Al interior del parque se han reportado 440 especies de flora nativa, de las cuales 266 son endémicas de Chile, es decir, solo existen en nuestro país. También posee al menos 227 especies de fauna, agrupándolos en más de 123 especies de aves, 74 de artrópodos, 23 de mamíferos y cinco de reptiles.
El Parque Nacional Bosque Fray no sólo sorprende por ser un gran oasis de biodiversidad, en la región semiárida de Coquimbo. Esta Reserva de la Biósfera, donde habitan más de 440 especies de flora nativa y al menos 227 especies de fauna autóctona, es además un gran laboratorio natural que ha dado vida al estudio científico de largo plazo de mayor duración en toda Sudamérica.
Este año se cumplieron 35 años de investigaciones y monitoreo continuo en este ecosistema, y para conmemorar este importante hito, un grupo de científicas y científicos nacionales e internacionales, liderados por el Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB, fueron protagonistas del Simposio Internacional “Investigación de largo plazo para la conservación basada en evidencia”, actividad que se realizó del 7 el 9 de agosto en la Universidad de La Serena y el Parque Nacional Bosque Fray Jorge.
Las jornadas permitieron compartir numerosos conocimientos socioecológicos y líneas de trabajo desarrolladas en las parcelas experimentales de esta Reserva de la Biósfera, dirigidas fundamentalmente a comprender cómo los fenómenos climáticos -con períodos de lluvias y sequías- impactan en la biodiversidad, ya sea en plantas, pequeños mamíferos, aves, depredadores y artrópodos. Asimismo, la actividad consideró experiencias desarrolladas en otros sitios de estudio de largo plazo en Chile, como la Estación Biológica Senda Darwin, con el objetivo de fomentar políticas de conservación basadas en ciencia.
El simposio incluyó además el workshop: “Construyendo un Plan de Gestión para la Reserva de Biosfera Fray Jorge”, donde las comunidades locales participaron activamente en el desarrollo de estrategias para la conservación y el manejo sostenible de esta área protegida. Además, se realizó un emotivo homenaje a Julio Gutiérrez y Juan Armesto, investigadores y fundadores del IEB que dejaron una importante huella, y cuyo legado busca ser preservado.
Finalmente, la actividad culminó con un tercer día de terreno en el Parque Nacional Bosque Fray Jorge, donde las y los participantes pudieron conocer los estudios de largo plazo liderados por el IEB junto a la Red LTSER Chile y la Universidad de La Serena, realizando también una caminata por el bosque relicto de tipo valdiviano que tanto sorprende a los visitantes.
La jornada fue organizada por el Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB con el apoyo de la Red de Estudios de Largo Plazo, LTSER-Chile y la Universidad de La Serena.
El presidente del IEB e investigador de la Universidad de La Serena, Francisco Squeo, entregó detalles sobre la relevancia de esta jornada internacional.
“Es muy importante conocer los estudios que se han mantenido de forma ininterrumpida, con la participación de muchos investigadores, entre ellos, Julio Gutiérrez, Juan Armesto, y Peter Meserve, fundadores de esta iniciativa. En ese contexto, hay que destacar la importancia de este esfuerzo por sobre los proyectos de investigación de cuatro o cinco años. Las oscilaciones de los años Niño y Niña, y sus efectos sobre la biodiversidad, sólo son posibles de recabar con estudios de largo plazo y el monitoreo del comportamiento de los ecosistemas. Fray Jorge es un ejemplo de perseverancia de los científicos y de la CONAF, al permitir investigación dentro de un área protegida, cuya evidencia es de alta relevancia a nivel mundial, y también para las comunidades que viven alrededor del parque”, comentó.
Squeo destacó además el valor de los estudios para la toma de decisiones, incorporado así la medición de componentes socioecológicos, a través del conocimiento que la comunidad aledaña tiene sobre la biodiversidad y cómo protegerla.
El científico Douglas Kelt, investigador de UC Davis, y quien dio inicio a las charlas del Simposio abordando los orígenes y desarrollo del trabajo en Fray Jorge, también valoró la importancia de este estudio pionero.
“La evidencia y datos que hemos visto durante 35 años, muestra muchas variaciones año a año, algo que un estudio de corto plazo no podría decir mucho, para entender las dinámicas ecológicas. Todo lo que estamos aprendiendo en esta actividad y en los años de trabajo en el parque, es muy valorable para gestionar, manejar y conservar todo este ecosistema y su biodiversidad en el futuro”.
Por su parte, Alejandra Troncoso, investigadora del IEB y de la Universidad de La Serena, y encargada de la Red LTSER del Parque Fray Jorge, calificó de exitoso el simposio y la labor realizada durante más de 30 años en este ecosistema.
