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“Torpedos” de Yanko González: la pulsión por copiar en clases CULTURA|OPINIÓN

“Torpedos” de Yanko González: la pulsión por copiar en clases

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Gonzalo Schwenke
Por : Gonzalo Schwenke Profesor y crítico literario
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Esta obra, cuya producción duró catorce años, no pretende romper con la tradición literaria aunque la pregunta sobre qué es el arte está instalada. Lo que hace el autor es reconocer una operación estilística de fondo y forma donde la utilidad y diversidad de los torpedos permite varias innovaciones.


Acaba de presentarse tanto en Valdivia como en Santiago, “Torpedos” (2024) por la Editorial Kultrún, un conjunto de artefactos poéticos que sería difícil de perder en la biblioteca particular. Este volumen (17×24 cms y tapa dura) tiene 928 páginas en los que hay objetos escolares perforaciones a la medida o troqueladas, que construyen el simulacro de ser ocupadas en pruebas estandarizadas y paralelamente, cuestiona lo irónico de memorizar contenidos en su obligatoriedad durante la etapa colegial. La presencia de la huincha de medir, unos anteojos, una goma, un lápiz, una regla, un anillo que esconde otro anillo en su interior, entre otros, contienen un poema que viene a refrendar lo dicho.

El lector descubrirá que tras la caja de lápices de colores hay otro libro con dimensiones de 12 x 18 cms., y donde están los poemas textuales. En estas 140 páginas, los poemas satirizan la cultura educativa formal, tanto en su planificación como en su convivencia laboral, porque tomar apuntes de los colegas y de situaciones mundanas es un signo etnográfico de antaño. De manera que, asistimos a la misma cadencia y oralidad que el poeta ha registrado desde sus primeras presentaciones en público. Dichas herramientas están dispuestas para este ejercicio literario que indaga e ironiza sobre la pŕactica de la didáctica profesional, así como en la precariedad de los espacios donde se enuncian estos discursos.

Esta obra es ingeniosa y dinámica según cómo se mire. Así es, ya que se puede leer como una zona de resistencia que problematiza la reproductibilidad técnica según Walter Benjamin, puesto que el tiraje no supera las 350 copias y los libros del autor tienden a ser escasos. Otro factor importante es que tuvieron que trabajar cuatro imprentas (en palabras del autor en el sur) y dada su complejidad, algunas piezas se tuvieron que pedir a china. Por otro lado, el torpedo se entiende y se desarrolla como un tipo de subversión material, que contiene un orden lógico en miniatura sobre la asignatura no memorizada, y que será utilizado en una sola ocasión y destruido prontamente. Dicho esto, emerge la cultura de lo desechable o si se quiere, lo líquido según Bauman.

Yanko González (Buin, 1971), poeta e investigador de la Universidad Austral, ha publicado los poemas: Metales Pesados (1998); Elábuga (2011); y Alto Volta (2007). Las investigaciones sobre La construcción histórica de la juventud en América Latina: bohemios, rockanroleros & revolucionarios (2013); Los más ordenaditos. Fascismo y juventud en la dictadura de Pinochet (2021); las entrevistas imprescindibles a escritores del Sur Héroes civiles & santos laicos: palabra y periferia: trece entrevistas a escritores del sur de Chile (1era ed. 1999 y 2° reed. 2024); y El agua verde del idiota: La errata: cultura e historia (2023) junto con Pedro Araya Riquelme. Finalmente, las antologías Poesía universitaria en Valdivia (2000) con Iván Carrasco; Carne fresca: poesía chilena reciente (2002) y ZurDos: última poesía latino americana (2004) ambos con P. Araya; y su propia antología en vida, Objetivo General (2019).

“Torpedos” entra al universo de la neovanguardia, en los que hay registros a partir del Objeto-Arte La Rueda (1913) de Duchamp. Formato que ha sido trasladado a la literatura durante el siglo XX mediante la poesía visual y concreta. Por ello, lo podemos relacionar con los trabajos del Colectivo Acciones de Arte (CADA); El Quebrantahuesos (1952) de Nicanor Parra, Enrique Lihn y Alejandro Jodorowsky; La Nueva Novela (1era. ed. 1977, 2da 1985) y La Poesía chilena (1978) de Juan Luis Martínez; Poemas encontrados y otros pretextos (1991) de Jorge Torres; Joni Joy (2001) de Maha Vial; El pago de Chile (2006) de Nicanor Parra, y un largo etc.

“Torpedos” (2024) es una obra gruesa, que en su producción duró catorce años, y en la que no pretende romper con la tradición literaria aunque la pregunta sobre qué es el arte está instalada. Lo que hace Yanko González, es reconocer una operación estilística de fondo y forma donde la utilidad y diversidad de los torpedos reales permite una serie de innovaciones que cambian completamente el sentido de su aparición. La neovanguardia tiene tantas décadas en Chile, pero no las suficientes todavía. Este es un proyecto poético con un lenguaje visualmente distinto y que difícilmente alcanzará a las estanterías de saldos.

Ficha técnica:

Torpedos
Yanko González Cangas
Ediciones Kultrún, 2024
928 páginas.-

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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