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Gestores inician proceso de creación de la Asociación Nacional de Espacios Culturales de Chile CULTURA Crédito: Cedida

Gestores inician proceso de creación de la Asociación Nacional de Espacios Culturales de Chile

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Se formaliza la Asociación Nacional de Espacios Culturales de Chile, una red que busca fortalecer la colaboración entre instituciones culturales. El proyecto, que cuenta con el apoyo del MINCAP, busca superar desafíos estructurales y generar oportunidades de coproducción artística.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
Se formalizó la Asociación Nacional de Espacios Culturales de Chile, un esfuerzo colaborativo de seis importantes centros culturales. El proyecto, apoyado por el MINCAP, tiene como objetivo enfrentar desafíos estructurales del sector cultural, promover coproducciones artísticas y mejorar la sostenibilidad de los espacios culturales en el país.
Desarrollado por El Mostrador

Con el objetivo de fortalecer la colaboración entre diversas instituciones culturales del país y enfrentar los desafíos estructurales, directores de seis importantes centros culturales se reunieron en Chillán para desarrollar el primer hito formal de la Asociación Nacional de Espacios Culturales de Chile. Un proceso de creación que se realizará a lo largo de diez meses gracias al fondo de la Secretaría Ejecutiva de Economía Creativa del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (MINCAP).

La red está integrada, en primera instancia, por el Centro Cultural Matucana 100, el Teatro Regional del Maule, el Teatro y Centro Cultural Municipal de Chillán,  el Teatro Municipal de Ovalle, el Teatro Biobío y el Teatro Regional Lucho Gatica de Rancagua. Todos estos administran y gestionan teatros y galerías, además de impulsar proyectos artísticos de alcance nacional e internacional.

Sobre este proceso de formalización, Ifman Huerta, director Ejecutivo de la Corporación Cultural Municipal de Ovalle, señala que: “Queremos inicialmente generar esta red de manera formal y constituirnos, y en base a eso, poder estructurar un plan de gestión que converse con las diferentes oportunidades y desafíos que tiene cada una de las instituciones participantes. Además, de desarrollar trabajos de producción o de coproducción, poder provocar la circulación de diversos contenidos artísticos de los creadores de nuestras regiones y buscar financiamiento para poder generar un trabajo con un equipo interno”.

Sobre este primer hito de activación, Virna Veas Flores, directora Ejecutiva de la Corporación Cultural Municipal de Chillán, destaca que: “lo que comenzó como con una conversación distendida en algunos de los eventos culturales que nos encontramos, ya está tomando forma. Desde hace un año que firmamos un compromiso de comenzar este trabajo y formalizarlo, y hoy eso está dando los primeros frutos”.

Cristóbal Gumucio, director del Centro Cultural Matucana 100, comparte también que: “Entre las instituciones culturales vimos una oportunidad de generar una red que nos permitiera aprovechar toda nuestra trayectoria y generar no solamente más coproducciones sino que también transferencias de experiencias”.

Un modelo innovador de colaboración cultural

La Asociación Nacional de Espacios Culturales, nace en un contexto de desafíos para el sector, marcado por la precariedad del financiamiento, la falta de mecanismos de gestión compartida y la ausencia de una representación unificada ante los organismos gubernamentales. A través de este modelo de trabajo en red, las instituciones buscan reducir la fragmentación del sector, mejorar la sostenibilidad de sus espacios y generar estrategias conjuntas de colaboración, financiamiento y difusión.

“Los principales desafíos que enfrentan actualmente los espacios culturales y los distintos modelos de gestión son la sostenibilidad económica y con nuestros públicos, el poder trabajar de manera colaborativa para generar un aporte real al desarrollo de la política pública; y trabajar con instituciones como el Ministerio, el que nos proporciona diversas fuentes de financiamiento que se vuelven muy oportunas a la hora de generar un desarrollo más sostenible”, señala Huerta.

Esta articulación se proyecta como una plataforma clave en el ecosistema cultural chileno, promoviendo la sistematización de su modelo de gobernanza y la implementación de metodologías de planificación estratégica que permitan consolidar su impacto. Al respecto, Huerta sostiene que esta red contribuye a la descentralización, al desarrollo de los contenidos artísticos y escénicos, a la generación de una política pública, al diálogo y a la posibilidad de crear una oferta programática con diversas fuerzas y fuentes de financiamiento.

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