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Puerto Williams emerge como epicentro de Cooperación Global en la Región Subantártica CULTURA|CIENCIA

Puerto Williams emerge como epicentro de Cooperación Global en la Región Subantártica

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Durante tres días, representantes de organizaciones científicas, públicas y privadas nacionales y del exterior se reunieron en la sede del CHIC con el fin de consolidar su desarrollo como plataforma para la ciencia, cultura e impulso social.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
Puerto Williams se consolida como un centro clave para la cooperación científica global en la región subantártica. Investigadores de diversos países trabajan en iniciativas conjuntas enfocadas en la conservación de ecosistemas únicos y el estudio del cambio climático. Este esfuerzo busca preservar la biodiversidad y promover prácticas sostenibles en una zona de alta sensibilidad ambiental, destacando la importancia de la colaboración internacional para enfrentar desafíos globales.
Desarrollado por El Mostrador

A un consenso preliminar para generar estructuras de colaboración científico educativas que apunten al desarrollo del Centro Internacional Cabo de Hornos y la zona subantártica llegaron esta semana en Puerto Williams representantes de distintas organizaciones nacionales e internacionales liderados por la embajadora de los Estados Unidos, Bernadette Meehan.

El objetivo de la cita fue conocer las instalaciones y el trabajo del Centro Internacional Cabo de Hornos (CHIC) como también discutir alternativas de cooperación y posicionamiento para la nueva etapa en la que entra el centro de investigación luego de la puesta en operaciones de su nuevo edificio.

Las instalaciones del edificio, cuya estructura asemeja a tres barcos en paralelo apuntando cada uno con su proa hacia el canal Beagle, ocupan una superficie de 2580 m2 sobre una pequeña elevación e incluyen laboratorios, aulas de clases y un auditorio con capacidad para 150 personas que también está a disposición de la comunidad local.

Michael Thompson, Director Ejecutivo UNT-Chile Biocultural Conservation Program; Bernardete Megan, Embajadora de Estados Unidos en Chile; Ricardo Rozzi, Director Centro Internacional Cabo de Hornos, CHIC; Francisca Massardo, CHIC y Eduardo Barros. Crédito: CHIC

Para la embajadora, quien visitó las diversas instalaciones del edificio como también el Parque Etnobotánico Omora, donde se hace investigación científica en terreno y educación, el CHIC ha sido un socio confiable y valorado por la Embajada de los Estados Unidos y el gobierno estadounidense por muchos años. “Este ha sido un gran encuentro y me siento muy honrada de estar aquí”, indicó.

Dijo que en conjunto con el Centro Internacional Cabo de Hornos y sus asociados están desarrollando algunos proyectos vinculados con el medio ambiente y el cambio climático. “Lo más importante en temas así es ser una red de socios confiables y aquí lo tenemos con el centro CHIC”.

Asimismo, Florencia Attademo-Hirt, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Chile, destacó la participación de esta entidad en la materialización del CHIC. “Ahora queremos ver cómo llevamos esta iniciativa a la próxima etapa”, manifestó durante una de las reuniones de acercamiento. Junto con esto, valoró que en el encuentro en Puerto Williams confluyeran el sector el privado, la sociedad civil, varias universidades de Chile, la Embajada de los Estados Unidos: “Creo que juntos podemos hacer más y mejor”, afirmó.

Programa polar

Amy Christianson, Consejera de Diplomacia Pública de la Embajada de los Estados Unidos destacó que una de las ideas que están evaluando es generar un equivalente al programa polar Fulbright Arctic Initiative en el hemisferio sur y que involucra reuniones de intercambio de conocimiento científico, seminarios y una experiencia de intercambio individual de investigadores. “Creemos que se puede hacer algo parecido a esto para el territorio Antártico y Subantártico. Ahora estamos hablando sobre cómo hacerlo. Lo que estamos pensando es empezar con un piloto a nivel de Chile y luego podemos agrandarlo a otros países subantárticos”.

