Un roedor nadador que se alimenta de insectos acuáticos fue una de las nuevas 27 especies descubiertas en la Amazonia peruana, según “Conservation International”.
Una reciente expedición científica en la región del Alto Mayo, Perú, ha sacado a la luz una sorprendente diversidad de nuevas especies de mamíferos y vertebrados. “Descubrir tantas especies nuevas de mamíferos y vertebrados es realmente increíble, especialmente en un paisaje con tanta influencia humana como el Alto Mayo”, dijo Trond Larsen, quien dirige la expedición del Programa de Evaluación Rápida (RAP) de Conservation International.
Mientras que la mayor parte de la investigación en el Alto Mayo se centra en el Bosque de Protección Alto Mayo, en el noroeste de Perú, se sabe relativamente poco sobre la región central, que está densamente poblada. La expedición RAP de Conservación Internacional se centró en esta zona. La exploración se llevó a cabo durante el verando de 2022, y estuvo conformada por 13 científicos, además de técnicos locales y miembros de grupos indígenas.
“Fue realmente fantástico trabajar tan estrechamente con el pueblo awajún. Tienen amplios conocimientos tradicionales sobre los bosques, los animales y las plantas con los que conviven”, explicó Larsen.
Entre las nuevas especies encontradas en el Alto Mayo, zona protegida, Larsen destacó el ratón espinoso de pelaje rígido y el ratón anfibio con patas parcialmente palmeadas que se alimenta de insectos acuáticos. Otro de los descubrimientos favoritos del científico fue el pez cabeza de mancha, un tipo de siluro acorazado, y una ardilla enana que mide 14 centímetros.
“(La ardilla) cabe fácilmente en la palma de la mano. Es adorable y de un precioso color marrón castaño, y es muy rápida”, explicó Larsen. “Salta rápidamente y se esconde entre los árboles”.
Durante la expedición, que duró 38 días, se registraron un total de 2.046 especies mediante cámaras trampa, sensores bioacústicos y muestras de ADN. Entre ellas, 49 fueron clasificadas como amenazadas, incluidos el mono lanudo de cola amarilla y el mono arborícola.
Larsen afirmó que los descubrimientos refuerzan la necesidad de proteger la zona. “A menos que ahora se tomen medidas para salvaguardar estos lugares y ayudar a restaurar partes del paisaje, es muy probable que no persistan a largo plazo”, sentenció Larsen.
Utilizando los datos recopilados durante la expedición, Conservation International está trabajando estrechamente con el gobierno regional, las comunidades indígenas y otras partes interesadas locales para identificar las áreas prioritarias para la protección. De esta manera, se podrá establecer un plan para proteger las especies más vulnerables del Alto Mayo.
Inscríbete en el Newsletter Cultívate de El Mostrador, súmate a nuestra comunidad para contarte lo más interesante del mundo de la cultura, ciencia y tecnología.