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“Otra gente” de Martin Amis: un infierno para cada uno de nosotros CULTURA|OPINIÓN

“Otra gente” de Martin Amis: un infierno para cada uno de nosotros

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Max Valdés / Letras de Chile
Por : Max Valdés / Letras de Chile Novelista, cuentista, editor, antólogo, escritor de literatura infantil. Es Magister en Edición de la Universidad Diego Portales y Máster en Edición de la U.Pompeau Fabra de Barcelona.
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En permanente riesgo será agredida, engañada, abusada. Intenta en todo momento saber cuál fue su pasado y por qué está aún viva. En este viaje por un Londres fantasmagórico, oscuro y temible, Mary conoce a una borracha de nombre Sharon en un bar de mala muerte.


Otra gente, novela de Martín Amis publicada recientemente por Anagrama es un texto que sorprende en su propuesta literaria. Nos desorienta desde su inicio al presentarnos a una muchacha que se despierta en una sala de hospital sin recordar siquiera su nombre. Entonces el primer enigma es saber quién es esta persona y cómo llegó allí.

“Apoya su mejilla contra la pared fría buscando pistas en su cabeza. ¿Qué había allí dentro? Su mente parecía interminable, pero no contenía nada, como un firmamento muerto”.

Sufre de aparente amnesia. ¿Qué le ha sucedido a esta chica? Su rostro en una mezcla de cabellos y lodo; su ropa está rota y es una aparente vagabunda o una prostituta abandonada, o una joven borracha. Le llamarán Mary ¿será su verdadero nombre? Dada de alta comienza un largo periplo por la ciudad que la llevará a establecer relaciones peligrosas con delincuentes, explotadores sexuales y otros vagabundos.

Curiosa es la interpretación que da uno de los vagabundo a esa condición; dice: “…ser vagabundo representa  un curioso modo de abordar las cosas. Las estadísticas demuestran que ser vagabundo es algo cada vez más popular. Cada vez hay más y más vagabundos que se las arreglan sin dinero. En cambio, los otros, venden su tiempo y se pasan la vida pensando en el dinero”.

En permanente riesgo será agredida, engañada, abusada. Intenta en todo momento saber cuál fue su pasado y por qué está aún viva. En este viaje por un Londres fantasmagórico, oscuro y temible, Mary conoce a una borracha de nombre Sharon en un bar de mala muerte. Ahí Sharon es conocida, apreciada y respetada, y le fiaban. Un par de minutos de coqueteo y ruegos en la barra bastaban para hacerse con una botella de licor. Junto a  ella, Mary se mudará a una casa okupa en donde conocerá a tipos decadentes, aunque muy jóvenes al igual que ella: Jock, Trev y Allan.

Trev cometerá una violación cuando Mary estaba ebria: “…le había golpeado dos veces en la boca. Intentó vaciar su cuerpo de toda su capacidad de resistencia mientras la intentaba penetrar”. La respuesta de Mary contra Trev será de una violencia inusitada. Solo recordará el mal olor del aliento sobre su rostro. Todo un desastre. Al mirar a los demás comprenderá que esas personas siempre andarían por ahí, que siempre existirían y que siempre pretenderían algo contra ella; seres perdidos, acabados, destrozados, olvidados por la sociedad.

Ella sabe que no debe aventurarse en la vida a bucear a demasiada profundidad, no debe arriesgarse a ir de más allá de donde haga pie. Debe mantenerse en la superficie pues le puede resultar demasiado fácil hundirse y demasiado difícil salir a flote nuevamente; sobre todo que apenas recuerda nada sobre su vida y eso ya es, para Mary, el mayor riesgo.

A poco andar irán apareciendo pistas que  intentarán descifrar el enigma de Mary, y hay un incidente muy relevante: se le acerca un policía y cree reconocerla pues estaba tras su búsqueda, su verdadero nombre sería Amy Hide. Este le entregará una carta y más nombres: Prince. Una suerte de “sostenedor” de muchachas desamparadas de la gran ciudad. La pericia narrativa de Amis para contar y sembrar indicios malévoles a lo largo de esta novela es destacable.

La generación de Amis fue conocida como  generación Granta, por el nombre de la revista que en 1983 publicó una lista con quienes eran los mejores escritores británicos jóvenes del momento, o aquellos que prometían conseguir un lugar de privilegio. El nombre de Martin Amis se codeaba en esa lista con Julian Barnes, Kasuo Ishiguro, Ian McEwan y Salman Rushdie.

Amis ya destacaba inevitablemente por su debut con El libro de Raquel, publicado en 1973 cuando el autor contaba treinta y tres años, a la que siguieron Niños muertos en el 1975 (una novela escandalosa e hiriente por su crítica descarnada y sarcástica de la sociedad), Tren nocturno, publicada en 1997 trata de una deconstrucción de la novela negra, con un personaje protagonista inolvidable —la detective  Mike Hoolihan— y de una ácida crítica a una forma de vida, el llamado American Way of Life, además de una profunda reflexión sobre el suicidio y el rastro devastador dejado en quienes que se culparán de por vida pensando que tal vez pudieron evitarlo con tan solo haber comprendido alguna de las señales emitidas por el suicida. y Otra gente de 1981 y que Anagrama ha vuelto a publicar.

El personaje de Mary ( o Amy Hide) nos recuerda a Charles Highway, el joven veinteañero protagonista del Libro de Raquel. Tal obra coquetea con la novela de formación, con el despertar sexual, y presenta una sociedad alambicada y casi victoriana en cuyos márgenes debe moverse el protagonista. El libro de Raquel fue premio Somerset Maugham (que se otorga a escritores menores de treinta y cinco años). En el caso de Mary o Amy, si bien no es en rigor una novela de formación, la desventura y el desengaño acechan a sus personajes.

Mary o Amy de la novela Otra gente es un personaje inolvidable por la espesura de su construcción literaria y por lo insondable de sus instintos. En algún momento Mary o Amy reflexiona en que camina sobre el filo de una navaja o creo caminar por ella. Y cuando “una camina por su filo, oye cosas que se hallan a punto de quebrarse, el suelo, las paredes del aire, las costuras del firmamento. Hay otros que también caminan por el mismo filo, pero yo no los veo. Los filos se hayan siempre en lugares distintos, jamás se cruzan. No se cruza ningún filo, no se perfila ninguna figura; todos los que se hallan sobre el filo de la navaja se encuentran solos”.

Las preocupaciones de Martin Amis sobre la escritura de una novela se delatan al interior de ésta, ya lo vimos en Tren nocturno o en Perro callejero, textos que también indagan en su gran pregunta:  ¿Existe la vida después de la muerte? Si existe, probablemente será el infierno. Si existe probablemente será un crimen. O bien si existe, será probablemente muy parecida a la vida, porque solo en la vida hay variedad. Tendría que haber muchas versiones distintas de la muerte para que puedan corresponderse con todas las versiones de la vida. Y hay un infierno para cada uno de nosotros, un infierno para ti y uno para mí y todos habremos de sufrir solos.

Leer a Martin Amis nos acerca a este tipo de preguntas, ya sean dichas por Charles Highway o por Mary o Amy en esta novela titulada Otra gente y sí vale su tiempo de lectura.

Ficha técnica: 

Martin Amis. Otra gente

Anagrama

Colección Compactos

2024

 

 

 

 

 

 

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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