
Paulina Urrutia sobre los cuidados en Puerto de Ideas: “Lo tenemos que asumir como sociedad”
En el Festival Puerto de Ideas Antofagasta, Paulina Urrutia y Andrea Slachevsky abordaron los desafíos del Alzheimer y la importancia de la visibilidad del diagnóstico.
La neuróloga Andrea Slachevsky y la actriz Paulina Urrutia conversaron junto a Héctor Cossio, editor general de El Mostrador sobre los desafíos del Alzheimer y otras demencias en el Festival Puerto de Ideas Antofagasta.
Desde su experiencia en el documental dirigido por Maite Alberdi, La memoria infinita y en su vida personal, Urrutia abordó el impacto emocional de enfrentar un diagnóstico.
Paulina Urrutia recordó cómo, a pesar de sus resistencias iniciales, apoyó la decisión de Augusto Góngora de registrar su enfermedad. Relató la importancia de compartir el diagnóstico más allá del núcleo familiar, señalando que visibilizarlo puede fortalecer las redes de apoyo y crear comunidades más empáticas.
“Primero decir que, en términos personales, yo nunca decidí hacer esa película. Yo fui una persona que me opuse hasta el final justamente porque era un tema que era muy delicado de asumir”, expresó Urrutia.
También, habló de los momentos de incertidumbre que la llevaron a reconocer el avance de la enfermedad, como el extravío del auto que Augusto olvidó dónde había estacionado.
“Extrañamente cuando uno ve la historia de lo que son las demencias, nos cuesta mucho. Y hay una tendencia a proteger a la persona, y es la familia que quiere tener el diagnóstico y a la persona ocultarlo”, agregó Slachevsky. “Muchas veces el anuncio del diagnóstico es más doloroso para la familia que el paciente, pero más allá de para quién es más doloroso, yo creo que el gran problema es la honestidad. Cuando uno empieza a construir relaciones con equipos tratantes, con familiares en base a mentiras, no que no vaya a saber porque se va a deprimir, al final todo se entorpece”, dijo.
Andrea Slachevsky destacó que anunciar un diagnóstico de Alzheimer sigue siendo una tarea difícil para los médicos, no solo por la incerteza en muchos casos, sino también por la carga emocional que implica. Explicó que el olvido cotidiano es normal, pero que se debe poner atención cuando los fallos de memoria afectan la funcionalidad diaria.
“Sabemos que en el día de hoy no tenemos cura, no tenemos idea cuando vamos a tener cura y cada vez más nos damos cuenta que son enfermedades más complejas, más heterogéneas y ahora estamos viendo que sus formas son más complejas, pero el hecho de que no haya cura no significa que hay tratamiento”, sostuvo la doctora.
Uno de los puntos más críticos fue la reflexión sobre el rol del cuidador, Andrea Slachevsky subrayó que la sociedad debe mirar el cuidado como una responsabilidad colectiva, no solo individual. Ambas coincidieron en la urgencia de aprobar políticas como el Plan Nacional de Cuidados, que reconozcan el desgaste físico y psicológico de quienes acompañan a personas con demencia.
“Uno de los pilares del apoyo es también preocuparse del cuidador, pero creo que la respuesta no puede ser solamente de preocuparse del cuidador, la respuesta es más bien social”, expresó Slachevsky.
Por su parte, Urrutia, coincidió con la experta, “nosotros tenemos responsabilidades personales pero este es un problema socio-sanitario, no es un problema solo médico, nuestra sociedad esta envejeciendo, hacernos cargo de adultos mayores que van a enfermar y morir es algo que tenemos que asumir como sociedad”, dijo.
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