Obra “Cuando a un hombre lo fusilan y no muere”
A fines de noviembre se realizarán las últimas funciones gratuitas de la obra de teatro “Cuando a un hombre lo fusilan y no muere”, en distintas comunas de la Región de O’Higgins, dirigida a todo tipo de público, pero especialmente a las nuevas generaciones, ya que invita a una conversación intergeneracional sobre el pasado de nuestro país.
Bajo la dirección y dramaturgia de Verónica Díaz-Muñiz, “Cuando a un hombre lo fusilan y no muere” es la nueva obra de Colectivo Interior y llega a los escenarios con una historia profunda y conmovedora inspirada en la vida de José Calderón, abuelo de uno de los actores, desaparecido y dado por muerto en la Caravana de Paine durante la dictadura, quien fue lanzado al río Maipo. En un giro inesperado, Calderón logra escapar y permanece escondido por años, sólo para vivir su última etapa marcada por el Alzheimer, confundido entre recuerdos y traumas que le hacían pensar que aún seguía preso.
“La obra está pensada para que nietos, padres y abuelos puedan dialogar en base al pasado de Chile, pero principalmente es para los más jóvenes. Esta decisión radica en que serán ellos, quienes tengan que seguir abordando estos temas para la construcción de una sociedad más justa y consciente”, comenta Verónica.
“Cuando a un hombre lo fusilan y no muere” investiga la relación entre los agujeros negros y cómo ciertos eventos traumaticos alteran nuestra manera de comprender y percibir la realidad.
La directora de la obra explica que el agujero negro simboliza el trauma colectivo que ocurrió tras la dictadura: una herida invisible, poderosa y disruptiva que quiebra las leyes de lo cotidiano y genera una experiencia de oscuridad, incertidumbre y desaparición, similar a la implosión de una estrella. “En este proceso creativo nos preguntamos de qué manera el trauma nos rompe hacia dentro, en qué nos transforma y cómo seguimos después de eso”, explica.
Con una puesta en escena de 70 minutos y un equipo creativo que incluye a Rodrigo Meneses en el diseño sonoro y Nicoletta Fuentealba en vestuario, la obra convierte el concepto de agujero negro en una metáfora del trauma: ese “vacío” que atrapa y transforma. Un viaje teatral único que desafía al espectador a cuestionar y conectar con las heridas no resueltas de nuestra historia.
Las funciones se realizarán el jueves 28 a las 19.30 hrs en el Salón de las Artes de Navidad; y el viernes 29 a las 20.00 hrs en el Teatro Municipal de Olivar.
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