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Organización Meteorológica Mundial libera crudo informe del clima con consecuencias irreversibles

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Marco Fajardo Caballero
Por : Marco Fajardo Caballero Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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La OMM en su informe anual del clima reveló una cruda realidad sobre la temperatura media mundial, el nivel del mar, la frecuencia de fenómenos extremos y las perturbaciones económicas y sociales. El informe colisiona con las medidas anticlimáticas adoptadas en EEUU.


Un crudo informe sobre el estado actual del clima fue liberado esta mañana por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), dependiente de las Naciones Unidas (ONU).

El informe implica entra en colisión directa con todas las medidas locales, de impacto global, que ha adoptado la segunda administración de Trump y que incluye borrar toda mención al clima y a los estudios científicos que han develado la crisis y califica como “la estafa verde”.

Una contraposición a esos vientos negacionistas es el nuevo informe de la OMM que confirmó que 2024 fue, probablemente, el primer año natural en superar en más de 1,5 °C el valor de referencia de la era preindustrial, dado que la temperatura media mundial cerca la superficie estuvo 1,55 ± 0,13 °C por encima de la media del período 1850-1900.

Se trata del año más cálido desde que empezaron a registrarse los valores de temperatura hace 175 años.

En este informe emblemático de la OMM se evidencia que la concentración atmosférica de dióxido de carbono (CO2) ha alcanzado los niveles más altos de los últimos 800 000 años, y que a escala mundial, cada uno de los últimos diez años ha sido uno de los diez años más cálidos jamás registrados.

Asimismo, el contenido calorífico de los océanos ha marcado un nuevo máximo histórico en cada uno de los últimos ocho años; las 18 extensiones del hielo marino ártico más bajas de las que se tiene constancia se han producido en los últimos 18 años; y las tres extensiones del hielo antártico más reducidas han tenido lugar en los últimos tres años.

Por otro lado, el reporte señala la mayor pérdida trienal de masa glaciar jamás registrada corresponde a los tres últimos años; y el ritmo de aumento del nivel del mar se ha duplicado desde que comenzaron a realizarse mediciones satelitales.

“Señales de socorro”

Las señales de socorro de nuestro planeta se multiplican, pero en este informe se demuestra que aún es posible limitar el aumento de la temperatura mundial a largo plazo a 1,5 grados Celsius. Los líderes deben dar un paso adelante para lograrlo por conducto de los nuevos planes nacionales de acción climática que deben presentarse este año, aprovechando para ello los beneficios que las energías renovables limpias y baratas reportan a sus pueblos y economías”, declaró el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres.

“Sobrepasar en un año concreto el umbral de calentamiento de 1,5 °C no supone que sea imposible alcanzar los objetivos de limitación del aumento de la temperatura a largo plazo establecidos en virtud del Acuerdo de París, pero es una llamada de atención que nos advierte de crecientes riesgos para nuestras vidas, para nuestras economías y para el planeta”, afirmó la Secretaria General de la OMM, Celeste Saulo.

Según el informe, el calentamiento global a largo plazo, estimado mediante una serie de métodos, actualmente se cifra en un valor comprendido entre 1,34 y 1,41 °C respecto a la referencia del período 1850 1900, aunque deben tomarse en consideración los intervalos de incertidumbre asociados a las estadísticas de la temperatura mundial.

Un equipo de la OMM formado por expertos de todo el mundo está estudiando la cuestión en profundidad para garantizar un seguimiento coherente y fiable de la evolución a largo plazo de la temperatura mundial, en consonancia con la labor del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Más riesgos y costos

Con independencia de la metodología utilizada, cada fracción de grado de calentamiento es importante y multiplica los riesgos y los costos para la sociedad.

Las temperaturas mundiales sin precedentes observadas en 2023, y cuyos valores se superaron en 2024, se debieron principalmente al aumento continuo de las emisiones de gases de efecto invernadero, combinado con la transición de un episodio de La Niña (que ejerce un efecto de enfriamiento) a un episodio de El Niño (que ejerce un efecto de calentamiento).

Tal y como se apunta en el informe, otros factores pueden haber contribuido a los inesperados e inusuales incrementos bruscos de la temperatura, como cambios en el ciclo solar, una erupción volcánica masiva y una disminución de los aerosoles que ayudan a enfriar la atmósfera.

Escenario más amplio

Las temperaturas son solo una pequeña parte de un escenario mucho más amplio, según el reporte.

“Los datos de 2024 muestran que nuestros océanos siguieron calentándose y el nivel del mar siguió subiendo. La criosfera —es decir, las partes congeladas de la superficie terrestre— se está derritiendo a un ritmo alarmante: los glaciares no dejan de retroceder y el hielo marino de la Antártida alcanzó su segunda extensión más baja jamás registrada. Entretanto, las condiciones meteorológicas extremas siguen teniendo consecuencias devastadoras en todo el mundo”, dijo Celeste Saulo.

