La socióloga y activista del movimiento feminista chileno en la década de los 80, Julieta Kirkwood, sostuvo en aquellos años que “a toda opresión se opone una rebeldía”. Concibe al feminismo como una “toma de palabra” y una potencia revolucionaria capaz de transformar la lógica naturalizada de un saber/poder masculino, por una conciencia feminista que visibilice lo que otros hacen invisible. En este capítulo de Filosofía y encierro, María José Quesada y Sara Oportus, reflexionan en torno al libro “Ser política en Chile”, entrecruzando los nudos feministas propuestos por la autora, relacionándolos con el presente, principalmente en torno a la nueva Constitución.