“Este tipo de eventos tiene la virtud de juntar a personas que no solo vienen de la academia, sino también del sector público, de comunidades agrícolas, y la sociedad en general. Y son oportunidades que no se pueden desperdiciar porque los espacios de conversación, el diálogo sobre las amenazas, las necesidades y cómo mejorar nuestro quehacer, es fundamental. Por otro lado, es un gran honor y también una gran responsabilidad tener un estudio de largo plazo de tanta data, que contribuye tanto a la institucionalidad pública, como a ser un referente para jóvenes investigadores”.
Paula Gatica, Coordinadora de la Red de Estudios Socioecológicos de Largo Plazo, y una de las organizadoras de la jornada también destacó la relevancia de tener un simposio con participación de diferentes sectores.
“En esta actividad también tuvimos la oportunidad de reunir a otros sitios de la Red LTSER e investigadores de otros sitios, además de organismos públicos, empresas privadas, y a la comunidad local, pudiendo intercambiar conocimientos, experiencias e identificar las necesidades que existen. La importancia de reunir a los distintos actores, es que la investigación pueda llegar a ellos, que se puedan tomar decisiones a partir de lo que la ciencia está recolectando y analizando, y que se puedan obtener soluciones basadas en la naturaleza”.
Durante el comienzo del recorrido por el Parque Nacional Fray Jorge el equipo de CONAF junto a Carla Louit, jefa del departamentos de las Áreas Silvestres Protegidas de la región de Coquimbo, recibieron al grupo afectuosamente en el lugar, la profesional se mostró muy satisfecha por el trabajo colaborativo que han desarrollado con academía en la reserva,
“Estamos conmemorando los 35 años de una alianza muy estratégica que tenemos con la academia, en pos de la conservación de este tan bello parque y la conservación del patrimonio ambiental de la región de Coquimbo, para nosotros que estamos ad portas de presentar un nuevo plan de manejo para esta unidad, finalmente es una alianza muy estratégica la que estamos materializando porque todos los indicadores que tenemos asociados a los objetos de conservación van a estar principalmente monitoreados en colaboración con la academia así que es una muy buena jornada”, señaló.
Finalmente, durante el recorrido por el Parque Fray Jorge, que sorprendió con el verde y los colores de diversas flores, el investigador Bryan Milstead -quien trabaja en este estudio desde el año 1991 y continúa aportando con el manejo de datos-, también entregó su reflexión sobre la actividad. “Encuentro que todo el simposio ha sido muy emocionante. Es lindo encontrarse con amigos, ver los recuerdos de Julio Gutiérrez y Juan Armesto, personas tan importantes que hemos perdido. Además, me encanta este parque, estando más seco o verde, y ver los brotes que salen ahora es especial. Todo este viaje ha sido excelente. También es emocionante ver la gente nueva que está llegando y ver cómo el proyecto seguirá en el futuro con nuevas personas”, comentó.
La Región de Coquimbo forma parte de una de las 34 áreas de mayor biodiversidad a nivel mundial (conocido como hot spot). Pese a ello, sólo el 0,37% de su superficie corresponde a áreas protegidas del Estado. A esto se suma que ha experimentado un fuerte desarrollo de industrias como la minera, agrícola e inmobiliaria.
En ese marco, el Parque Nacional Bosque Fray Jorge, fue declarado por la UNESCO en 1974 como Reserva de Biosfera, convirtiéndose en una ‘isla de biodiversidad’, porque está inmerso en una matriz de uso agrícola, de producción de energía, y también de minería. Al interior de este parque se han reportado 440 especies de flora nativa, de las cuales 266 son endémicas de Chile, es decir, solo existen en nuestro país. También posee al menos 227 especies de fauna, agrupándolos en más de 123 especies de aves, 74 de artrópodos, 23 de mamíferos, cinco de reptiles y dos de anfibios, aunque los científicos no descartan que quede mayor diversidad por descubrir.
Rodeada por el matorral semiárido este parque cuenta con 20 parcelas experimentales, que buscan entender los factores climáticos e interacciones entre especies que predominan en el matorral del parque, y cómo estos elementos y vínculos entre animales y plantas, impactan en la enorme diversidad de habitantes de este ecosistema único en el mundo.
Desde la organización del simposio se agradeció la participación de las y los expositores internacionales, del IEB, CONAF y de todos los Centros de Investigación de Largo plazo presentes en la actividad: Douglas Kelt, Tyler Kartzinel, Seth Newsome, Angéline Bertin, Peter Meserve, Álvaro Gutiérrez, Felipe Méndez, Fernando Alfaro, Roberto Chávez, Jorge Pérez, Katerina Goubanova, Ricardo Segovia, Álvaro Salazar, Bryan Milstead, Andres Previtali, Carla Louit, Ricardo Diaz, Pablo Osses, Matías Troncoso, Guillermo Luna, Renzo Vargas y Yall Asenie.
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