La huelga del 8M convocada para este viernes tiene un aroma distinto al de años anteriores. El llamado a una huelga efectiva en el trabajo asalariado y en el hogar le ha puesto un sello nuevo, que intenta replicar el avance de las olas feministas a nivel internacional. Asimismo, la organización levantada por la Coordinadora 8M ha incluido demandas que, además de las reivindicaciones por los derechos reproductivos, sexuales y por una vida libre de acoso y abuso, incluyen la seguridad social, el derecho a la vivienda, el fin del activismo y el reconocimiento a la autonomía de los pueblos originarios. Una agenda compleja que ha sido resistida por el Gobierno, y una forma de protesta que también ha encontrado resistencia hasta al interior de algunos espacios sindicales.
Cuerpos pintados, despliegue de lienzos, cambio de nombre a lugares históricos y las estaciones de metro; asambleas abiertas en plazas, tomas de edificios, una aplicación especial para celulares y hasta una once familiar en el Parque Bustamante, son algunas de las iniciativas que se realizaron durante una de las semanas claves para la cuarta ola feminista. Una semana que partió con el Súper Lunes Feminista y busca poner el broche de oro con más de 40 marchas a lo largo de todo el país, además de realizar el primer llamado a huelga general de mujeres, para conmemorar el Día de la Mujer Trabajadora, este 8 de marzo.
Movilización organizada por la Coordinadora 8M, que lleva casi un año de preparación y convocó a más de 1.500 mujeres al “Encuentro Plurinacional de Mujeres de Luchan” realizado en diciembre del año pasado, el que fijó los lineamientos para el programa de este 8M. Diez demandas que incluyen “fin a la violencia política, sexual y económica”, “trabajo digno”, derecho al aborto libre, una nueva ley de migración, nueva ley de medios con perspectiva de género, entre otras.
Un día de agitación y protesta a nivel nacional que tiene una particular acción que ha sido fuertemente cuestionada por el Gobierno: la huelga laboral doméstica de las mujeres. “La revolución será feminista, será doméstica o no será”, sentenció la periodista Mónica Rincón en una de sus columnas sobre el 8M. Una frase que pocos logran entender y que ha sido cuestionada en redes sociales y un sinfín de paneles radiales y televisivos. Pero, según las voceras sectoriales de la Coordinadora 8M, el paro del trabajo doméstico, o de “brazos caídos” en el hogar, es la base del llamado a huelga para este viernes.
La historiadora Alejandra Araya explica que las demandas por los derechos sexuales y reproductivos han sido fundamentales, como discusión por el aborto libre y el derecho a decidir, también por una vida libre de acoso y abuso para las mujeres, a la que se suma la demanda por reconocer un rol fundamental de las mujeres en el trabajo doméstico, “un trabajo que permite la reproducción de la vida”.
“La doble jornada laboral sigue siendo real, el cuidado, la domesticidad sigue estando a cargo de las mujeres. Si no lo hace una mujer, no lo hace un hombre”, destaca la académica de la Universidad de Chile. Una realidad que se hace palpable día a día. “Te mandan a hacer la cama porque eres la niña de la casa, a cuidar a los hermanos más chicos y tener la comida preparada, pero nadie te pregunta si quieres hacer eso”, destaca Alejandra Araya.
Es este rol de mujer trabajadora en el hogar y en la labor asalariada la que busca relevar el llamado a huelga para este 8M. La historiadora recalca que este rol de las mujeres es trasladado al trabajo tradicional y que, cuando “un trabajo se feminiza, pierde valor en el mercado”. “Cuando un hombre se dedica a la cocina es chef, cuando lo hacen las mujeres son cocineras. El trabajo parvulario y social fueron feminizados y en los estudios más formales se señala que cuando se feminiza una profesión es porque se ha desvalorado ese trabajo, que se traduce en diferencias salariales. Entonces, todo está encadenado”.
Sin embargo, para la historiadora “la lucha contra el capital no elimina la desigualdad que tenemos al nacer entre hombres y mujeres, porque aún se mantiene el Código Civil del siglo XIX”, el cual determina la forma en la que la mujer se desarrolla en sociedad, el matrimonio y la ley de herencia. “Eso es lo que define la situación concreta y real de las mujeres”, detalla.
