
Una década desde el fallecimiento Lemebel: Un legado de interpelación
El libro que consagró a Lemebel como una figura clave de la literatura chilena fue “Tengo miedo torero”, en la que trata la resistencia a la dictadura, el deseo y la marginalidad. Posteriormente, planteó una fuerte crítica social hacia las políticas de reconciliación postdictadura.
Hoy, jueves 23 de enero de 2025, conmemoramos el fallecimiento del artista Pedro Lemebel, quien, con su irreverencia, irrumpió de manera provocadora en la conservadora escena artística nacional, en las postrimerías de la dictadura cívico militar, para luego posicionarse como uno de los artistas más reconocidos y respetados en el país. Su obra visibilizó a sectores de la sociedad que fueron históricamente excluidos. Entre otras cosas, planteó un enfoque de dignidad humana que continúa vigente en los desafíos del presente.
En ese contexto, fundó junto con Francisco Casas, el colectivo de Las Yeguas del Apocalipsis en 1987, una dupla artística que, desde la visualidad, desafió las convenciones tradicionales del arte y la censura del régimen militar. La propuesta consistía en emplear sus cuerpos artísticamente en intervenciones públicas para denunciar la violencia de la dictadura, la homofobia y el patriarcado.
Su escritura también inició en un ambiente represivo, y su crónica profundamente poética capturó la vida de los distintos grupos segregados de Santiago. Solía combinar el humor con la denuncia social. En sus escritos se rescata la oralidad popular, acompañada de formas elegantes y feroces. Sin duda, el libro que consagró a Lemebel como una figura clave de la literatura chilena fue “Tengo miedo torero”, en la que trata la resistencia a la dictadura, el deseo y la marginalidad. Posteriormente, planteó una fuerte crítica social hacia las políticas de reconciliación postdictadura.
Lemebel fue también un educador comprometido con la transformación social de la realidad con una posición crítica y creativa de la pedagogía pública después de estudiar en la UMCE, ex Instituto Pedagógico.
Pedro no solo habló desde los márgenes de la vida urbana, sino que también defendió el derecho a habitar ese espacio con orgullo y rebeldía. Su manifiesto “Hablo por mi diferencia” se convirtió en un referente político del pensamiento de las diversidades y disidencias sexuales y de género, que optó por el orgullo de ser diferente, en un momento de represión y conservadurismo.
Desde esta Secretaría Regional Ministerial de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la Región Metropolitana de Santiago valoramos profundamente el espíritu creativo y luchador de Pedro Lemebel, quien fue parte fundamental de la construcción de una ola artística LGBTQIA+, la que hasta el día de hoy inspira a muchos y muchas a seguir creando desde la resistencia, la valentía y la dignidad; y que nos invita como sociedad a hacer de este, un país más justo, solidario, diverso y mucho más democrático.
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