Sean Baker es uno de los cineastas independientes estadounidenses más interesantes del último tiempo. En sus películas siempre retrata con cautela los márgenes del capitalismo. En su nueva obra “Anora” hace algo distinto, pero mantiene ese sello social por el que se caracteriza.
“Anora” es la historia de Ani (Mikey Madison), una trabajadora sexual de un club nocturno de Brooklyn en Nueva York. Ella conoce a un cliente ruso, hijo de un oligarca, que le pide exclusividad. Rápidamente se enamoran e impulsivamente se casan. Ani siente que tiene la oportunidad de escapar y de cambiar a una vida millonaria de ensueño. Sin embargo, los padres del joven ruso deciden cancelar el matrimonio a toda costa.
Esta gran película posiblemente sea la obra más accesible de Sean Baker, aunque no cae en las fórmulas de un cine comercial. Es un filme entretenido, intrigante, dinámico, atrevido y enérgico. Baker tiene mucha inteligencia para dirigir y sabe con exactitud cómo mutar de géneros. Esta película parte como una comedia romántica muy erótica, para después transitar a un thriller inquietante como los de los hermanos Safdie, sin perder en ningún momento ese sentido del humor tan refrescante que tiene el film. Es una tragicomedia con todas sus letras.
Es la primera película del director que sigue tan de cerca la vida de millonarios, pero sin dejar atrás su distintiva crítica social y los temas tan vigentes que suele tener su obra. Al igual que en sus anteriores películas es un filme que nos muestra la descomposición de la farsa del sueño americano y en esta ocasión cómo se difumina una fantasía de cuento de hadas. Una cenicienta moderna que ve cómo su aventura de Disney y su utopía millonaria se van desmoronando de a poco.
La actriz Mikey Madison se roba la pantalla y está increíble. Ya es hora de que sea más conocida, dado su extraordinario talento interpretativo. Logra construir un personaje ambiguo, pero que conecta con la audiencia y genera empatía. Sean Baker se fijó en esta actriz al ver su impecable actuación como la hippie de la secta de Charles Manson en la última cinta de Tarantino “Once upon a time in Hollywood”. Las actuaciones de los rusos también están muy bien, sobre todo el personaje de Igor, interpretado por Yura Borisov, un hombre con un corazón tremendo que solo está haciendo el trabajo que le piden.
Baker siempre nos sorprende con su impresionante calidad y por sus ganas de mostrar la cara B de los Estados Unidos y del capitalismo, los marginados del sistema y los que viven a las sombras de otros. Refleja ese lado de la sociedad que no aparecerá en ninguna producción de Hollywood. Da vuelta el ideario del sueño americano, para evidenciar una pesadilla, aunque lo hace con sutileza y matices. El trabajo sexual es un tema recurrente en la obra de Baker, pero se diferencia de muchas producciones que tocan este tema al lograr un retrato sensible, empático, afectuoso y humano, alejándose de los estigmas burdos en que se suele incurrir. Está más cerca del retrato a las trabajadoras sexuales que hace el neorrealismo italiano con obras maestras como “Las noches de Cabiria” de Federico Fellini y “Mamma Roma” Pier Paolo Pasolini.
“Anora” es una cinta inteligente, está muy bien construida, tiene un guion sólido que logra evitar el moralismo y una dirección impecable con una mixtura de géneros inesperada. Se trata de una película conmovedora y totalmente impredecible. Me atrevería a decir que “Anora” es una obra maestra, especialmente en estos tiempos en que nadie filma las desigualdades sociales y las roturas del sistema en Estados Unidos como lo hace Baker, con sencillez, sin pretensiones, sin ser morboso y lo más importante, con un relato esperanzador.
Sorpresivamente ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes y creo que es muy merecida (desde el 2011 con el “Árbol de la vida” de Terrence Malick que una película estadounidense no ganaba tan aclamado premio). También cabe destacar que con el triunfo de “Anora”, sería la quinta vez consecutiva que una película distribuida por Neon en Estados Unidos gana la Palma de Oro, anteriormente ocurrió con “Parasite”, “Titane”, “Triangle of sadness” y “Anatomy of a fall”. Lo más probable es que sea la primera nominación al Oscar de Sean Baker y personalmente por ahora encuentro que es la mejor cinta del año. Ya se encuentra disponible en cines, una película imperdible.
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