades en Chile no son estudiados y devueltos a sus comunidades de origen para su entierro y dicen que es porque no hay presupuesto. ¿Por qué íbamos a traer a nuestro ancestro para que siga en una caja de cartón en una bodega?”, se pregunta Molina.

“Ahora con paciencia veremos de qué manera podemos traerlo en un futuro cuando las garantías de dignidad sean las justas para las personas que fueron sacadas de sus tumbas y comercializadas o que fueron llevadas en vida como esclavos para servir de entretención en zoo humanos. Todos eran personas, antes de ser encontrados por un civilizado que quiso hacer ciencia, historia o negocios”, comenta Hema’ny.

Respuesta oficial

En tanto, la Cancillería aseguró que desde que la comunidad Selknam Covadonga Ona manifestó su interés en traer de regreso a Chile el cráneo de su antepasado, “ha hecho todas las gestiones pertinentes para apoyar el proceso y se ha mantenido en contacto con miembros de la Fundación Hach Saye, que representa a esa comunidad”.

“A través del Consulado en Hamburgo y la Embajada en Alemania, el Ministerio de Relaciones Exteriores hizo gestiones ante el Museo de Lübeck, donde se encontraba el cráneo. Además, convocó la reunión con representantes del MINCAP, SERPAT y de la Unidad de Coordinación de Asuntos Indígenas del MDSF donde se acordó un curso de acción para la restitución, que establece, entre otras cosas, una mesa de trabajo compuesta por SERPAT, UCAI y Cancillería”, informó el ministerio.

Agregó que el 13 de septiembre, representantes de la fundación se reunieron con MINREL, MINCAP, SERPAT y UCAI, donde se les informó sobre el curso a seguir, “haciendo presente en todo momento la plena disposición del Estado por permitir que el resto humano sea restituido al territorio nacional para el destino que el pueblo, en su conjunto, defina”.

Sin embargo, “para ello, es indispensable dar cumplimiento al marco normativo interno, así como a las disposiciones vinculadas al proceso de consulta indígena”.

Asimismo, “una vez se conoció que Fundación Hach Saye programó un viaje para mediados de octubre a Lübeck, donde darían entierro simbólico del cráneo de manera provisoria, el director de Derechos Humanos de la Cancillería tomó contacto con ellos para ponerse a disposición de lo que fuese necesario”.

“La Cancillería no se ha opuesto a la repatriación del resto en poder del Museo de Lübeck y mantiene su plena disposición para dar curso al mismo, tal como lo ha hecho en otros casos, dando estricto cumplimiento al procedimiento que exige la Ley que crea el Consejo de Monumentos Nacionales y que rige estas materias”, concluyó la secretaría de Estado.

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