El persecutor acusó a su superior, el fiscal regional Emiliano Arias, de haber traficado influencias en el marco del Caso Caval, de interferir en la investigación contra la investigación del ministro Elgueta, ocultamiento en la causa del Teatro Municipal de Rancagua y violación de secreto por sustracción de información de la base de datos de la Fiscalía de O’Higgins que llegó a manos de una persona en Puerto Montt.
Este jueves el fiscal nacional Jorge Abbott movió las piezas del tablero en la investigación en contra de los ministros de la Corte de Apelaciones de Rancagua Emilio Elgueta y Marcelo Vásquez, indagados por corrupción en fallos judiciales y nombramientos de cargos públicos. El persecutor decidió trasladar la causa a la Fiscalía Regional Metropolitana Sur, quitándosela de las manos a la fiscalía regional de O’Higgins.
Según consigna Radio BioBío, lo anterior se da tras una denuncia del fiscal adjunto de la zona, Sergio Moya, el mismo que pidió la formalización de uno de los jueces indagados por corrupción y que ahora inició la acción contra su superior, el fiscal regional de O’Higgins Emiliano Arias.
Moya apunta a Arias por tráfico de influencias en el Caso Caval, obstrucción a la investigación contra la investigación del ministro Elgueta, ocultamiento en la causa del Teatro Municipal de Rancagua y violación de secreto por sustracción de información de la base de datos de la Fiscalía de O’Higgins que llegó a manos de una persona en Puerto Montt.
«Mi deber como funcionario público era denunciarlo. Las denuncias tienen sus respaldos», dijo el persecutor a la prensa explicando que lo hizo sabiendo las consecuencias que le puede ocasionar haber hablado.
«Sé que esto puede traer consecuencias en mi persona, en mi familia, en mi carrera, pero ese costo hay que pagarlo porque por algo somos fiscales», agregó.
Moya explica que, en el marco del Caso Caval, Arias intentó realizar un procedimiento abreviado al síndico de quiebras Herman Chadwick Larrain.
Según Moya, se planteó que se debía terminar con esa arista porque, la presencia de Chadwick en la causa y un eventual juicio oral, podría traer consecuencias para la imagen del gobierno entrante.
Por esta razón, Moya acusa a Arias de intentar realizar un juicio abreviado con penas mucho más bajas de las establecidas.
En la investigación por corrupción de los jueces de la Corte de Apelaciones de Rancagua, Moya solicitó en reiteradas ocasiones el pronunciamiento de Arias para poder pedir la formalización del juez Emilio Elgueta. Sin embargo, no recibió respuesta.
Moya comentó que decidió actuar pese a arriesgar sanciones administrativas, pidiendo la formalización sin el consentimiento de su superior.
Moya denuncia también a Arias en el marco de la investigación contra el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, por malversación de caudales públicos por cerca de 3500 millones en el Teatro Regional de Rancagua.
El fiscal asegura que fue convocado a una reunión donde se encontraba el abogado del alcalde, a la que asistió instruido por Arias para estar atento a los requerimientos del jurista. Tras la reunión, Moya solicitó autorizaciones judiciales para incautar aparatos electrónicos del alcalde, sin embargo el fiscal Arias le ordenó devolver las especies. Pese a esto, Moya no las devolvió por tratarse de una investigación por malversación de caudales públicos.
Otra denuncia está ligada a la extracción de documentos de la base de datos de la Fiscalía regional de O’Higgins, que terminaron en manos de un particular en Puerto Montt. Moya inició la indagatoria y concluyó que la información fue extraída por orden de Emiliano Arias.
Es por esto que Moya puso intentó dar a conocer los antecedentes a la Fiscalía Nacional para que esta designara un persecutor encargado de de indagar a Arias, pero según constató Moya durante esta semana, esa carpeta nunca llegó a su destino.
Moya considera que existen antecedentes que se deben procesar y que ameritan que la causa que investiga corrupción en la corte de Rancagua se traslade a otra fiscalía, pero aseguró que el permanecerá indagando e incluso podrá trabajar más rápido.
“Yo tengo la tranquilidad absoluta de que estos hechos que yo hice saber formalmente a la Fiscalía Nacional, los conversé con él (fiscal Emiliano Arias), los analizamos y de alguna forma se adoptó un compromiso de que no se iba a incurrir en este tipo de conductas, pero la reiteración y la persistencia en lo mismo es lo que me hace tomar la decisión que en lo laboral es muy complejo”, concluyó Moya.