Académico: “El capitalismo global parece estar impulsando la destrucción del planeta”

El escritor, académico y activista británico Jem Bendell advirtió sobre cómo “el capitalismo global parece estar impulsando la destrucción del planeta”.

Bendell realizó las declaraciones en una entrevista con Fundación Hypatia y el TEC de Monterrey en México sobre su libro “Breaking Together, a Freedom-loving Response to Collapse”, publicado recientemente en español como “Cayendo Juntos, una respuesta compasiva y eco-libertaria al colapso”.

La obra narra, con una investigación exhaustiva, cuáles son las raíces del colapso en desarrollo de nuestros sistemas económicos, políticos, sociales, climáticos y de la biosfera, debido a los excesos de la civilización industrial de consumo.

Bendell fue fundador de la Iniciativa para el Liderazgo y la Sostenibilidad (IFLAS) en la Universidad de Cumbria, en el Reino Unido, y Co-fundador de la Advertencia de Académicos Internacionales sobre Disrupción y Colapso Social.

Su artículo “Adaptación Profunda” ha sido descargado por más de un millón y medio de personas y ha sido traducido a 13 idiomas, algo muy inusual para artículos académicos, lo que ha generado un movimiento internacional con miles de personas en diferentes partes del globo que integran una comunidad de reflexión, apoyo mutuo y adaptación al cambio de sus formas de vida y trabajo ante el colapso por las crisis sistémica y climática.

Su obra ha impulsado las protestas climáticas del grupo Extintion Rebellion en Europa y su libro “Breaking Together” se puede descargar de forma gratuita en el sitio web del autor.

Protesta del grupo Extinction Rebellion.

Problema sistémico

“Desde que empecé a preocuparme por el medio ambiente y su conexión con la economía y la sociedad, dije, tengo que usar mis habilidades, la buena fortuna, para participar en los más altos niveles y tener el mayor impacto positivo en todo el mundo que yo pudiera. Pensé, hay un montón de gente en el mundo que puede hacer un proyecto de permacultura o salvar una pequeña parcela de bosque. Pero tenemos un problema sistémico por la forma en que el capitalismo global parece estar impulsando la destrucción del planeta”, señala Bendell en la entrevista.

“Pensé que debía ser pragmático para de alguna forma reformar esto o cambiarlo. Para ello necesitábamos que las ONG más grandes del mundo, las empresas más grandes del mundo y los bancos más grandes del mundo trabajaran con líderes iluminados en la política para reorientar el capitalismo. La idea era internalizar las externalidades, es decir, hacer pagar a los contaminadores, poner un precio al carbono e incluso a la pérdida de biodiversidad para conseguir una economía más sostenible”, cuenta.

Así “las empresas se verían recompensadas por los consumidores y los inversores al estos. Este fue un paradigma por el que trabajé por cuatro décadas. Como era un líder en el área con libros y con mis puestos de trabajo en varios lugares diferentes, con el tiempo fui bienvenido a los niveles más altos en la esfera internacional. Porque las empresas estaban despertando a esto y la sostenibilidad corporativa estaba creciendo desde que empecé en mi primer trabajo en 1995”.

Sólo negocios

Y sin embargo, lo que Bendell ha visto es que los líderes empresariales “comprensiblemente quieren responder a cualquier problema, que sea contaminación tóxica, deforestación, cambio climático, lo que sea, de una manera que no les cuesta mucho y que ojalá les haga ganar más dinero”.

“Siempre estábamos hablando del caso de negocio. Eso limitaba fundamentalmente lo que podíamos hacer. Y hemos visto a lo largo de las décadas que, aunque muchas empresas lo han intentado, muchos ejecutivos y empresas apasionadas lo han intentado, no ha servido para nada”.

El académico advierte que todos los indicadores globales -sobre la pérdida de especies, la pérdida de hábitats, la toxificación del medio ambiente, las emisiones de carbono, los gases de efecto invernadero, el cambio climático- “han ido en la dirección equivocada”.

“Así que hemos estado nadando a contracorriente. Es una conclusión que es muy dolorosa para muchas personas y fue muy dolorosa para mí”, admitió.

Falta de inteligencia

Bendell además se preguntó  por qué muchos líderes son tan ajenos a esto.

“Hemos tenido información en los medios de comunicación sobre todos estos problemas desde que puedo recordar”, y sin embargo, a su juicio, la inteligencia ha estado ausente en las reuniones al más alto nivel.

Allí “no he experimentado la inteligencia”.

“He experimentado personas que tienen prisas, personas que están extremadamente dirigidas por sus equipos para ofrecer una actuación de poder. Y no creo que ninguno de ellos tenga poder. Participan en una actuación de poder con un equipo a su alrededor que les lleva de una reunión a otra, donde se les dice lo que tienen que hacer y decir. Y no hay tiempo ni espacio para pensar, para la introspección”.

Otro problema, a su juicio, es que muchas de estas personas que ocupan altos cargos han llegado a ellos a través de una especialización, como los expertos en finanzas y contabilidad que luego terminan como CEO de alguna firma.

Sin embargo, “muchas de estas personas con poder tienen una experiencia de vida muy limitada, una formación muy limitada y por lo tanto debido a eso se basan en lo que se considera sentido común en toda una serie de áreas en las que en realidad no saben nada”.

“Son como engranajes de una máquina. No son verdaderos pensadores críticos y creativos. Y los pocos que lo son, de nuevo, este sentido de prisa y su limitado alcance para, ya sabes, si tú eres la cabeza de un gran banco como HSBC, tienes que estar pensando en el precio de las acciones y en tus empleados. Por eso la forma en que vas a ver el cambio climático está muy, obviamente, muy abajo en la lista”, alertó.