
Arelis Uribe, escritora: “Que las novelas venden más es un prejuicio comercial más que una certeza”
Tras una primera edición, nuevamente la escritora realizará un taller de escritura en el Parque Cultural de Valparaíso. Veinte personas serán seleccionadas para integrar el taller de narrativa guiado por la autora de “Quiltras”, quien está próxima a lanzar un nuevo libro.
Cuento, crónica o novela. Estos son los géneros literarios que el grupo de 20 seleccionados podrá trabajar en quince sesiones con la escritora Arelis Uribe, autora de Quiltras, quien actualmente vive en la ciudad puerto. La convocatoria para ser parte del taller gratuito se encuentra abierta hasta el 28 de abril y es exclusiva para residentes del Gran Valparaíso.
“El año pasado recibimos casi 200 postulaciones, lo que me llena de dicha, pues significa que allá afuera hay cientas de personas escribiendo literatura”, señala Uribe, respecto a la experiencia del año 2024, que, al igual que en esta oportunidad, se impartirá en el Parque Cultural de Valparaíso gracias al Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura.
El taller se desarrollará los días sábados del 10 de mayo al 30 de agosto de 2025, entre las 11:00 y 13:00 horas. En la instancia, cada participante revisará textos referenciales y tendrá la oportunidad de someter un manuscrito narrativo a revisión grupal. Esta metodología, explica Uribe, “la vengo desarrollando hace años y me parece la más idónea: analizamos bibliografía inspiradora y luego comentamos un manuscrito del taller de forma colectiva. Es un espacio de compartencia, donde cada cual enseña lo que sabe y aprende lo que le falta”.
El taller estará integrado por 20 personas, previa selección, las cuales deben ser residentes del Gran Valparaíso. Los encuentros se desarrollarán los sábados de 11:00 a 13:00 hrs., durante 15 sesiones, del 10 de mayo al 30 de agosto en el Parque Cultural de Valparaíso. Las postulaciones están disponibles hasta el 30 de abril mediante el correo editorialnegra@gmail.com
– ¿Cuál es tu balance de la primera experiencia de taller que diste en Valparaíso?
– Primero quiero celebrar y agradecer al Fondo del Libro por abrir esta modalidad. Muchos autores vivimos de dar taller, cobramos por guiar proyectos literarios. Esta instancia es genial porque posibilita talleres de creación literaria sin costo para el público. Quedé muy satisfecha con la experiencia de 2024, como recién llegada a Valparaíso, me permitió descubrir la abundancia creativa del puerto: hay mucha gente que quiere escribir.
– ¿Cómo se nutre tu trabajo escritural con tu labor de tallerista?
– Lectura, escritura y enseñanza se enlazan en un círculo virtuoso. Primero, leo muchísimo, es un placer inigualable, un pasatiempo que simbióticamente me permite crecer en mi rubro profesional. En mis lecturas recojo técnicas que luego homenajeo o subvierto en mi escritura. Como educadora, pruebo estrategias basadas en compartir aquello que a mí me ha servido a la hora de escribir, junto con bibliografía inspiradora.
– ¿Cómo visualizas el género del cuento en el campo literario local?
– Me parece que varias editoriales, en especial las transnacionales, ven el cuento como un género menor que la novela. Las novelas venden más, lo que es un prejuicio comercial, más que una certeza de calidad literaria. La generación de autoras a la que pertenezco debutó con cuentos: Paulina Flores y Romina Reyes, por ejemplo. Un buen poema puede responder a la estructura clásica del cuento; una novela puede ser un cuento narrado con lujo de detalles. Soy fan del género breve y en Chile tenemos grandes cuentistas, como Marta Brunet, Roberto Bolaño o Gabriela Mistral.
– Vuelves a publicar un libro de cuentos luego de casi diez años de “Quiltras”. ¿Qué sientes de volver con esta novedad editorial?
– Siento ansiedad, terror, alegría y gratitud. Tengo muchas ganas de saber qué piensa el público de estos cuentitos. Me llena de satisfacción entregar una nueva ofrenda al muro infinito de la exquisita literatura chilena.
– Los personajes de “Telepunga” son de clases populares como los de “Quiltras”. ¿Cómo dialogan ambos libros?
– Dialogan porque como dicen por ahí: “el primer libro contiene todos los demás”. Pareciera que los artistas tocamos siempre la misma tecla. Hay obsesiones y estéticas que se repiten. La mayor conexión es que los escribí en la misma época. Cuando empecé a explorar la creación narrativa no pretendía escribir un libro; quería escribir cuentos. Creé una veintena. Ocho de ellos se publicaron en “Quiltras”, el resto durmió inconcluso por una década, hasta el año pasado, cuando los encontré por accidente.
– ¿Qué otros proyectos vienen para ti?
– Vienen infinitos proyectos porque quiero vivir trescientos años, como los árboles. Con “Telepunga” ya serán dos libros de cuentos, por un rato me parece suficiente exploración del género breve. Ahora quiero saltar al opuesto, abocarme a lo extenso. Trabajo en varias novelas en paralelo, las que más temprano que tarde verán la luz.
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