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Ausencia del héroe o peleando a la contra: Relatos y ensayos inéditos de Charles Bukowski CULTURA|OPINIÓN

Ausencia del héroe o peleando a la contra: Relatos y ensayos inéditos de Charles Bukowski

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Como se puede comprender en la épica de estas páginas ya no existe el clásico héroe; el Robin Hood, el Tigre de la Malasia o algún tipo de James Bond. En absoluto, el héroe es un antihéroe, un pordiosero, un truhán, un borrachín tirado en una esquina.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
Este libro, que se suma al legado literario del autor, ofrece una visión cruda y honesta de la vida cotidiana, abordando temas como la marginalidad, la lucha individual y el rechazo a la conformidad. Los textos reflejan el estilo inconfundible de Bukowski, caracterizado por su lenguaje directo y su perspectiva desalentadora pero auténtica de la realidad. La obra reafirma la posición de Bukowski como una voz singular en la literatura contemporánea.
Desarrollado por El Mostrador

Charles Bukowski (nace en Andernach, Alemania, en 1920, y fallece en la península de San Pedro, California, en 1994) es un narrador, poeta y ensayista estadounidense, figura relevante del realismo sucio y considerado un «poeta maldito», por su excesivo alcoholismo, su condición marginal y estilo de vida bohemia.

Con más de una cincuentena de libros publicados a lo largo de su vida y numerosos articulo en revistas como Underground, además de una serie de cuentos y relatos breves que todavía permanecen dispersos o inéditos, ahora Editorial Anagrama pone en circulación este compendio de relatos y artículos inéditos, escritos entre 1946 y 1992, que aparecieron desperdigados esporádicamente en numerosos periódicos y publicaciones y revistas tales como Matrix, Literary Times, Candid Press o The Outsider, Wormwood Review, entre muchos otros sitios.

Desde que Bill Buford, editor de la revista literaria Granta, decidió como un truco publicitario usar por primera vez el termino “Dirty realism”, muy rápido esta etiqueta se instaló y otorgo reconocimiento y éxito a los principales exponentes de esta variante narrativa. Y, si bien el “realismo sucio” es un fenómeno literario que nace en tierras americanas y se caracteriza por un estilo de lenguaje reducido a lo esencial, mezquino a veces.

Toma distancia del decir poético, de las metáforas, el doble sentido y las analogías suspicaces, se aleja también de la ironía y de crear un lenguaje demasiado elaborado. El realismo sucio funda su actitud en un decir directo, sin tapujos. No se trata de ser ofensivo usando palabras feas. Coloca esos vocablos ahí para exponer una determinada realidad con plena exactitud. Ese decir es en sí mismo la realidad.

El punto es que, si un autor tiene en mente un mendigo, una mamada, una ramera o una cogida, eso es lo que debe escribir. No engatusar a nadie con ornamentos falsos y no decir en un párrafo algo que podría expresar en tres palabras. El realismo sucio también llamado ficción transgresora, busca capturar la esencia de lo cotidiano, lo trivial, aquello que incluso teniendo ribetes asquerosos se evita mencionar; y reduce la narración a sus elementos fundamentales tanto de lenguaje como estéticos.

Se utiliza de preferencia en el relato breve. Como los alquimistas busca transmutar el fango en oro. Y en este sentido Bukowski es -sin duda- el que ha ido más lejos, no solo se le considera el padre del realismo sucio, si no que además ha cultivado un estilo para fundar su propio mito. Bukowski encarna -en sí mismo- una tendencia.

Este modo de encarar la realidad ha tenido un impacto enorme -especialmente desde que acabo la guerra fría y luego de que uno de sus principales actores se desplomo aparatosamente y esta nueva realidad neoliberal y cosmopolita se ha apoderado del orbe y ha sometido todo a las draconianas leyes del mercado. Existimos en la jungla y sus leyes imperan. Estos creadores se han dedicado a retratar la realidad como un fotograma de esta sociedad donde lo bello no es sinónimo de hermoso, sino de la autenticidad que significa existir.

Como se puede comprender, en la épica de estas páginas ya no existe el clásico héroe; el Robin Hood, el Tigre de la Malasia o algún tipo de James Bond, no, en absoluto. El héroe es un antihéroe, un pordiosero, un truhán, un borrachín tirado en una esquina cualquiera preguntándose que importancia de mierda tiene Milton y su “Paraíso perdido”.

Entonces la escritura de Bukowski adquiere su intensidad, y su tono de voz tempestuoso, enérgico y autobiográfico, también del hecho de que son crónicas realistas de la contracultura de una época todavía vigente. Bukowski desarrolla un realismo sucio, lírico y cómico con toda esa crudeza bajo la cual se oculta una sensibilidad autentica y una fidelidad fotográfica ante los horrores cotidianos.

Para quienes conocen la obra de Bukowski reconocerán en este libro todas sus constantes, esa mirada directa y descarnada sobre la cotidianeidad, la literatura y el sexo. En estas páginas que recoge su obra dispersa se pueden encontrar esas maravillas. Claro, un cuento como “La mujer de Vern” pertenece a otra estirpe de relatos. Aquí apreciamos a Bukowski en plena faena; es muy capaz de descartar y dejar fuera pasajes esplendidos para dar paso a una prosa directa y brutalmente noqueadora. Reencontrarse con Bukowski, luego de la cantidad de agua podrida que ha pasado bajo los puentes, es llenarse de energía.

Pero el cuento “La mujer de Vern”, es algo de verdad diferente.

Se trata de un hermoso e imprescindible libro para reencontrarse con el viejo Bukowski.

Ficha técnica
“Ausencia del héroe”
Charles Bukowski
Editorial ANAGRAMA
330 páginas
ISBN: 9 788433 921987

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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