Daniela López, directora de Fundación Nodo XXI, explica que “el movimiento feminista entiende lo que significa la desigualdad en toda su complejidad y habla del trabajo más allá del asalariado, incluye todo aquel trabajo que se encuentra invisibilizado en las casas, en lo doméstico. Ese trabajo constituye a las mujeres como sujetos políticos”. Destaca que “las mujeres son las principales reproductoras de la mano de obra, por eso, el Estado y la Iglesia católica siempre han intentado controlar la sexualidad y la reproducción de las mujeres”.
La abogada feminista agrega que la huelga ha sido utilizada principalmente entre los movimientos de mujeres trabajadoras, pero que la “tradición selectiva” de la historia ha invisibilizado “el rol de la mujer en el movimiento obrero, pero la mujer ha sido protagonista de la lucha por el trabajo”. Recuerda que, previo a la Revolución Rusa, “las mujeres iniciaron una huelga en fábricas textiles, hicieron un llamado a la lucha por el pan, son las primeras en movilizarse”. En Islandia, en 1975, “el 90% de las mujeres sale a una huelga para visibilizar el trabajo doméstico, como carga de lo femenino y demandar la no discriminación sexual e igualdad salarial”, destaca.
La analista agrega que el movimiento feminista se vio fortalecido “cuando visualiza la feminización del trabajo, su división sexual” y se toma conciencia de que el trabajo de cuidar a los hijos e hijas, a los ancianos, familiares enfermos, “los cuidados de la vida y servicios están destinados solo a las mujeres, y son las funciones que se ven más precarizadas con el neoliberalismo, profundizadas con la irrupción de retail, los call centers y la subcontratación”.
Es por esta razón que el llamado a la movilización de este viernes también apuntaría a que los hombres ocupen este rol en el hogar, que las mujeres puedan ejercer la huelga en sus trabajos y al mismo tiempo en su casa. Además, también se ha hecho un llamado a no comprar en el retail ni supermercados, razón por lo que en distintas ciudades se han desplegado lienzos y manifestado en malls.
“Es importante hacer un llamado a participar, a no tener miedo, la amplitud del programa da cabida a todos”, enfatiza la vocera de educación de la Coordinadora 8M, Rosario Olivares. La profesora agrega que las convocantes buscan “darles seguridad a las mujeres en las marchas, y hay una alternativa de tener espacios de cuidados para los niños y las niñas en sedes de sindicatos y otras casas cerca de la Alameda”.
Además, la marcha, en su inicio, será compuesta solo por mujeres y cada bloque, organizado en base al programa feminista, determinó si su composición será mixtas. “Van haber bloques territorio, social, sindical, de educación, de comunicaciones, entre otros”, puntualiza la vocera de Coordinadora 8M, y destaca que “hay un espíritu y esperanza de que la marcha será multitudinaria y nos vamos a sentir seguras”.
Una de las principales críticas al movimiento feminista ha sido la elitización del movimiento, centrado en las universidades y entre las profesionales jóvenes. También ha sido criticado por su “politización”, es más, el Gobierno destacó que la convocatoria a una huelga general para el 8M era una estrategia de los partidos de oposición.
Desde la Coordinadora 8M señalaron en un comunicado que estas críticas evidencian la “desconexión con las problemáticas y preocupaciones que nos atañen (…). Los temas de las mujeres no pueden ni deben limitarse a erradicar la violencia machista entendida únicamente como acoso, abuso, golpes y femicidios”.
Por otra parte, Daniela Sáez, vocera territorial de la Región Metropolitana de la Coordinadora 8M, plantea que este no es un movimiento centralizado, y que “las mujeres en los territorios nos plegamos al llamado a huelga”. Destaca que en su zonal se realizaron plazas culturales, “para intervenir un territorio, en específico con talleres de oficios, artísticos y sobre la violencia”. Es más, la jornada del Súper Lunes Feminista comenzó con la intervención y corte de calles de mujeres pobladoras, quienes llegaron hasta La Moneda para protestar por la vivienda digna.
Sáez es parte del Movimiento de Pobladores y Pobladoras en Lucha (MPL) y señala que uno de los ejes programáticos es “el derecho constitucional y humano al acceso a la vivienda, el derecho a la ciudad y a ocupar los espacios (…) esta demanda proviene de las pobladoras más organizadas en el tema de la vivienda». La vocera explica que buscan garantizar el derecho a suelo, que no “esté normado por el mercado”, el que excluye a los pobladores.