Admitió que esto requerirá apoyos públicos y privados. “Esta es la idea, una semilla que está germinando poco a poco”. La meta, dijo, es ampliar los acuerdos de investigación ya existentes entre ambos países y poner también en marcha un intercambio de esa misma información.

Pamela Ríos, directora de Fundación Avina-Chile, también mostró la disposición de sus asociados para cooperar en este desarrollo, ya que destacó que entre sus principales objetivos hoy está agregar valor en la Patagonia.

“Quedo con una tremenda inspiración. Lo que veo aquí es un trabajo de muchos años, de mucho tiempo, persistente, respecto de un propósito claro que tiene que ver con la conservación de este ecosistema tan único en el mundo, como es la zona subantártica y la gran Reserva de Biosfera Cabo de Hornos. Estamos en un lugar que tiene respuestas y también posibilidades para entregar a todo el planeta y hay aquí un equipo científico serio trabajando en ello”.

Objetivos

La cooperación se canalizaría a través del CHIC que también dio a conocer sus objetivos. Entre los principales están consolidarse a través de sus estudios ecológicos a largo plazo en la comuna Cabo de Hornos como una red internacional de universidades, centros de investigación, operadores turísticos y educación, es decir, como la Plataforma Subantártica de Chile.

La implementación de la Reserva de Biosfera en sus dimensiones económicas y ambientales dará forma a una gran área de amortiguación ambiental (conservación) al sur de la zona donde se desarrollarán los proyectos de hidrógeno verde para la región de Magallanes. En la Reserva de Biosfera el CHIC impulsará la ciencia, la educación y el turismo sostenible en un contexto de economía circular mediante un modelo semejante a la Reserva de la Biosfera Galápagos de Ecuador.

Para Francisca Massardo, directora e investigadora principal del CHIC y directora de la sede de la Universidad de Magallanes en Puerto Williams, esta visita es de extraordinaria importancia, porque permite consolidar el trabajo que vienen realizando por largo tiempo en la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos, particularmente desde el punto de vista educativo.

“Queremos contribuir a conservar esta región, ojalá lo más posible, y a generar una entrada económica que permita a sus habitantes mejorar su calidad de vida y desarrollar su trabajo, sus emprendimientos, sus sueños. Que los desarrollen aquí, pero cuidando este espacio que sabemos que es uno de los últimos lugares prístinos del planeta”, destacó.

Cambio global

“Estamos en una situación de cambio global. Como dijo Jane Goodall hace pocos días, estamos en el medio de la sexta extinción, tenemos el privilegio, la oportunidad y también el deber y la responsabilidad de conservar esta zona del planeta. Por lo tanto, esta visita nos permite pensar en el largo plazo, pensar en el futuro y, además, invitar no solamente a la academia y al Estado, sino que también a la sociedad civil”, dijo Massardo.

Ricardo Rozzi, profesor titular de la Universidad de Magallanes y de la University of North Texas, y presidente de la Fundación CHIC, puntualizó tres ideas fuerza para la proyección de Cabo de Hornos, que es el extremo austral de Chile y el continente americano.

“Primero, Puerto Williams es la capital de la provincia Antártica Chilena que es la provincia con mayor territorio en nuestro país; para asumir su administración sostenible el CHIC aporta un centro de excelencia científica con información crítica para adaptarse y mitigar el cambio climático global y orientar la toma de decisiones en este vasto territorio. Segundo, la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos protege los bosques más australes del planeta que asumen un papel de sumidero de carbono al mismo tiempo que centinelas biológicos del cambio climático global. Tercero, tal como la astronomía se ha consolidado a nivel mundial en el desierto de Atacama, el CHIC contribuirá con “una lupa científica” en Cabo de Hornos; por consiguiente, Chile se consolida con plataformas científicas internacionales en sus extremos norte y sur. Estos dos “ojos de Chile” permiten investigar el macrocosmos astronómico y el microcosmos de la biosfera terrestre con un modelo innovador de diplomacia científica y desarrollo económico vinculado al turismo de intereses especiales”, aseguró.

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