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Etcheverry: “El Nuevo Fondo de Investigación para Universidades pavimenta el camino hacia 1% en I+D” CULTURA|CIENCIA

Etcheverry: “El Nuevo Fondo de Investigación para Universidades pavimenta el camino hacia 1% en I+D”

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Replantea la forma en que hasta ahora se ha realizado la inversión en ciencias y conocimiento en Chile, pasando de un sistema “proyecto a proyecto” a uno que reconoce a la investigación como una actividad permanente, según la ministra de Ciencias. 


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
Etcheverry destaca la creación de un nuevo fondo de investigación para universidades chilenas, como un paso clave hacia el fortalecimiento del país en investigación y desarrollo (I+D). Este fondo tiene el objetivo de mejorar la competitividad académica y científica, promoviendo investigaciones de alto impacto que contribuyan al progreso tecnológico y social. La iniciativa busca posicionar a Chile como líder en innovación en América Latina, incentivando la colaboración entre universidades y sectores productivos, y pavimentando el camino hacia un crecimiento sostenido en I+D.
Desarrollado por El Mostrador

“Me alegra contarles que, cumpliendo con lo comprometido en la Cuenta Pública del pasado 1 de junio, estamos lanzando el nuevo Fondo de Financiamiento Estructural de Investigación, Desarrollo e Innovación para las Universidades, que consiste en recursos estructurales para universidades, para que puedan desarrollar sus capacidades institucionales de investigación y que éstas permanezcan y no dependan proyecto a proyecto. Para que se hagan una idea, lo que estamos proyectando es de aquí a los próximos 10 años tener una inversión del orden de los 700 mil millones de pesos, aproximadamente”.

Con esas palabras, el Presidente Gabriel Boric se refirió, durante el aniversario número 70 del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCh), al Fondo de Investigación para Universidades que este lunes 23 de septiembre empieza a existir con la publicación de sus bases. Hasta el 17 de octubre, todas las universidades acreditadas del país, públicas y privadas, podrán formular sus propuestas de investigación de largo plazo y recibir, escalonadamente, financiamiento de hasta 3 mil millones por año durante una década.

Esto replantea la forma en que hasta ahora se ha realizado la inversión en ciencias y conocimiento en nuestro país, pasando de un sistema “proyecto a proyecto” a uno que, además, reconoce a la investigación como una actividad permanente y que busca avanzar en excelencia.

Se trata de una idea que la ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aisén Etcheverry ha trabajado por años con los rectores de las universidades.

“En mi época de directora de ANID (ex Conicyt) hicimos muchos esfuerzos por entender el funcionamiento del sistema y encontrar dónde falla. Para eso nos juntamos con rectores y con antiguos directores y presidentes de Conicyt. Hicimos análisis y se hizo evidente que sin financiamiento estructural no era posible crecer, mejorar las condiciones laborales o pensar en proyectos altamente disruptivos. A partir de ahí trabajamos años en afinar el diagnóstico, visibilizar el problema y darle relevancia política, algo que el Presidente Boric tomó desde su programa de gobierno. Hoy nace el FIU (Fondo de Investigación para Universidades) como resultado de todo eso y marca el inicio de una nueva etapa para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación en Chile”.

Cómo funcionará

En el Presupuesto Nacional 2024 se creó un programa garantizando que el financiamiento sea por diez años y renovable por otros diez. Por eso su primera convocatoria, que abre hoy, será adjudicada en noviembre, en dos líneas:

FIU TERRITORIAL: Fondos para que cada región tenga al menos una universidad con la capacidad de investigar a fondo sus prioridades territoriales o temas en que tengan ventajas comparativas. Pueden postular las casas de estudio que tengan entre 3 y 5 años de acreditación y como resultado se espera que puedan implementar laboratorios, aumentar la cantidad de doctores contratados para formar nuevos programas de posgrado, crear o fortalecer sus centros de investigación, fortalecer su equipo de gestión, aumentar años y dimensiones de acreditación, particularmente en I+D.

Este foco responde al diagnóstico de que las universidades de la RM, Valparaíso y Biobío concentran hoy el desarrollo y liderazgo en investigaciones, innovaciones, postgrados o proyectos basados en ciencia y tecnología. El 77% de los proyectos de ciencia financiados por el sistema público se concentra en esas regiones (Fuente: Observa). El resto de las universidades cuenta con menos de 5% de su dotación de académicos con grado de doctor, lo cual da cuenta de la baja tasa de atracción y retención de capital humano avanzado en regiones con menores capacidades en I+D+i. En cuanto a programas de posgrado que se imparten en Chile, en las regiones distintas a Valparaíso y Biobío, el promedio en doctorado es de 3 y en magíster 7, versus 48 y 100 en la RM.

FIU FRONTERA: Fondos para que las universidades que ya hacen ciencia de excelencia, puedan dedicarse a desarrollar I+D experimental e investigaciones de impacto a nivel nacional e internacional: mayores capacidades biotecnológicas de Chile para que surjan, por ejemplo, nuevos fármacos; un liderazgo de Chile en la lucha contra el cambio climático, la comprensión de las crisis sociales o desarrollos tecnológicos, entre otros. Los resultados esperados, en este caso, pueden ser desde infraestructura y equipamiento especializado, hasta la creación de programas de posgrado internacionales, interdisciplinarios y con la industria, o de centros de innovación, implementación de mecanismos emprendimiento de base tecnológica (incubadoras) y la participación en grandes proyectos científicos internacionales. A este fondo pueden acogerse las casas de estudio con más de 5 años de acreditación.

