Si bien las plantas desalinizadoras son necesarias para enfrentar la crisis hídrica en la zona norte de Chile, de acuerdo a un equipo científico su implementación debería considerar los potenciales efectos en las especies presentes en el ambiente costero de la región.
Un grupo de científicos analizó el efecto de salmuera de una planta desaladora en el recurso marino loco, informó el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA).
El estudio evaluó en condiciones controladas de laboratorio, los potenciales efectos letales y subletales del contacto entre larvas de Concholepas concholepas (loco) con salmueras de descarte con diferentes concentraciones de sal. Para esta primera investigación se realizaron experimentos en laboratorio con larvas de loco que fueron expuestas a salmueras con diferentes concentraciones de sal, las que fueron obtenidas a partir de las salmueras de descarte de la planta desalinizadora de Agua Potable Rural de Chungungo.
De acuerdo a Orlando Astudillo, investigador del Centro Científico CEAZA “se utilizó un rango de salinidades decreciente, partiendo desde la concentración inicial de la salmuera en el punto de descarga de la APR de Chungungo correspondiente a 58 PSU (unidades prácticas de salinidad) y reduciéndose a 55, 53, 48, 42, 38 y 34 PSU, esta última salinidad corresponde al valor promedio natural de la costa de la Región de Coquimbo. Estas concentraciones corresponden a incrementos de 71%, 60%, 53%, 40%, 25%, 12% y 0% sobre la salinidad ambiental natural”.
Se realizaron experimentos en laboratorio con larvas de loco que fueron expuestas a salmueras con diferentes concentraciones de sal.
Los principales resultados de la investigación indican que la exposición experimental por 6 horas a salmueras anómalamente elevadas, como las asociadas a las descargas de salmuera de descarte de plantas desaladoras por ósmosis inversa, no tiene efectos en la supervivencia de larvas de loco recién liberadas al mar.
Sin embargo, Patricio Manríquez, investigador del Centro Científico CEAZA indica que “detectamos que el desempeño de la natación de las larvas de loco se vio afectado negativamente a excesos de un 40% en salinidad sobre los niveles normales (> 48 PSU). A partir de estas salinidades las larvas de loco nadaron significativamente más lento en comparación a salinidades menores. Además, encontramos que el consumo de oxígeno fue significativamente mayor a excesos de un 12% en salinidad sobre los niveles normales (> 38 PSU).
“Estos datos sugieren que las larvas de loco son capaces de sobrevivir luego de ser expuestas por 6 horas a anomalías salinas similares a las que enfrentarían en la naturaleza en las cercanías de las descargas de salmuera provenientes de una planta desalinizadora. No obstante, las larvas expuestas a las salinidades más altas incrementan su consumo de oxígeno en desmedro de su velocidad de natación”, precisa el científico.
Sin duda que la investigación representa un primer paso en la investigación de los efectos de la operación de plantas desaladoras en el loco (Concholepas concholepas). Astudillo indica que “la salmuera de plantas desalinizadoras de volumen industrial, previo al vertido por el sistema de descarga en el medio marino, varía entre 65 a 85 PSU, en el caso de plantas por osmosis inversa de pequeña escala como las utilizadas en las organizaciones de Agua Potable Rural (APR), destinadas al abastecimiento de agua para el consumo de la población en caletas y localidades costeras, la concentración de la descarga se reduce a salinidades menores a 60 PSU, como en el caso de la salmuera utilizada en este estudio proveniente de la APR de Caleta Chungungo”.
“Es importante notar que por lo general la salinidad de la descarga de salmuera se reduce drásticamente al entrar en contacto con el medio marino gracias al empleo de sistemas de dilución en las tuberías de descarga, conocidos como difusores. Estos dispositivos bajan la concentración de la pluma salina a valores por lo general por debajo de los 44 PSU a una veintena de metros del punto de descarga”, añadió.
Si bien las plantas desalinizadoras son necesarias para enfrentar la crisis hídrica en la zona norte de Chile, de acuerdo al equipo científico del estudio “Effects of brine discharges on newly hatched larvae of the rocky-shore keystone gastropod Concholepas concholepas”, su implementación debería considerar los potenciales efectos en las especies presentes en el ambiente costero de la región.
Astudillo explica que “las descargas de salmuera se diluyen rápidamente por las corrientes, pero en otros casos, la dilución puede llevar más tiempo y ocurrir a distancias cercanas a hábitats de organismos susceptibles a efectos negativos, como los descritos en este estudio. Un plan de diseño óptimo para la selección de sitios que reduzcan los potenciales efectos de las plantas desalinizadoras debería incorporar la investigación de cómo se dispersan y diluyen las descargas de salmuera en el mar, así como la delimitación de las zonas de riesgo y las variaciones de salinidad asociadas con las respuestas de los organismos (invertebrados, peces y algas) a las anomalías salinas relacionadas con las descargas de salmuera”.
A lo anterior, Manríquez agrega que “nuestros resultados indican que los efectos negativos se concentran en salinidades bastante elevadas y que, en la naturaleza, deberían estar acotados a las cercanías de los puntos de descarga de las salmueras. Sin embargo, si en las cercanías de estos puntos de descarga se encuentran Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos o Concesiones de Acuicultura, las condiciones oceanográficas locales podrían movilizar las salmueras hacia dichas áreas”.
“En conclusión, el potencial efecto de las anomalías salinas y parámetros químicos asociados a las descargas de salmueras de descarte sobre las especies locales (invertebrados, peces y algas) de nuestro territorio marítimo debe ser estudiado e incorporado en futuras regulaciones. Estas regulaciones deben incluir requisitos técnicos mínimos a través de los cuales la Autoridad Marítima pueda regular la evaluación ambiental de proyectos industriales de desalinización en nuestro maritorio, durante las etapas de línea base, construcción, operación y cierre. Esto necesariamente requiere el apoyo y colaboración de los operadores de las plantas desalinizadoras en operación y que futuramente se instalarán en la costa de Chile”, concluye Manríquez.
En la investigación también participaron Claudio González (CEAZA -LECOT) Alejandro Abarca (UCN), Katherine Jeno (CEAZA-UCN), Viviana Jofré (CEAZA) y Victor Aguilera (CEAZA-UCN).
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