Serie documental musical “Bestiario Del Ruido” en ARTV

Serie “Bestiario Del Ruido” en ARTV

• Durante el mes de febrero.
• Vía ARTV.

La primera temporada de la serie Bestiario del Ruido ofreció una instantánea al circuito independiente en 2022. Su segundo ciclo, disponible en la señal de cable ARTV, repasa 10 propuestas sonoras a través de una apuesta renovada por la disonancia y la experimentación, según explica su creadora, la realizadora Susana Díaz.

“La principal diferencia entre la propuesta inicial y la actual es que ahora tenemos más bandas experimentales y desconocidas. Creo que es una curatoría más jugada con gente como Montaña Extendida o Charlotte Vázquez con Orquesta Pandroginia”.

“Dentro de la selección está la intérprete de teremín Agnes Paz, que pasó de vivir en la Unión Soviética a radicarse al sur de Chile. Hay proyectos experimentales como Tobías Alcayota, que combina rock con sonidos andinos, el hardcore punk de Bbs Paranoicos y artistas del sello Fisura como Columpios al Suelo y Dolorio & los Tunantes. En el lado del pop encontrarán cosas inusuales como Sofía Oportot y Nader Cabezas. Finalmente está el dúo Diavol Strain, que combina rock gótico con letras contestatarias y ha tenido una proyección internacional con presentaciones en la radio KEXP de Seattle”, detalla.

En conversación con la plataforma Lejos De La Multitud, un espacio dedicada al rescate de artefactos contraculturales, la directora afirma que pese a lo ecléctico de los sonidos recogidos, hay elementos comunes entre las “bestias sonoras” que integran la propuesta. “Creo que el espíritu de la serie es bien disidente porque no busca los artistas más famosos y eso le da un sello. Si bien hay algunos que pasaron por momentos de mayor exposición, en general son gente que siguió experimentando por otros lugares y llegó a un lugar distinto. A diferencia de otros proyectos que he hecho, acá todos los músicos han aperrado mucho respecto a compartir material, tener una excelente disposición y eso genera un circuito de personas que forman parte de un proceso colaborativo”.

Desde su experiencia como docente en la Escuela de Cine de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Díaz piensa que la televisión encierra posibilidades de exploración creativa. “Estoy a cargo del ramo Laboratorio de TV y ahí hacemos una experimentación tanto en contenidos como en visualidades. A través de la vía televisiva es posible hacer cosas narrativamente innovadoras, como lo que creó David Lynch con “Twin Peaks” o la serie de Jean-Luc Godard sobre la historia del cine (“Histoire[s] du cinéma” de 1988)”.

Una administración cultural deficiente

Mirando atrás, la directora considera que el país que incubó la primera temporada del show cambió drásticamente luego de que el primer proceso constitucional no logró producir una carta magna que respondiera a las demandas ciudadanas. “La primera temporada refleja un momento de efervescencia porque era algo nuevo y coincidió con un momento existía la posibilidad de un nuevo Chile o de que las cosas se iban a abrir más, algo que muchos de los artistas mencionaban”.

“Un fenómeno que se dio entre esa y esta temporada es que mucha gente que no estaba ni ahí con la política se esperanzó con la idea de un recambio y apoyó a Boric porque era la opción de que llegara alguien más joven, pero el resultado no fue lo que se prometió. Ha habido una mala administración en términos de la cultura, entonces la decepción es justificable y quizá esas personas que se entusiasmaron no vuelvan a hacerlo de nuevo”, opina.

Ante el escenario que abrió el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y un panorama local donde los candidatos con más posibilidad de llegar a La Moneda reconocen identificarse con partes del programa del mandatario estadounidense, han surgido voces que sostienen que el avance de la derecha global viene como una respuesta a las falencias del progresismo y lo “woke”. Como creadora vinculada a la contracultura, Díaz cree que esta narrativa confunde algunos elementos de base.

“Las escenas subterráneas no están dentro de lo que se describe como progresismo, han existido sometidas a la discriminación desde que se formaron y no son parte de la corriente principal. A veces el progresismo se abandera de cosas que no entiende y las vuelve institucionales, por ejemplo, hay una disidencia que está de moda cuando eso permite acceder a fondos, pero la disidencia de la que hablan los artistas de la serie tiene que ver con un deseo personal de generar un mundo aparte, lo que se diferencia de los progres que acumulan poder en términos de votos y cuotas de poder en el Parlamento, Acá no hay mucho de eso”.

“Creo que los artistas que forman parte de este proyecto son voces marginadas y el proyecto no apunta tanto a la masa, sino a que llegue gente a la que le pueda interesar un circuito más alternativo. Siempre es bueno que lo vean mil personas y que aumenten los likes e interesados, pero eso se va a ir dando no por pagar por seguidores o hacer una publicidad artificial, sino porque la gente llegue de a poco y se vaya quedando”, concluye.