El general del «Nunca más» salió al paso de las nuevas acusaciones que lo involucran con hechos de tortura contra 24 persona en la causa que lidera el juez Vicente Hormazábal. Cheyre aseguró sentirse perseguido por las «fuerzas opositoras» que buscan desacreditar su papel en la transición militar, de la que él asegura sentirse «muy honrado». «Yo cada día más creo en ese proceso y me siento más reconfortado, con mi conciencia tranquila de haber sido un obrero de esa causa», apuntó.
El excomandante en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre se defendió de las nuevas acusaciones que lo vinculan con hechos de tortura contra 24 persona en la causa que lidera el juez Vicente Hormazábal.
Fiel a su estilo, el general «del Nunca más», afirmó que «lo digo fuerte, claro y de frente: jamás he cometido apremio alguno, violencia física alguna, no contra detenidos por casos de derechos humanos: no le he pegado en mi vida a nadie. No he aplicado la violencia, no creo en la violencia».
Para Cheyre, esta nueva acusación es obra de miembros de las antiguos servicios de inteligencia de la dictadura, parte de la izquierda y a quienes deslegitiman el proceso de transición, a quienes calificó de «fuerzas opositoras». El excomandante manifiesta con orgullo que «me siento muy honrado de ser un hombre de la transición».
«Fui actor de una transición legítima, verdadera, no tramposa, que buscó terminar con algo que nunca debería haber sucedido en Chile. Yo me siento un hombre de esa transición, y ésta por algunos no solamente no es querida, sino que quieren bajarle todo el mérito que tuvo para Chile», argumentó en entrevista con el diario La Tercera.
«Yo cada día más creo en ese proceso y me siento más reconfortado, con mi conciencia tranquila de haber sido un obrero de esa causa», agregó.
De hecho, no muestra arrepentimiento: «Pese a todo lo que ocurrió posteriormente y pese a todos los costos que yo he pagado: familiares, humanos, de imagen. A mí no me van a destruir. Y la obra, que no solamente yo conduje y lideré, sino que con mis compañeros de generación hicimos de dar curso a esta transición militar, no la van a revertir destruyendo a la persona».
Cheyre manifestó «jamás» haber presenciado alguna tortura, por lo que rechazó ser un encubridor o cómplice de estos delitos, refiriéndose también a la condena recibida como encubridor en el caso Caravana de la Muerte. Además reconoció sentirse «perseguido» por las «fuerzas opositoras» y calificó de «terrible» la situación que enfrenta.
«Me acuerdo de todo lo que hacía, pero no puedo acordarme de lo que no hacía y de lo que jamás hice. Y nunca, nunca, nunca he torturado ni he apremiado a nadie», complementó.
«Me tengo que retrotraer 45 años atrás para probar que no estuve donde alguien 45 años después dice que se supone que yo estuve», añadió.
Finalmente, el excomandante aseguró que no se siente perseguido por las víctimas y familiares de detenidos y asesinados en dictadura «porque yo creo que todos sufrieron dolor, y yo en el sentido que le he encontrado a la vida, cada día me comprometo más con el dolor ajeno».