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“Manifiesto. La desestigmatización de la locura”: habitar el presente, desafiar el futuro CULTURA|OPINIÓN

“Manifiesto. La desestigmatización de la locura”: habitar el presente, desafiar el futuro

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Aunque el camino sea duro, lleno de dificultades y no lleguemos a puerto en el corto plazo, este libro es un insumo indispensable contra las derivas del ego y el autoritarismo institucional. Bienvenidas escrituras de los márgenes que posiblemente sean nuevos y desafiantes territorios.


“Si la clínica del cotidiano tiene un proyecto, es el de habitar el presente, encarnarlo en una temporalidad que, desafortunadamente en Occidente tiene amplias dificultades para habitar”,

Extracto del libro.

“Manifiesto. La desestigmatización de la locura, una clínica del cotidiano” (Palabra Editorial, 2023) es un libro que surge del trabajo experimental de Miguel Denis, escritor y consultante psicosocial chileno, exiliado y radicado en Ginebra; y que entrecruza el psicoanálisis, el arte, los feminismos y la filosofía.

Su propuesta se alimenta tanto de las experiencias que sostuvo con comunidades mapuche a principios de los 70 en el sur de Chile, como con David Cooper, Ronald Laing y Félix Guattari, este último una década después.

El autor señala que el propósito del manifiesto está atravesado por interrogantes fundamentales, en medio de procesos tecnológicos que parecen acelerarse hasta el infinito, propio de nuestras sociedades occidentales modernas: ¿No estaremos en vías de perder nuestra humanidad? ¿Se puede crear y producir vínculo social? Y si fuera así, ¿de qué tipo de vínculo se trataría? Estas preguntas abarcan más de treinta años de vida profesional, “de convivencia con personas que sufren trastornos importantes de la personalidad o que viven en una radicalidad síquica y social”.

Se trata de la otredad. Aquella diferencia muchas veces invisibilizada, más aún cuando se aborda el tratamiento o la recuperación de pacientes, más allá del espectro restringido y constreñido de la “normalidad”. Denis se empecina, nos habla de una política de cuidados, de compromiso, de “otras formas de escucha”, de “vida buena”, como diría Judith Butler. Pero también de un diagnóstico de la sociedad que habitamos, atravesada por economías, flujos, redes y conexiones, avanzando a una velocidad exponencial.

Miguel Denis Norambuena.

“La producción de vínculos sociales y culturales está íntimamente ligada al proceso de flujo y despliegue del tiempo y la duración. Dicho de otra manera, no creamos vínculo social ni un basamiento cultural desde una constante aceleración como modo de vida, ni desde el stress. En realidad, la celeridad y la hiperconectividad vigentes hacen emerger en el espacio, tanto público como privado, nuevas formas de autismo social” (pág. 21).

Paradójico resulta pensar en el progreso que trae la modernidad cuando se pierden los vínculos, cuando se diluye la cultura, ese ser y habitar con otros. Cobra sentido la reflexión en torno a nuestras ciudades (y no solo Ginebra), y su capacidad de acoger y proteger a las personas que viven en una “radical alteridad”, las cuales siguen siendo todavía objeto de exclusión. Persiste el estigma en el que son narradas, al caracterizarlas como un “peligro”, donde la solución implica necesariamente un “encierro”.

“La ciudad se ha vuelto (…) lugar de errancia o más aún, lo opuesto, un «no lugar» o un «des-lugar» para sus vidas sedentarizadas, no deseadas y productoras de una indescriptible soledad” (pág. 23).

Denis señala que no puede existir un verdadero proceso social y profesional de desestigmatización “sin una ingeniosa información, un educación finamente pensada que comprenda un quiebre de los estigmas sociales y profesionales (…)”. En este sentido, es fundamental no quedarse en discursos, por más bien intencionados que sean. Dicho proceso debe constituirse en una práctica conectada con la realidad concreta, con un fuerte componente personal. Una verdadera revolución de las mentalidades.

“De la misma forma que la xenofobia, el sexismo, la misoginia, el racismo, la homofobia, la lesbofobia no son otra cosa que el miedo a la diferencia de «el/la otro/otra» que son percibidos como amenazantes. Entonces, la desestigmatización debiera partir por nosotros mismas/os” (pág. 24).

“La producción de vínculos y relaciones humanas se vuelve una llave maestra de todo acto y ayuda psicoterapéutica y social. Esta producción de relaciones humanas, puede crear sus propios coeficientes de libertad y de creatividad pragmática” (pág. 40).

¿Podremos construir, en definitiva, espacios más armónicos, orgánicos y amorosos? ¿Podremos hacer posible lo que Denis denomina la “clínica del cotidiano”?

Aunque el camino sea duro, lleno de dificultades y no lleguemos a puerto en el corto plazo, este libro es un insumo indispensable contra las derivas del ego y el autoritarismo institucional. Bienvenidas escrituras de los márgenes que posiblemente sean nuevos y desafiantes territorios.

Ficha técnica:

Miguel Denis Norambuena. “Manifiesto. La desestigmatización de la locura, una clínica del cotidiano”. Palabra Editorial, 2023. 58 páginas.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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