Científico informó que la temperatura máxima registrada el lunes 5 de febrero en la base Escudero fue de 7,8 °C, casi 5 °C por encima de los valores típicos para la fecha. Además, afirma que el evento ya concluyó, siendo los efectos de los ríos atmosféricos intensos, pero de corta duración.
A inicios de la semana pasada, un río atmosférico de alta intensidad arribó al norte de la península Antártica. Este fenómeno meteorológico se caracteriza por corrientes de aire cálido y húmedo que se desplazan desde zonas tropicales hacia las regiones polares, generando precipitaciones y elevadas temperaturas.
En esta ocasión, el evento fue registrado en la costa oeste de la península donde se encuentran la mayoría de las bases chilenas en el territorio antártico, incluyendo la base “Profesor Julio Escudero”, del Instituto Antártico Chileno (INACH), en isla Rey Jorge.
“Todas las estaciones meteorológicas en esta área registraron temperaturas anormalmente altas, alcanzando un récord de 10,9 °C en la estación ‘Gabriel González Videla’, siendo la temperatura más alta registrada en lo que va del año en el Continente Blanco. Esto superó por poco los 10,8 ºC que se registraron en la base ucraniana Vernadsky”, advirtió el climatólogo Raúl Cordero, académico e investigador de la Universidad de Santiago de Chile y miembro del Programa Nacional de Ciencia Antártica que organiza el INACH.
Cordero también informó que la temperatura máxima registrada el lunes 5 de febrero en la base Escudero fue de 7,8 °C, casi 5 °C por encima de los valores típicos para la fecha. Además, afirma que el evento ya concluyó, siendo los efectos de los ríos atmosféricos intensos, pero de corta duración.
Asimismo, mencionó que las temperaturas de los últimos días son comparables a las registradas hace dos años, el 7 de febrero de 2022, cuando producto del arribo de otro río atmosférico, se registraron casi 14 °C en la base Carlini, ubicada 400 kilómetros más al sur, y casi 12 °C en la base ucraniana Vernadsky.
Desafortunadamente, estos eventos de altas temperaturas relativas asociadas a los ríos atmosféricos pueden intensificar el derretimiento del hielo.
“Probablemente este evento de calor contribuya al aumento de los déficits en la extensión del hielo marino que actualmente afecta a toda la Antártica occidental, incluida la costa oeste de la península Antártica”, resalta Cordero. En la actualidad, la extensión del hielo marino en todo el continente antártico muestra un déficit de más de un millón de kilómetros cuadrados.
“Por primera vez, tenemos un registro de altas temperaturas en una zona que previamente no se había documentado, gracias a la implementación de instrumentos validados por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) en colaboración con el INACH. Este esfuerzo conjunto nos permitió registrar una temperatura elevada de 10,9 °C en la base “Gabriel González Videla”. De no ser por estos sensores, no habríamos tenido conocimiento de su existencia”, afirma Marcelo González, jefe del Departamento Científico del INACH.
La información sobre este fenómeno climático y sus efectos se ha obtenido a través de la Red Latitudinal de Estaciones Multiparamétricas, una extensa red que abarca más de 2.200 kilómetros lineales y proyecta instalar 21 estaciones meteorológicas a lo largo de la península Antártica. En esta iniciativa, el INACH colabora estrechamente con la DMC, lo que constituye una herramienta útil para monitorear la variabilidad climática en la Antártica y comprender mejor los impactos de fenómenos climáticos extremos como estos ríos atmosféricos.
“En el caso de Chile, nos interesa especialmente medir en la Antártica y tener una red de sensores nos permite mejorar los modelos climáticos en esta región. Sabemos que la Antártica regula el clima del continente sudamericano y tiene un impacto directo en Chile, manifestándose en fenómenos como incendios forestales, altas temperaturas, lluvias o aluviones. Existen teleconexiones entre lo que sucede en el Pacífico y lo que ocurre en la península Antártica. Por eso, es crucial contar con más estaciones meteorológicas y sensores cubriendo la península Antártica, donde Chile tiene cobertura, lo que nos ayudará a predecir los impactos del cambio climático en nuestro país”, finaliza González.
El INACH es un organismo técnico del Ministerio de Relaciones Exteriores con plena autonomía en todo lo relacionado con asuntos antárticos de carácter científico, tecnológico y de difusión. El INACH cumple con la Política Antártica Nacional incentivando el desarrollo de la investigación de excelencia, participando efectivamente en el Sistema del Tratado Antártico y foros relacionados, fortaleciendo a Magallanes como puerta de entrada al Continente Blanco y realizando acciones de divulgación del conocimiento antártico en la ciudadanía. El INACH organiza el Programa Nacional de Ciencia Antártica (PROCIEN).
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