CULTURA
Exposición “SUR-REAL. Retrospectiva póstuma de Germán Arestizábal (2000 – 2021)”
El arcoíris de la exposición “SUR-REAL. Retrospectiva póstuma de Germán Arestizábal (2000 – 2021)” toca pie en el Museo de Artes Palacio Baburizza de Valparaíso. Una retrospectiva de las dos últimas décadas (2000 – 2021) del singular artista chileno, desde los últimos destellos del lápiz a color; las técnicas mixtas del dibujo, la tinta, el pastel y el collage; hasta las técnicas reproductivas del Arte Pop y la serigrafía, junto a registros en el arte ilustrativo del libro, la revista, el vinilo, fotografías, cartas y manuscritos, e instrumentos de su taller de especial significado.
Nacida de una labor de dos años tras la partida del artista y la generosidad de su esposa María Kremer, esta muestra póstuma de 40 obras dialoga en cruces de motivos, cronologías y técnicas en la sala del renombrado museo porteño, en lúdicas asociaciones del universo surreal y onírico de Arestizábal.
Allí están el cine y el jazz, dominios predilectos del artista. Nostalgia de siluetas del Ángel Azul; de sombreros Bogart y ojos Bacall; o de la instantánea aparición del Gato Félix, su homenaje a la historieta y la animación. Automóviles Sedanette o Hudson Hornet, íconos del cine negro y de la segunda post-guerra –la época temprana del joven artista- , detenidos a la vera del camino: espacios impermeables del deseo o de un sugerente arte de eros. Sombreros country del eximio dibujante. O zapatos coloreados, regalos aeropostales París-Valdivia de su amigo el cineasta Raúl Ruiz.
Nostalgia del blues y del jazz que deambula por las líneas negras, blancas y azules de la tinta y el collage: Billie Holiday, Miles Davis, Chet Baker o Monk. Ejecución plástica de solos cinéticos y melódicos en la maestría de montajes, superposiciones y fusiones. Un bajo continuo de imágenes de sellos oníricos que hacen del arte de Arestizábal un sueño despierto o una vigilia a ojos cerrados, como el cine o el jazz mismos.
Asombro ante el sentido maravilloso del juego visual de las palabras en diálogo con Jorge Teillier, tras dibujos y poemas en la captación del destello mágico. Diálogo del dúo de artistas en el País Sur Real. País Arestizábal. País de la Maravilla al Sur del Espejo.
Cuadros para una exposición e invitación a todo visitante, desde la desaparición paulatina del arcoíris del lápiz a color, la variación serigráfica y las experimentaciones de sus últimos collages, abierta para una nueva nostalgia de sus contemporáneos, el descubrimiento de las generaciones jóvenes, y el juego arborescente de colores de Alicia y el Conejo Blanco para la niñez de hoy.
Germán Arestizábal, como el propio arcoíris, apagó sus colores en el puerto de Valdivia el 2 de Junio de 2021. Regalo de primavera tras la lluvia, este arcoíris deja su arco en el puerto de Valparaíso, como Castro, Acajutla, San Francisco, Nueva York, París o Valdivia, puertos marinos o fluviales –como también sus pueblos, ciudades y universos interiores- que el artista tanto amó y recreó para su arte.
Luis Andrés Figueroa, curador de la exposición.
Inscríbete en el Newsletter Cultívate de El Mostrador, súmate a nuestra comunidad para contarte lo más interesante del mundo de la cultura, ciencia y tecnología.
