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Directora de centro cultural: “Las cárceles están llenas de lectores y escritores potenciales” CULTURA

Directora de centro cultural: “Las cárceles están llenas de lectores y escritores potenciales”

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Mariana Hales Beseler
Por : Mariana Hales Beseler Periodista y Licenciada en Comunicación Social. Desde 2003 ha trabajado en distintas editoriales chilenas y extranjeras como encargada de comunicaciones.
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Este viernes, en la Furia del Libro, el Centro Cultural Letras Públicas presentará el tercer número de Fábrica de Letras, publicación que busca dar a conocer la literatura creada en contextos de encierro.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
La directora de un centro cultural afirmó que las cárceles están llenas de lectores y escritores potenciales, destacando la importancia de la cultura y la literatura en los procesos de reinserción social. Subrayó cómo el acceso a libros y espacios creativos permite a los internos desarrollar habilidades, expresar sus realidades y proyectar un futuro fuera del delito. El centro impulsa programas educativos y culturales para transformar vidas a través de la lectura y la escritura.
Desarrollado por El Mostrador

El tercer número de una publicación que busca dar a conocer la literatura creada en contextos de encierro será presentada este viernes en el centro cultural Gabriel Mistral, en el marco de la Furia del Libro.

En la ocasión, a las 18:00 horas, el Centro Cultural Letras Públicas mostrará el tercer número de Fábrica de Letras, publicación también vinculada a la cultura popular, el género epistolar y la narración testimonial.

Los tres números de la revista han sido publicado este año en formato impreso y digital, y su principal objetivo es abrir espacios para que las voces de quienes están en las cárceles sean escuchadas, y sus historias sean compartidas con el mundo.

Paulina Vergara, guionista, educadora y magíster en Edición, se ha dedicado a desarrollar estrategias y proyectos para democratizar y fomentar el acceso a la cultura a quienes han tenido poco o nulo acceso a ella, en especial a personas privadas de libertad. La revista está disponible en el IG @letraspublicas.

– Ustedes como Centro Cultural Letras Públicas llevan casi seis años haciendo un trabajo de fomento cultural en cárceles de Chile, cuéntanos sobre esto y de cómo surge el proyecto de la revista Fábrica de Letras.

– En este tiempo hemos implementado proyectos culturales de cine y literatura; en plena pandemia nos adjudicamos el fondo necesario para financiar Tú, yo y el cine, un proyecto de mediación de cine chileno que contactó a través de videocartas a directores chilenos con su público cautivo.  En paralelo, realizamos talleres de escritura e intercambio de cartas entre personas prisioneras y en libertad. En contexto de encierro, la carta conecta el adentro con el afuera (siempre prohibido) pero sobre todo al emisor consigo mismo.

La misiva ofrece al escritor la posibilidad de transformarse en narrador de su propia historia con sueños, deseos y proyectos en libertad. La precuela de Fábrica de Letras fue Última Noticias tras las rejas, el diario del Taller de Literatura en el Centro Penitenciario Femenino Santiago; ahí ya estaban el horóscopo, la Doctora Corazón, las cartas, los testimonios en diversos formatos. Se trató de un periódico impreso en el CPF en hoja oficio y en blanco y negro que, sin embargo, fascinaba a la comunidad. Sus lectoras lo esperaban con emoción e impaciencia. Al terminar mi taller, en el camino hacia la calle, escuchaba comentarios del diario y lecturas en voz alta del horóscopo, y al traspasar las rejas me cruzaba con postales de uniformadas sumergidas en la lectura de Últimas Noticias tras las rejas.

– ¿Cómo prepararon el contenido de cada revista, y con qué nos encontraremos en este número?

– El primer numero se creó a partir de textos que teníamos de talleres anteriores y de encargos que hicimos a personas privadas de libertad cuya pluma conocíamos. Buscamos y encargamos contenidos entretenidos, con un tono testimonial e híbrido entre la cultura popular, las costumbres y la cotidianeidad carcelaria. El equipo de la revista también aportó y periodistas se hicieron cargo de temas que nos parecieron relevantes para las y los lectores de adentro y de afuera. Fueron relevantes las fotos tomadas por participantes de talleres de foto de Rodrigo Hernández hace muchos años en CPF y Puente Alto.

Para el número dos ya pudimos ingresar a las cárceles, presentar el primer número y ofrecer la oportunidad de escribir en ese momento o de hacernos llegar los textos a través de los encargados de la biblioteca o coordinadores de cultura.

Por eso, esta revista reúne la mayor cantidad de colaboraciones de autores privados de libertad que hemos recibido hasta la fecha, lo que significa más voces y más historias.

