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El origen de todas las lenguas indoeuropeas CULTÍVATE Crédito: DW

El origen de todas las lenguas indoeuropeas

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Casi la mitad de la humanidad habla hoy una lengua cuyos orígenes se encuentran en una rama poco conocida de nómadas esteparios que vivían al norte del Mar Negro.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
​Investigaciones recientes han identificado a la población del Cáucaso-Bajo Volga (CLV) como el eslabón perdido entre las lenguas protoindoeuropeas y anatolias. Este grupo de nómadas esteparios, que habitó al norte del Mar Negro, se expandió y mezcló con cazadores-recolectores locales, dando origen a nuevas comunidades. Estudios genéticos liderados por David Reich y Ron Pinhasi, publicados en Nature, confirman que la CLV se conecta con todas las poblaciones de habla indoeuropea, esclareciendo el origen común de palabras como “madre” en diversas lenguas.
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La DW publicó un artículo sobre el origen de las lenguas indoeuropeas como el castellano.

Un ejemplo es el de los términos para referirse a la “madre”, que en diversos idiomas son similares: Mutter – mother – mater – mētēr – mātar – mātṛ́. Y apuntan a un origen común que los investigadores han estado buscando durante más de 200 años.

Las palabras padre, hermano, hija, hijo, nombre, ojo o pie también son sorprendentemente similares en alemán, inglés, persa, ruso, griego, latín, sánscrito. Alrededor de 400 lenguas germánicas, romances, eslavas, bálticas, celtas e indoiranias pertenecen a la familia de lenguas indogermánicas o indoeuropeas.

Casi la mitad de la humanidad habla hoy una lengua cuyos orígenes se encuentran en una rama poco conocida de nómadas esteparios que vivían al norte del Mar Negro. Según los investigadores, la llamada “población del Cáucaso-Bajo Volga” (en inglés, Caucasus-lower Volga, abreviado como CLV), es el vínculo largamente buscado entre las lenguas protoindoeuropeas y anatolias.

Este grupo probablemente se extendió en todas direcciones y se mezcló con los cazadores y recolectores que vivían allí para formar nuevos grupos. Así lo demuestran estudios recientes del genetista estadounidense David Reich y del antropólogo vienés Ron Pinhasi, publicados en la revista científica Nature. La línea del Cáucaso-Bajo Volga puede “conectarse con todas las poblaciones de habla indoeuropea”, asegura Pinhasi.

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