“Entender los movimientos de la ballena fin y cómo se relaciona con su ambiente y las actividades humanas es fundamental para desarrollar estrategias de conservación y protección de esta especie tan emblemática del centro-norte de Chile”, explica una científica.
En el Día Mundial de las Ballenas, que se celebra este 19 de febrero, el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) destacó el trabajo de un equipo de investigación científica que sigue vía satélite a cuatro ballenas fin para proteger las zonas que son vitales para su conservación.
¿Cuáles son los trayectos de las ballenas frente a las costas de Chile? ¿En qué época del año se trasladan? ¿Grandes embarcaciones interfieren con el camino de las ballenas? Son parte de las preguntas que un grupo de científicas y científicos se ha planteado, y que ha impulsado a monitorear a estos gigantes del mar.
Se trata de un esfuerzo conjunto del centro COPAS Coastal (UDEC), Centro Ballena Azul, CEAZA, Universidad de Valparaíso, Centro Eutropia, Instituto Aqualie y la Universidad Austral de Chile, el que consiste en el seguimiento de cuatro ballenas fin, la segunda ballena más grande del mundo y la más común en el archipiélago de Humboldt (regiones de Atacama y Coquimbo).
Este enclave atrae a turistas para admirar su monumentalidad, como también es un laboratorio natural para los científicos que están estudiando su comportamiento con el objetivo de conservar a esta especie clave para la salud del océano.
Susannah Buchan, investigadora COPAS Coastal – CEAZA detalla que “la ballena fin fue la especie de ballena barbada más cazada en Chile, hoy se encuentra catalogada en peligro de extinción por el Ministerio del Medio Ambiente, y está bajo amenaza por colisiones con embarcaciones grandes, enmallamientos y otros impactos de actividades humanas. Entender los movimientos de la ballena fin y cómo se relaciona con su ambiente y las actividades humanas es fundamental para desarrollar estrategias de conservación y protección de esta especie tan emblemática del centro-norte de Chile”.
La actual campaña científica contempló el “marcaje” o adosamiento de pequeños instrumentos de monitoreo a cuatro ballenas fin entre el 15 y 24 de enero del 2023 frente a caleta Chañaral de Aceituno. Esto se suma a 10 ballenas más que fueron instrumentadas en 2015 y 2023 en el mismo lugar. Además, se extrajeron biopsias de piel para la determinación del sexo de los individuos y fotografías de sus aletas dorsales para su individualización.
Los científicos comentan que las cuatro ballenas ya están transmitiendo sus primeros datos moviéndose por las aguas del archipiélago de Humboldt y las costas aledañas al Parque Nacional Llanos de Challe. Marcajes anteriores llegaron a proveer datos hasta por seis meses en algunos casos, por lo que si todo resulta de acuerdo a lo esperado, obtendrían mucha información para saber más sobre la trayectoria de esta especie.
Carlos Olavarría, director ejecutivo de CEAZA e investigador del estudio, destaca que “la información de seguimiento satelital ha entregado las primeras pistas sobre los movimientos de las ballenas fin durante el verano, otoño y primavera frente a las costas de Chile. La resolución entregada permite evaluar las áreas críticas para esta especie, donde destaca el archipiélago de Humboldt. Sin embargo, se identifican otras áreas en el norte y centro del país. Esta información será clave para un efectivo manejo y protección de esta especie y de sus hábitats críticos”.
Luis Bedriñana-Romano, investigador COPAS – Centro Ballena Azul agrega que “los datos de los movimientos de las ballenas fin instrumentadas en el archipiélago de Humboldt se sumarán a datos de cruceros oceanográficos y monitoreo de acústica pasiva colectados en las costas chilenas, lo que será integrado para entender más sobre los patrones de distribución de la ballena fin en la corriente de Humboldt y por ende orientar futuros esfuerzos de conservación”.
“En este contexto, algunos elementos específicos que se evaluarán será la sobreposición de las áreas de concentración de las ballenas con las actividades pesqueras y el tráfico marítimo los cuales significan potenciales riesgos de enmalle y colisión respectivamente”, asegura.
Otro aspecto que desean investigar los científicos es conocer cómo responden las ballenas al evento de El Niño, el que actualmente se encuentra en curso. Para ello, estudiarán datos actuales con aquellos colectados durante periodos de La Niña.
La investigación de terreno -financiada por COPAS Coastal a través de un proyecto HIT, liderado por Luis Bedriñana-Romano, y el Centro Eutropia- contó también con la participación de los científicos: Rodrigo Hucke-Gaete (Universidad Austral de Chile, Centro Ballena Azul), Macarena Santos (Centro Eutropia) y Carlos Olavarria (CEAZA).
Cada 19 de febrero de 2023 se celebra el Día Mundial de la Ballena (World Whale Day). Esta conmemoración comenzó en Maui, Hawaii en 1980 para celebrar a las ballenas jorobadas que llegan anualmente a reproducirse y criar en esas islas tropicales, y fue propuesto por Greg Kauffman, fundador de Pacific Whale Foundation. Con el tiempo se ha extendido alrededor del mundo y celebra a todas las especies de ballenas del planeta.
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