También cuenta que la movilización de las pobladoras ha sido un camino complejo, al igual que en otros sectores. “Hay mucho machismo, el patriarcado atraviesa todas nuestras organizaciones, es un proceso que tiene una historia de mujer y es hora de que las mujeres pasemos al frente, a encabezar las demandas, a encabezar las luchas. Nosotras nos hacemos cargo siempre, el 90% de los comités de vivienda están compuestos por mujeres y quienes lideran por lo general son hombres”, indica.
Para la dirigenta es importante destacar que a las mujeres se les ha determinado “un rol histórico impuesto, de cuidar la casa y el hogar, y los hombres han sacado privilegios de esto y ahí se cruza con las demandas feministas. Nosotras somos las que vamos a las marchas, a la barricada, acarreamos a los hijos para arriba y para abajo, pero quienes toman las vocerías son los hombres, y esa es una injusticia”.
Otro de los ejes que aborda esta convocatoria para el 8 de marzo es el de la seguridad social y la igualdad en el trabajo asalariado, es por esta razón que dentro del programa levantado por la Coordinadora 8M también se encuentra el “Trabajo digno, estable y seguro”, que incluye las demandas de No+AFP.
Moreen Ramos, vocera de trabajo y seguridad social de la Coordinadora 8M, que incluye a 30 organizaciones sindicales y de trabajadoras, enfatiza que esta demanda “establece la igualdad entre las condiciones de trabajo para hombres y mujeres, la no discriminación a la hora de dar trabajos”, erradicar el exceso en la jornada laboral, el fin del acoso laboral y sexual en el trabajo y la igualdad de sueldo y de derechos.
“No queremos seguir viviendo con miedo ante la violencia estructural de las pensiones miserables, el desempleo, la salud y el derecho a la vivienda. Contemplar un sistema de cuidados único en el cuidado de niños y enfermos, somos la mujeres las que nos hacemos cargo de ese trabajo que no es remunerado, ni reconocido socialmente”, detalla.
Ramos explica que es una interpelación directa a las trabajadoras y a los sindicatos, “la idea es organizarse y formar una fuerza en conjunto entre las trabajadoras, que los sindicatos se hagan cargo de las demandas que estamos levantando nosotras”. Es por esta razón que llamó la atención la indefinición de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) ante el llamado a huelga para este 8 de marzo.
La vocera de la Coordinadora 8M dice que como organización se tuvo “reuniones con la encargada de la vicepresidencia de género de la CUT, pero no hicieron un pronunciamiento claro para llamar a paro efectivo, solo se llamó a sumarse a las actividades de la huelga”.
Amalia Pereira, vicepresidenta de la CUT, explicó que el Comité Ejecutivo de la Mesa Social, que integra a la Central, la Anef, la Coordinadora No+AFP, la Feusach, Fech, Feuc y el Movimiento Marca AC, convocó a sumarse a todas las formas de movilización y protesta que se puedan expresar en el marco de la Huelga General Feminista. “Nos sumamos a las actividades del 8 de marzo y la huelga feminista va. Convocamos a todas las organizaciones para hacer paros y todas las formas de movilización. Filiales (de la CUT) se sumarán a todas las actividades a lo largo de Chile”, destacó Pereira.
Un panorama distinto al que llamó la Confederación de Salud Municipal (Confusam). «Convocamos a la ciudadanía a abstenerse de concurrir a los consultorios, a los Cesfam este viernes, puesto que vamos a estar plegadas y plegados todos los funcionarios y funcionarias al paro efectivo», afirmó la dirigenta nacional de Confusam, Carolina Espinoza.
Pero Chile no es el único país en donde organizaciones sindicales no han llamado abiertamente a hacerse parte de la Huelga General del 8M. Cabe destacar que esta forma de movilización ha sido impulsada en otros países, el movimiento feminista español convocó a una huelga el año 2018, y este año en Turquía y el Reino Unido también se ha impulsado esta forma de movilización. En Alemania la presión para que los sindicatos se plegaran al llamado de la huelga también fue conflictivo, pero finalmente adhirieron, aunque los sindicatos en Austria no cedieron ante los movimientos feministas locales.
En Argentina, la movilización para este 8M se ha centrado en la pelea por los derechos reproductivos, el fin de los feminicidios y el lema “niñas no madres”. En Nicaragua hay una realidad totalmente distinta, las organizaciones feministas han denunciado que el Gobierno de Daniel Ortega ha contenido todas las movilizaciones y perseguido a las mujeres organizadas.