Ciclones tropicales, crecidas, sequías y otros peligros provocaron en 2024 el mayor número de nuevos desplazados de los últimos 16 años, contribuyeron a agravar las crisis alimentarias y ocasionaron cuantiosas pérdidas económicas.

“En respuesta, la OMM y la comunidad mundial redoblan esfuerzos a fin de potenciar los sistemas de alerta temprana y los servicios climáticos y, así, favorecer la resiliencia de las instancias decisorias y la sociedad en general ante los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos. Aunque se están logrando progresos en ese sentido, tenemos que hacer más y hacerlo más rápido. Solo la mitad de los países dispone de sistemas adecuados de alerta temprana, y eso debe cambiar”, aseveró Celeste Saulo.

La inversión en servicios meteorológicos, hidrológicos y climáticos es más importante que nunca para afrontar los retos y construir comunidades más seguras y resilientes, subrayó.

El informe se ha elaborado a partir de contribuciones científicas de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales, los Centros Regionales sobre el Clima de la OMM, asociados de las Naciones Unidas y decenas de expertos. Incluye recuadros dedicados al monitoreo de la temperatura mundial para supervisar el cumplimiento del Acuerdo de París y favorecer la comprensión de las anomalías de temperatura en 2023 y 2024. Asimismo, incluye suplementos sobre servicios climáticos y sobre episodios meteorológicos extremos.

La publicación, que forma parte de una serie de informes científicos de la OMM cuyo objetivo es fundamentar los procesos decisorios, se ha presentado en vísperas del Día Meteorológico Mundial (23 de marzo), el Día Mundial del Agua (22 de marzo) y el Día Mundial de los Glaciares (21 de marzo).

Tres métodos para obtener una estimación actualizada del calentamiento global actual en 2024, en comparación con el método empleado en el Sexto Informe de Evaluación del IPCC, que utiliza las medias de los diez años anteriores y es representativo del calentamiento hasta 2019. La mejor estimación resultante de cada método se representa mediante una línea vertical oscura, y el intervalo de incertidumbre se representa mediante el área sombreada. Crédito: OMM

Dióxido de carbono atmosférico

La concentración atmosférica de CO2, así como también las de metano (CH4) y de óxido nitroso (N2O), han alcanzado los niveles más altos de los últimos 800 000 años.

En 2023 —último año para el que se dispone de cifras anuales consolidadas a escala mundial— las concentraciones de CO2 fueron de 420,0 ± 0,1 partes por millón (ppm), 2,3 ppm más que en 2022 y un 151 % más que el nivel de la era preindustrial (1750). Un valor de 420 ppm corresponde a 3 276 Gt, es decir, 3 276 billones de toneladas de CO2 en la atmósfera.

Los datos en tiempo real obtenidos de determinados emplazamientos indican que las concentraciones de esos tres gases, los más abundantes en la atmósfera, siguieron aumentando en 2024. El dióxido de carbono permanece en la atmósfera durante generaciones y retiene en ella el calor.

Temperatura media mundial cerca de la superficie

En 2024 se batió el récord de temperatura. Además, cada uno de los últimos diez años (2015 2024) fue uno de los diez años más cálidos de los que se tiene constancia.

La temperatura sin precedentes de 2024 se vio impulsada por un intenso episodio de El Niño, que alcanzó su punto álgido a principios de año. En todos y cada uno de los meses comprendidos entre junio de 2023 y diciembre de 2024, las temperaturas medias mensuales del planeta superaron todos los registros mensuales anteriores a 2023.

Las concentraciones récord de gases de efecto invernadero fueron el principal motor del aumento de la temperatura, mientras que el paso del episodio de El Niño al episodio de La Niña tuvo una influencia menor.

Contenido calorífico de los océanos

Alrededor del 90% de la energía acumulada en el sistema Tierra por causa de los gases de efecto invernadero se almacena en el océano.

En 2024, el contenido calorífico de los océanos alcanzó su nivel más alto desde que empezaron a efectuarse observaciones de esa variable hace 65 años. Y en cada uno de los últimos ocho años se ha establecido un nuevo récord. El ritmo de calentamiento de los océanos en los dos últimos decenios (2005-2024) duplica con creces el observado durante el período 1960-2005.

El calentamiento de los océanos degrada los ecosistemas marinos, contribuye a la pérdida de biodiversidad y reduce la capacidad de las aguas para actuar como sumidero de carbono. Además, intensifica las tormentas tropicales y agrava el aumento del nivel del mar, sin olvidar que es irreversible durante siglos o milenios. Según las proyecciones climáticas, el calentamiento de los océanos continuará al menos durante el resto del siglo XXI, incluso aunque se logren escenarios de bajas emisiones de carbono.

