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Fracaso satelital desata polémica por continuidad de Israel en el programa espacial chileno CULTURA|CIENCIA

Fracaso satelital desata polémica por continuidad de Israel en el programa espacial chileno

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Marco Fajardo Caballero
Por : Marco Fajardo Caballero Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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A pesar del fracaso del FASat Delta, la empresa israelí ISI sigue a cargo del resto del programa espacial, tras ganar una licitación por 120 millones de dólares. Diputado Jorge Brito pide cancelar todo el programa, mientras que el experto en satélites Héctor Gutiérrez aboga por su continuidad.


El diputado Jorge Brito Hasbún (Frente Amplio), miembro de la Comisión de Defensa de la Cámara Baja, cuestionó los vínculos contractuales con la empresa israelí ImageSat International (ISI), tras el fracaso del satélite FASat Delta.

La empresa se adjudicó en 2021 un contrato por US$ 120 millones para poner en órbita 10 satélites chilenos, en el marco del Programa Nacional Satelital. Sin embargo, el primero de ellos, lanzado en junio de 2023, nunca pudo descargar las imágenes.

En noviembre pasado, la Fuerza Aérea de Chile (FACH) indicó en un comunicado que “tras un análisis exhaustivo, se ha tomado la decisión de cancelar el satélite FASat-Delta, como parte de la constelación del proyecto del Sistema Nacional Satelital (SNSat), debido al incumplimiento de los objetivos contractuales en su puesta operacional por parte de la empresa proveedora”.

La cancelación además se dio varios meses después de que el gobierno del Presidente Gabriel Boric decidiera excluir a las empresas israelíes de la Feria Internacional del Aire y del Espacio (FIDAE), en medio del conflicto de Gaza.

“No debiese continuar la relación con la misma empresa porque dio muestras claras de poca confiabilidad y debemos cuidar el avance del Programa Nacional Satelital”, manifestó Brito.

“Solo un ítem”

Héctor Gutiérrez es ingeniero especialista en Ingeniería Satelital e iniciado en los Proyectos FASAT desde 1993, llegando a desempeñarse como ingeniero de Calidad del Fasat Charlie. Dicho satélite se adquirió con el compromiso de que estuviera en órbita cinco años como mínimo, y aún está tomando imágenes, cumplidos ya 13 años de funcionamiento.

Tras ser consultado sobre cómo afectará el episodio del satélite FASat-Delta al resto del Programa Espacial Nacional, señaló que es importante considerar que todo el Proyecto SNSAT fue objeto de una licitación internacional y gestionada por la Fuerza Aérea de Chile con un contrato que está siendo manejado en todos sus detalles por esta institución y el Ministerio de Defensa Nacional.

A su juicio, después de la comunicación oficial de la cancelación del FASat Delta, es lógico asumir que este satélite es solo un ítem de todo el programa y el resto debiera seguir funcionando de acuerdo al contrato.

Con esto, Gutiérrez apunta al Centro Espacial Nacional (CEN) en Cerrillos (a ser inaugurado a fin de año); las tres estaciones terrenas en Antofagasta, Santiago y Punta Arenas; los laboratorios con su equipamiento en el CEN; y los programas de educación especializada con dictación de diplomados y magísteres.

“En todo caso, la negociación de este contrato y sus fallas o incidentes deberán ser objeto del trabajo jurídico institucional”, dijo Gutiérrez.

Interés nacional

Para el diputado Brito, la FACH tomó la decisión correcta.

“Las consecuencias para el país es que el riesgo de que se cayera el proyecto nacional satelital por incumplimientos por parte de unos proveedores no existe, dado que se cortó a tiempo el contrato con la empresa israelí por graves incumplimientos en la fabricación y la puesta en órbita del satélite que debió haber entregado imágenes para Chile hace meses y no ocurrió”, asegura.

