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Chilenos eligen a cactus para ser secuenciado en proyecto genómico CULTURA|CIENCIA Crédito: Cedida

Chilenos eligen a cactus para ser secuenciado en proyecto genómico

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El anuncio coincide con la reciente incautación internacional de ejemplares traficados ilegalmente.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
En una votación ciudadana del Proyecto 1000 Genomas, la Copiapoa cinerea, cactus emblemático del Desierto de Atacama, fue seleccionada para su secuenciación genética. Esta especie, vulnerable por extracción ilegal y pérdida de hábitat, obtuvo el 31,9% de los votos, superando al copihue y al maqui. La investigación, liderada por el Instituto Milenio CRG y la Universidad de Chile, busca entender su biodiversidad y adaptaciones, contribuyendo a su conservación. ​
Desarrollado por El Mostrador

Tras el histórico juicio en Italia que condenó a un traficante de cactus por extraer ilegalmente más de mil ejemplares de Copiapoa del Desierto de Atacama -en el que, por primera vez, se reconoció un daño directo a la biodiversidad y se ordenó compensación a una organización conservacionista-, esta especie vuelve a ser noticia.

Ahora, por motivos opuestos: la ciudadanía chilena la eligió como prioridad para su secuenciación genómica en el Proyecto 1000 Genomas, iniciativa científica liderada por el Instituto Milenio CRG y la Universidad de Chile que busca estudiar y proteger el patrimonio biológico nacional frente a las amenazas del cambio climático, la destrucción del hábitat y el comercio ilegal de especies.

Así, luego de una gran votación popular, en la que participaron 21.553 personas, las y los votantes han elegido a la Copiapoa (con 6.536 votos) como la especie vegetal prioritaria para su secuenciación genética. A través de nuestra página web 1000genomas.cl, esta emblemática planta del norte de Chile ahora simboliza nuestro compromiso con el estudio y conservación de su ADN.

Segunda etapa de votación

La votación, parte del programa de participación ciudadana del mencionado instituto, ha culminado su segunda etapa dedicada a la elección de especies vegetales (la primera incluyó animales vertebrados, donde ganó el pudú).

En esta ocasión, la Copiapoa, un cactus del Desierto de Atacama, compitió con otras especies emblemáticas de nuestro territorio como el ruil, maqui, copihue, añañuca, amancay, keule, pasto antártico, palma chilena, belloto del norte, latúe y coralito.

Ahora, en una tercera etapa, se abrirá la votación en otro grupo de organismos, enfocada en la selección de invertebrados marinos, cuyos genomas serán los próximos en ser secuenciados.

La importancia de la Copiapoa cinerea

La Copiapoa cinerea es una de las especies más representativas del norte de Chile, particularmente de la Región de Antofagasta. Está clasificada como una especie vulnerable, debido a la extracción ilegal, la recolección excesiva para el comercio de cactus y la degradación de su hábitat natural.

Aunque no se encuentra en peligro crítico, la presión sobre sus poblaciones naturales ha llevado a una disminución significativa en algunas áreas. La protección legal y la existencia de áreas de conservación son esenciales para garantizar su supervivencia a largo plazo.

En la votación ciudadana, la Copiapoa cinerea obtuvo el 31,9% de los votos, encabezando la selección de especies vegetales para su secuenciación. Fue seguida por el copihue (23,31%) y el maqui (11,49%), demostrando el interés del público en preservar la flora nativa del país.

Ciencia y conservación: el papel del Proyecto 1000 Genomas

El Proyecto 1000 Genomas es una iniciativa impulsada por el Instituto Milenio Centro de Regulación del Genoma (CRG) e integrada por proyectos científicos de excelencia del país, incluyendo los Institutos Milenio BASE, IMO e IBio, y centros como CMM, CHIC, ACCDiS e IEB, con el respaldo de nueve universidades chilenas.

Su objetivo es secuenciar el ADN de especies nativas para entender mejor su biodiversidad y los mecanismos genéticos que les permiten adaptarse y sobrevivir en diferentes entornos, sobre todo aquellos ambientes únicos que tiene nuestro país.

“Chile alberga una flora excepcionalmente diversa, con especies adaptadas a ambientes extremos como el desierto de Atacama y la Antártica. Secuenciar su genoma nos permitirá conocer los mecanismos genéticos que sustentan su resiliencia, aportando tanto al conocimiento biológico como a estrategias de conservación”, señala Miguel Allende, académico de la Universidad de Chile y director del Instituto Milenio CRG.

Por su parte, Juliana Vianna, coordinadora del Proyecto 1000 Genomas, enfatiza la importancia de este esfuerzo científico:

“Buscamos hacer algo que ojalá la ciudadanía tome como propio. Generalmente, estas investigaciones de vanguardia ocurren en otros lugares del mundo, así que consideramos una buena oportunidad para que la gente entienda de qué se trata, su importancia y, además, participe”.

¿Qué sigue ahora?

El laboratorio de Ariel Orellana, en el Centro de Biotecnología Vegetal de la UNAB, será el encargado de secuenciar el genoma de la Copiapoa, con el apoyo de las muestras recolectadas por Pablo Guerrero, académico de la Universidad de Concepción e Investigador del Instituto Milenio BASE.

Los hallazgos de esta investigación permitirán profundizar en la biología y adaptaciones de esta especie, aportando información valiosa para su conservación en el contexto del cambio climático.

El proyecto 1000 Genomas continúa su desafío de explorar la diversidad genómica del país, promoviendo la ciencia ciudadana y generando conocimiento que fortalezca la protección del patrimonio biológico de Chile.

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