Contenido calorífico de los océanos anual a escala mundial hasta los 2000 m de profundidad entre 1960 y 2024, expresado en zettajulios (1021 J). El área sombreada indica el intervalo de incertidumbre 2 sigma calculado para cada estimación. Crédito: OMM

Acidificación de los océanos

La acidificación de la superficie oceánica continúa, como lo demuestra la disminución constante del pH medio mundial de la superficie de los océanos. Los descensos regionales más marcados se produjeron en el océano Índico, el océano Austral, la zona oriental del Pacífico ecuatorial, la zona septentrional del Pacífico tropical y determinadas regiones del océano Atlántico.

Ya se han observado claramente los efectos de la acidificación de los océanos en la extensión de los hábitats, la biodiversidad y los ecosistemas, y tanto los arrecifes de coral como la producción alimentaria fruto de la acuicultura y la pesca de marisco se han visto afectadas.

Las proyecciones indican que la acidificación de los océanos seguirá aumentando a lo largo del siglo XXI, y su ritmo dependerá de las emisiones futuras. Los cambios en el pH de las capas profundas de los océanos son irreversibles en escalas temporales del orden de siglos o milenios.

Nivel medio del mar a escala mundial

En 2024, el nivel medio del mar a escala mundial fue el más alto desde que empezaron a obtenerse mediciones satelitales en 1993, y la tasa de aumento observada entre 2015 y 2024 duplicó la registrada entre 1993 y 2002, al pasar de 2,1 mm anuales a 4,7 mm anuales.

La subida del nivel del mar tiene efectos en cadena que deterioran los ecosistemas costeros y la infraestructura litoral, y cabe destacar las repercusiones debidas a las inundaciones y la intrusión salina que contamina las aguas subterráneas.

Balance de masas de los glaciares

Entre 2022 y 2024 se registró el balance trienal de masas de los glaciares más negativo del que se tiene constancia. Desde 1950, siete de los diez años con los balances de masas más negativos jamás registrados se han producido a partir de 2016.

Se observaron balances de masas excepcionalmente negativos en Noruega, Suecia, Svalbard y los Andes tropicales.

El retroceso de los glaciares incrementa los peligros a corto plazo, socava las economías, deteriora los ecosistemas y pone en jaque la seguridad hídrica a largo plazo.

Extensión de los hielos marinos

Desde que empezaron a realizarse mediciones por satélite, las 18 extensiones mínimas de los hielos marinos del Ártico más bajas de las que se tiene constancia se han producido en los últimos 18 años.

Respecto a la extensión de los hielos marinos en la Antártida, sus valores mínimo y máximo anuales fueron, en ambos casos, los segundos más bajos jamás registrados desde que empezaron las observaciones en 1979.

En 2024, la extensión mínima diaria de los hielos marinos del Ártico fue de 4,28 millones de km2, la séptima extensión más baja en los 46 años de datos satelitales. En la Antártida, la extensión mínima diaria fue la segunda más baja del registro satelital y, por tercer año consecutivo, no superó los 2 millones de km2. Se trata de las tres extensiones mínimas del hielo antártico más bajas registradas por satélite.

Fenómenos extremos y sus efectos

Los fenómenos meteorológicos extremos acaecidos en 2024 provocaron el mayor número anual de nuevos desplazados desde 2008, acarrearon la destrucción de viviendas, infraestructuras críticas, bosques y tierras de cultivo y entrañaron la pérdida de biodiversidad.

A mediados de 2024, los efectos combinados de diversas perturbaciones —como el recrudecimiento de los conflictos, la sequía y los elevados precios de los alimentos en el ámbito nacional— habían agudizado las crisis alimentarias en 18 países.

Los ciclones tropicales fueron la causa de muchos de los eventos de mayor impacto de 2024, entre los que cabe destacar el tifón Yagi en Viet Nam, Filipinas y el sur de China.

En octubre, los huracanes Helene y Milton tocaron tierra en la costa oeste de Florida (Estados Unidos) como huracanes de primer orden y ocasionaron pérdidas económicas valoradas en decenas de miles de millones de dólares. Las excepcionales lluvias e inundaciones provocadas por Helene causaron más de 200 víctimas mortales, el mayor número de fallecidos por causa de un huracán en el territorio continental de los Estados Unidos desde el Katrina en 2005.

En el océano Índico, el ciclón tropical Chido causó víctimas y pérdidas económicas en la isla francesa de Mayotte, Mozambique y Malawi. Solo en Mozambique, obligó a unas 100 000 personas a abandonar sus hogares.

Puedes ver el informe completo AQUÍ.

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