Científicos han descubierto importantes cambios en la estructura de la vegetación y los patrones de incendios forestales en la Patagonia chilena, específicamente en la parte más occidental de la cuenca del río Cisnes, en la Región de Aysén.
La científica Valentina Álvarez-Barra, del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), lideró un estudio realizado en la laguna Las Mellizas del Río Cisnes, en Aysén, el cual abarca un periodo de 13.900 años, que ha proporcionado datos relevantes sobre la evolución de estos ecosistemas tras el retroceso de los glaciares.
¿Cómo lo hicieron? El equipo de investigación, en 2015, extrajo una secuencia sedimentaria de 470 cm de largo de la Laguna Las Mellizas del Río Cisnes, situada a 6 metros de profundidad. Esta secuencia fue examinada mediante análisis visual, rayos X y pruebas de pérdida por ignición para determinar la composición orgánica e inorgánica. Además, se identificaron y analizaron geoquímicamente las capas de tefra presentes.
Este estudio fue publicado recientemente en la destacada revista académica Quaternary Science Reviews. Lo que hicieron los investigadores fue un análisis derivados de polen y macropartículas de carbón vegetal, indican una colonización inicial de plantas y una actividad de incendios casi nula tras el retroceso glaciar, hace más de 13.900 años.
Durante el final del período Tardiglaciar, se observó un aumento en las especies vegetales como N. dombeyi y el farolito chino o Misodendrum, con la coexistencia de Podocarpus nubigenus y Pilgerodendron uviferum, lo que sugiere condiciones climáticas más cálidas y húmedas desde hace 12.400 años.
Para la investigadora postdoctoral del CIEP, Valentina Álvarez, doctora en Ecología y Biodiversidad, el resultado más importante de este trabajo es que “este es el primer registro que da cuenta de cambios históricos de más de 13 mil años cerca de la costa en la región de Aysén”, comentó.
Además, explica que “hace entre 12,000 y 11,700 años atrás, había un clima más cálido que el actual y predominaba el tineo. Actualmente, domina el Nothofagus, pero con los cambios climáticos que están sucediendo, los bosques podrían transformarse y volver a las condiciones de altas temperaturas donde el tineo predominaba”.
La investigadora explica que los bosques norpatagónicos son dinámicos y no estáticos; su desarrollo depende en gran medida del clima y la temperatura. Además, señala que el disturbio antrópico es el principal factor que está gatillando los cambios más significativos en el paisaje y su conservación en la actualidad.
El equipo de investigación también estuvo integrado por Antonio Maldonado, María Eugenia de Porras, Amalia Nuevo-Delaunay; y César Méndez, quien además es el investigador responsable del proyecto Fondecyt Regular titulado “Exploradores en Aysén continental: una evaluación de las discontinuidades arqueológicas en el tiempo y espacio”, financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), el cual dio el marco de la investigación de Álvarez.
Para establecer la cronología de la secuencia sedimentaria, se seleccionaron seis muestras para datación por radiocarbono, empleando un modelo edad-profundidad ajustado por capas de tefra y utilizando técnicas estadísticas avanzadas para estimar tasas de acumulación.
Se tomaron muestras de polen cada 3 cm, evitando las capas de tefra, para analizar la vegetación histórica, donde se contaron al menos 500 granos de polen por muestra. Se utilizó polen adicional de referencia para mejorar la precisión de las concentraciones y tasas de acumulación de polen.
Incendios
Para la reconstrucción histórica de los incendios, se recuperaron y analizaron partículas macroscópicas de carbón a lo largo de toda la secuencia, determinando tasas de acumulación de carbón y frecuencia de incendios basándose en el modelo de edad.
Los primeros 1.500 años del registro no muestran actividad de fuego; sin embargo, la actividad de fuego comenzó hace aproximadamente 12.400 años cal BP con una frecuencia de un incendio cada 1.000 años. Entre 12.400 y 10.500 años cal BP se detectó la mayor actividad de incendio del registro, indicada por la aparición de cuatro episodios de incendio.
“Este estudio no solo proporciona una visión más profunda de la historia natural de la Patagonia, sino que también subraya la importancia de factores ambientales y climáticos en la modulación de los ecosistemas a lo largo del tiempo”, concluyó el director del Fondecyt Regular, César Méndez, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Además, Méndez explicó que el estudio de los cambios vegetales y los regímenes de incendios del pasado nos sirve para analizar el impacto del cambio climático en las sociedades humanas que habitaron la región en el pasado, y para determinar si estos grupos de cazadores recolectores influyeron en las modificaciones del paisaje con sus actividades.
“Es sabido que los seres humanos afectan el entorno que habitan, pero hasta qué punto, y en qué lugar y momento específico, son algunas preguntas que aún quedan por evaluar”, concluyó.
Puedes leer el paper aquí: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0277379124001562?dgcid=coauthor
Inscríbete en el Newsletter Cultívate de El Mostrador, súmate a nuestra comunidad para contarte lo más interesante del mundo de la cultura, ciencia y tecnología.