Así nuestros lectores y lectoras podra encontrar desde Coa para principiantes hasta historias y proyectos reales de reinserción, pasando por un top 6 de películas sobresalientes de cárceles, hasta cómo hacer tu propia composta, sin abandonar el guiño análogo y nostálgico de la Dra. Corazón y por supuesto impresionantes retratos desde adentro.

– ¿Qué importancia tiene la literatura como herramienta de expresión para quienes están en prisión? ¿Has visto una transformación en los participantes al involucrarse en este tipo de proyectos creativos?

– En un entorno análogo, la escritura ofrece una posibilidad de expresión única y al alcance de todos, se puede reescribir la vida con lápiz y papel, sin embargo, estos elementos no funcionan solos, se requiere de una didáctica que potencia la reflexión y la instrospección como primeras líneas de un guión vital. Nuestra experiencia se centra en las cartas que como herramienta, ofrecen la posibilidad de conectar por ejemplo a una madre o a un padre con sus hijos, o de entablar un vínculo con un desconocio o desconocida que puede abrir una nueva perspectiva al enlazar a dos mundos que de otra manera no se habrían tocado. Aunque quizá lo más relevante ocurre cuando a través de la escritura, el emisor se comunica consigo mismo poniendo en escena los deseos más profundos y también los obstáculos:una gran posibilidad de reescritura biográfica.

– ¿Hay otros proyectos como este en Chile? ¿Qué te gustaría que la sociedad aprendiera de estas historias?

– Existen proyectos culturales muy interesantes en cárceles de Chile, se trata de iniciativas valiosas que buscan lo mismo que nosotros de manera diferente. Hasta donde sé, no hay un trabajo sostenido con la carta con una didáctica diseñada para este grupo específico. Tampoco existe una revista escrita y distribuida en todas las cárceles de la Región Metropolitana, V Región y pronto en bibliotecas de las cárceles del país, pero sé de publicaciones en estado incipiente que están buscando su lugar como todo proyecto incipiente.

– ¿Qué dirías que ha sido el impacto social más importante de este proyecto hasta ahora?

– Comprobar que las cárceles están llenas de lectores y escritores potenciales y que las historias de adentro pueden entretener y conmover a los lectores en libertad promoviendo un encuentro a través de palabras. El éxito de esta experiencia se basa en el diseño editorial de cada parte de la revista: diseño, secciones, textos, fotografías, entre otros, y del proyecto en su totalidad. Sin embargo, para potenciar este proyecto y otras iniciativas culturales que puedan marcar la diferencia en vidas reales, de chilenos, se requiere por su puesto presupuesto pero sobre todo voluntad de las autoridades. Dentro de las cárceles, la revista ha impactado de manera diferente; un aspecto muy importante es el de reforzar o posicionar a la cultura, dentro de cada unidad penitenciaria participante. La edición y presentación de cada número requiere gestiones, coordinaciones y autorizaciones inverosímiles incluso para Kafka, poniendo en entredicho el rol de la cultura en una cárcel más allá de todo discurso. Promover la cultura en privación de libertad es cosa de constancia y voluntad, sustantivos siempre amenazados por el desgaste que implica la burocracia carcelaria.

– Desde su inicio, Fábrica de Letras ha buscado crear un puente cultural entre el adentro y el afuera. ¿Crees que este proyecto ha logrado construir una verdadera conexión entre la sociedad y las personas privadas de libertad? ¿De qué manera esto ha afectado a los participantes del proyecto?

– Sí, hemos dado los primeros pasos hacia la comunicación entre personas prisioneras y en libertad durante varios meses. Cada revista leída afuera ha causado un impacto en su lector o lectora que gracias a Fábrica de Letras se ha acercado a esta realidad a través de las historias que la revista cuenta. Incluso las y los periodistas contratados para escribir reportajes, se sorprendieron con lo encontrado porque su conocimiento acerca de la privación de libertad era general. Por otro lado, las y los lectores de adentro se identifican con la publicación desde el primer momento, leyeron sus historias dignificadas en un formato inesperado. Además, se sintieron inspirados y con ganas (para algunos una necesidad) de sumarse a la iniciativa.

– ¿Cuáles son los próximos pasos para Fábrica de Letras?

– No lo sabemos, me gustaría contestar esta pregunta con la siguiente afirmación: “ya estamos trabajando en el cuarto número que presentaremos en abril o mayo”. Pero hasta el momento no tenemos certeza de habernos adjudicado el Fondo del Libro y la Lectura 2025 al que por supuesto, postulamos. Por eso, solo podemos decir: “Hasta pronto”.

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