Además resaltó que el contrato fijaba que el proyecto entregara resultados y se procedía al pago posterior a eso. Y como no fue el caso, no hubo perjuicio para el fisco y además se hicieron efectivas las multas, “por lo que se ha resguardado el interés nacional”.

Asimismo, destacó que el programa espacial continúa desarrollándose y ejecutándose conforme a los plazos establecidos.

“Es importante dar la tranquilidad de que no por el hecho de que la empresa de origen israelí incumpliera el contrato, todo se detendrá; muy por el contrario, el programa avanza”.

Sin embargo, al ser consultado sobre si el programa debía seguir con la misma empresa, expresó que “no debiese continuar la relación con la misma empresa porque dio muestras claras de poca confiabilidad y debemos cuidar el avance del Programa Nacional Satelital”.

Continuidad

Gutiérrez, en cambio, pone paños fríos.

Él cree que el vínculo “debiera seguir con la misma empresa y por supuesto sujeto a los acuerdos a que puedan llegar las partes para obtener los mejores beneficios y resultados”.

El especialista destaca que la FACH deberá comunicar cómo se reemplazarán los servicios que debía prestar este microsatélite, que esencialmente era el de tomar imágenes del territorio nacional con el detalle que debe estar en el contrato.

“Es posible que la FACH obtenga un satélite de reemplazo del FASat Delta siempre que los objetivos y el costo estén de acuerdo a los recursos disponibles. En todo caso, una vez que el Centro Espacial Nacional entre en funcionamiento con sus laboratorios de integración y prueba de satélites, podremos conocer el programa de lanzamiento de los nanosatélites y microsatélites considerados en el programa SNSAT”, expresó.

Más que compraventa

Este medio intentó sin éxito contactar a la empresa israelí. Quien sí habló fue el embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli.

El diplomático señaló que la cooperación tecnológica entre Israel y Chile para el desarrollo del Sistema Nacional Satelital (SNSAT) sigue plenamente vigente, y subrayó que la cancelación se refiere a un componente menor al 3 % del total del proyecto.

“El acuerdo con Israel es de transferencia tecnológica y desarrollo de capacidades locales, y no es solo una ‘compraventa’. El proyecto contempla la construcción de dos satélites de la clase FASat Echo, uno en Israel y el otro en Chile, y la fabricación de otros siete microsatélites, todos ellos en Chile, con tecnología israelí”, destacó.

Israel está entre los líderes mundiales en tecnología e innovación satelital. “Estamos convencidos de que la cooperación bilateral posicionará a Chile como líder en Latinoamérica en capacidades satelitales”, sostuvo el embajador.

Artyeli señaló además que no fue necesaria la comunicación a nivel de gobiernos por este tema, “considerando que el Sistema Nacional Satelital con Israel sigue adelante y que la cancelación se refiere a un componente menor al 3%”.

Autonomía

Brito aseguró que el Programa Nacional Satelital va a permitir autonomía en las comunicaciones con una mejor respuesta a los desastres socionaturales, “además de fortalecer nuestra defensa e investigación científica y el conocimiento respecto a nuestro patrimonio natural, tanto del mar como de las montañas, los valles y ríos”.

“Por eso es importante que el proyecto y el Programa Nacional Satelital se fortalezcan incluso con la formación de civiles capaces de operar material y medios satelitales, además del conocimiento científico, y que eso sea útil para la toma de decisiones en los municipios, la planificación urbana o bien en el Programa Nacional de Defensa o en la cartera de inversiones de obras públicas”, aseguró.

“Los satélites les van a servir a todos; han servido para encontrar personas perdidas en la montaña, han servido para poder mejorar y resguardar los intereses nacionales y la soberanía, y en esta oportunidad van a contribuir al futuro de Chile, por eso cuidar el programa es en este caso cortar el contrato con un proveedor que no cumple con lo prometido”, insistió.

El Mostrador intentó obtener versiones del Ministerio de Defensa y la FACh, pero no hubo respuestas de ambos organismos.

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