CULTURA|OPINIÓN
En esta obra la pregunta sobre la visión y los sentidos se encuentra en cada escena, ante el asombro de lo que es la vida con un 99% menos de visión, en un mundo que está lleno de imágenes.
¿Cómo conocemos el mundo si es que no podemos ver? Es la pregunta esencial de la obra “Última Esperanza”, estrenada el Centro Cultural Gabriela Mistral, en agosto. En esta obra la pregunta sobre la visión y los sentidos se encuentra en cada escena, ante el asombro de lo que es la vida con un 99% menos de visión, en un mundo que está lleno de imágenes.
Y esta pregunta surgió en Cuerpo Sur, compañía a cargo de la obra, a raíz de las mutilaciones de ojos que ocurrieron en Chile para el estallido social; a raíz de las cientos de personas que quedaron sin la capacidad de ver, ya sea por un o por ambos ojos, y que debieron adaptarse a la necesidad de interactuar con el mundo de una manera distinta a la que estaban acostumbrados; personas que dejaron de ver como veían antes; y que, seguramente, en algún momento caminaron con temor porque ahora todo, para ellos, se ve de otra forma.
Esta investigación que surge en 2019, cobra vida a través de un diálogo en base a preguntas vinculadas a cómo es el mundo sin poder verlo. Qué se entiende o se conoce de él. Cómo, por ejemplo, se puede conocer la cordillera de Los Andes, en Chile, si no puedes verla. Cómo conocer la nieve y tantas otras cosas que solo se pueden captar con la visión.
Según explica Luis Guenel, director de la obra, esta investigación surgió cuando estaban desarrollando la obra Mutilados; bajo la pregunta sobre lo que era vivir con una capacidad visual diferente. Así, conocieron a Hilda, una mujer holandesa de 60 años, quien nació solamente con un 15% de visión en el ojo derecho y 0% en el ojo izquierdo. Cuando se conocieron, ella les contó que solamente le quedaba el último porciento de visión, ese 1% que le permite divisar sombras de manera borrosa. “La idea era poder entrar en ese porcentaje -explica Guenel-, y aprender de ello”.
Hilda marcó un hito en Cuerpo Sur, Luis Guenel y Ébana Garín, dramaturga e investigadora de Cuerpo Sur, en ese momento dejaron de preparar “Mutilados” y se centraron en ella, en este personaje que sin ser actriz se apropió de la obra, les permitió conocerla a ella y a su mundo, a su forma de percibir y de desenvolverse en cualquier contexto. Se preguntaban cómo lograba ver, de qué forma, cómo comprender los espacios, la luz, todo. Así, dieron vida a “Última Esperanza”, mostrándonos cómo puede ser ese 1% de visión.