El primer año se seleccionará un mínimo de 20 universidades para la “Etapa 1”, con un presupuesto de 100 millones de pesos para que cada una diseñe un plan de investigación de largo plazo de acuerdo al diagnóstico de sus propias capacidades y necesidades. La implementación de ese plan se denomina “Etapa 2” y en ella las universidades van a recibir hasta 3 mil millones de pesos por año, dependiendo del plan que propongan. Estos montos aumentarán de manera escalonada en el tiempo e involucran exhaustivos procesos de revisión.

Explica la ministra Etcheverry: “Nuestro programa de gobierno tenía el compromiso de avanzar hacia alcanzar una inversión del 1% del PIB en esta materia, y el diagnóstico que hicimos nos dice que sin fondos estructurales no es posible hacerlo, porque el tamaño del sistema no crece. Los proyectos de investigación se desarrollan en instituciones que necesitan capacidades para albergarlos. El nuevo FIU tiene un efecto multiplicador, porque en la medida que haya más capacidades en infraestructura, personas y programas, son más los proyectos concursables que las instituciones pueden albergar. Así se avanza al 1% por un camino diseñado, o sea, se pavimenta el camino al 1%”.

La subsecretaria de MinCiencia, Carolina Gainza, señaló que “este financiamiento busca apoyar la generación de conocimiento, la gestión de capacidades y también fortalecer la contribución que hacen las universidades al desarrollo regional y nacional”. “El FIU Territorial está dirigido a la investigación universitaria que nace desde los desafíos propios de cada institución y su entorno, que son muy diferentes entre instituciones del norte o del sur del país y que implica, además de esta pertinencia territorial, la descentralización de la investigación; mientras que el FIU Frontera busca apoyar a las universidades que ya tienen capacidades de investigación y que puedan generar y profundizar nuevos conocimientos que aporten al desarrollo de nuestro país”, indicó.

Emilio Rodríguez, presidente del CRUCh, valoró la iniciativa y espera que los recursos iniciales crezcan en el tiempo: “Este fondo estructural genera una perspectiva de largo plazo para el financiamiento de las ciencias, tecnología, conocimiento e innovación. Ciertamente, el monto inicial es pequeño, pero sienta un precedente para el futuro, respecto a la voluntad del Estado de Chile de avanzar en la dirección correcta,” señaló.

La Red de Universidades Públicas No Estatales G9 destacó la buena noticia de generar recursos basales para las casas de estudios nacionales: “Nuestra meta, como universidades del G9 y como partícipes del CRUCh, es que los fondos dedicados a investigación se acerquen en lo posible al 1% del Producto Interno Bruto porque en la medida que hay una inversión importante podremos ir resolviendo los grandes problemas y desafíos del país en un mundo global, en un mundo mucho más conectado y desafiante”, opinó su presidente Nelson Vásquez.

Osvaldo Corrales, presidente del Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECH) celebró la puesta en marcha de este programa y relevó la importancia de que vaya creciendo: “Esperamos, por cierto, que en los ejercicios presupuestarios futuros este fondo pueda robustecerse, puedan allegarse más recursos, de modo que se cumpla la meta de duplicar la inversión en materia de investigación y que podamos de esta manera ir obteniendo mayor autonomía para generar las tecnologías y los conocimientos que permitan al país enfrentar los desafíos que tenemos, no solo de cara al desarrollo ,sino también de cara a enfrentar algunas inequidades territoriales que todavía existen en muchas de nuestras regiones”, concluyó.

Para el presidente de la Agrupación de Universidades Regionales, (AUR), Benito Umaña, coincidió: “La concursabilidad nos ha permitido alcanzar altos niveles de productividad, pero no se hace cargo de una realidad: Chile no tiene un desarrollo territorial armónico, que haga posible que en cada región exista la infraestructura y los recursos que se requieren para hacer ciencia y tecnología. La existencia de recursos basales propiciará un crecimiento más orgánico de las universidades regionales en esta área, así como el desarrollo de líneas de investigación con una mirada más estratégica, la instalación de capacidades, la consolidación de equipos científicos y proyectos de mediano o largo plazo una mejor aplicación y transferencia de resultados hacia las regiones”.

La Corporación de Universidades Privadas, (CUP), manifestó su opinión a través de su presidente, Santiago González: “Este nuevo fondo no solo refuerza el compromiso del Ministerio de Ciencia con las universidades, sino también con el desarrollo científico del país. Además, representa un paso crucial hacia la meta del 1% del PIB en I+D+i, posicionando a nuestras universidades como motores clave de innovación y progreso”, sostuvo.

Para postular, las universidades deberán cumplir con requisitos específicos y presentar sus propuestas a través de la plataforma Fondos.gob.cl. Un Comité de Adjudicación será el encargado de evaluar las propuestas según criterios pre-establecidos.

La Subsecretaría de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI) supervisará la ejecución de los planes, proporcionando acompañamiento técnico y evaluando el progreso en las distintas etapas del programa. Este enfoque garantiza que las universidades puedan ajustarse y mejorar continuamente, asegurando un uso eficaz y eficiente de los recursos asignados.

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