Todo comenzó en enero de 1964, cuando Randy Gardner, un adolescente de California, junto con un grupo de compañeros de su colegio, ideó un proyecto escolar que tenía como objetivo investigar el impacto de la falta de sueño en las actividades humanas.
El insomnio es, sin duda, uno de los problemas más comunes que afectan a la población, con serias repercusiones para la salud. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que, a lo largo de la historia, hubo un hombre que llevó este trastorno al límite de manera voluntaria: Randy Gardner.
Gardner ostenta el récord mundial de haber permanecido más tiempo sin dormir: un total de 264 horas, es decir, 11 días consecutivos.
Todo comenzó en enero de 1964, cuando Randy Gardner, un adolescente de California, junto con un grupo de compañeros de su colegio, ideó un proyecto escolar que tenía como objetivo investigar el impacto de la falta de sueño en las actividades humanas.
En ese momento, Gardner decidió voluntariamente intentar superar el récord de permanencia sin dormir, que hasta entonces lo tenía un DJ de Honolulu, quien había estado despierto durante 260 horas.
Para llevar a cabo el desafío, Randy formó un equipo de observación con su compañero de estudios Bruce McAllister y otro amigo, Joe Marciano.
El proyecto comenzó, y al tercer día, el científico estadounidense William Dement, uno de los pioneros en la investigación sobre el sueño, se interesó en colaborar con los estudiantes.
El propósito inicial era estudiar los efectos en los cambios psicomotores y cognitivos, pero pronto se hizo evidente que este enfoque era inviable. Ante la imposibilidad de seguir esta línea de observación, el equipo decidió centrarse exclusivamente en el comportamiento conductual de Gardner durante el experimento.
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Según el informe publicado en The Nature of Sleep and its Impact on Health, los primeros efectos del insomnio en Randy Gardner comenzaron a notarse a partir del cuarto día sin dormir. En ese momento, experimentó un deterioro significativo en aspectos como la memoria y la concentración, además de que su capacidad para realizar tareas se vio afectada. Los cambios de humor se hicieron más pronunciados, y la coordinación motora empezó a deteriorarse.
A medida que avanzaba el experimento, también desarrolló dificultades para hablar con coherencia y para formar frases completas.
Desde el quinto día sin dormir, Randy comenzó a experimentar alucinaciones. Llegó a creer que era un famoso jugador de fútbol americano y empezó a imaginar caminos dentro de su propia casa. Su estabilidad emocional también se vio gravemente afectada, con rápidos cambios de humor: pasaba de la rabia a la euforia, o de la desesperanza a la excitación total.
Una vez terminado el proyecto, Gardner fue trasladado al hospital de San Diego, donde se monitorearon sus ondas cerebrales y se le permitió dormir durante 14 horas consecutivas. Después de eso, comenzó un largo proceso de recuperación que tomó alrededor de dos semanas. Sin embargo, a pesar de este descanso, las secuelas no desaparecieron por completo.
De acuerdo con el medio citado, a lo largo de su vida, Randy experimentó varios episodios prolongados de insomnio y continuó siendo susceptible a alucinaciones.
Hoy en día, a los 78 años, Gardner mantiene el récord Guinness de la persona que más tiempo ha permanecido despierta en la historia.