Invitan a escribir relatos ciudadanos sobre el terremoto de 1985

La Universidad de Chile, a través de su Programa Riesgo Sísmico, y en colaboración con el Centro Sismológico Nacional y SENAPRED, lanzó oficialmente la campaña “1985+40”.

Esta contempla una serie de actividades de divulgación científica para conmemorar el terremoto de Valparaíso de 1985 y otros desastres socionaturales ocurridos el mismo año, como el terremoto del 19 de septiembre en México y la erupción del volcán Nevado del Ruiz, el 13 de noviembre en Colombia.

Uno de los objetivos de la campaña “1985+40” es generar reflexiones colectivas en torno a los terremotos y otros desastres socionaturales ocurridos en territorio nacional y latinoamericano. En esa línea Pilar Barba, vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la U. de Chile, invitó a la ciudadanía a compartir sus recuerdos y anécdotas del terremoto de 1985:

“Durante todo el año trabajaremos en una serie de hitos que nos recordarán que vivimos sobre una tierra viva, así que les invitamos a enviar sus relatos sobre cómo vivieron este terremoto, ingresando a la página web mas40.uchile.cl”.

Para dar inicio a este hito, en el frontis de la Casa Central de la Universidad, se instaló el vehículo simulador sísmico de SENAPRED en el que las personas podían “revivir” la experiencia del terremoto de 1985 y de otros eventos, como el 27F.

Además, se presentó un equipo Raspberry del Centro Sismológico Nacional (CSN), que registraba los movimientos del terreno, como demostración de lo que hacen los sismómetros ubicados en todo el territorio nacional. Ambas instalaciones se ubicaron, durante la mañana de este lunes, en la vereda de la Alameda Bernardo O’Higgins y estuvieron abiertas a la participación de los transeúntes.

En forma paralela, en la Sala Eloísa Díaz de la Casa Central, se realizó el coloquio “A 40 años del terremoto de 1985: experiencias, aprendizajes y desafíos”, que contó con la participación de la directora de SENAPRED, Alicia Cebrián; del subdirector del Centro Sismológico Nacional, Mario Pardo; del docente Rodolfo Saragoni y de la geofísica y comunicadora científica María Constanza Flores, quien moderó la instancia.

En el conversatorio se entregaron antecedentes científicos e históricos del sismo, a la vez que se analizaron las políticas y estrategias para abordar estos fenómenos desde la institucionalidad, la academia y la ciudadanía, poniendo énfasis en la necesidad de integrar distintas disciplinas del conocimiento para generar una cultura de la prevención de riesgos de desastres.

Cultura preventiva

Al respecto, Alicia Cebrián, directora de SENAPRED, indicó que “es sumamente relevante hacer memoria sobre los desastres que nos han hecho crecer institucionalmente, como también reflexionar sobre cuán preparados estamos para una próxima situación de emergencia. Tuvimos hace pocos días un ‘apagón’, que nos dejó preguntas. Por lo tanto, estos espacios de memoria nos permiten fortalecer esta cultura preventiva que es tan necesaria en nuestro país”.

Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional de la U. de Chile, destacó la importancia de hablar sobre este terremoto que no solo quedó en la memoria colectiva, sino que también marcó un precedente a nivel científico:

“Debido a la cantidad de registros únicos que fueron acumulados durante su ocurrencia, este terremoto fue un avance tremendo para la construcción de las normas sismo resistentes, que han sido incorporadas en la cultura de edificación de nuestro país. Se puede decir que un terremoto magnitud 7,5 puede ocurrir en cualquier momento y lugar de Chile, por lo que tenemos que estar permanentemente preparados”.

Por último, Jaime Campos, director del Programa Riesgo Sísmico, llamó a hacerse parte del calendario de actividades anuales en torno a este hito, que estarán disponibles en el mismo sitio web y en las redes sociales de @prsismico.

Además, adelantó que “en agosto tendremos un encuentro de tres días, donde se invitarán a actores de México y Colombia, y que contará con cursos sobre las tecnologías satelitales y otros recursos que permiten identificar las geoamenazas”.