Hace unos días, las cifras de distintos estudios, análisis y paneles indicaban lo mismo. La participación de mujeres en directorios de empresas privadas sigue siendo baja. Entonces, ¿debemos seguir estudiando o damos paso a la acción? ¿Será que para estas empresas las mujeres no están calificadas, les faltan competencias o es que aún existen barreras mentales que impiden su incorporación? Si queremos un Chile mejor hay que cambiar leyes, pero también hay que enmendar conductas. El ingreso de la mujer debe tener una mirada estratégica e integradora, lo que, sin duda alguna, redundará en mejoras concretas para todo tipo de negocios. Hoy la mirada de la sociedad respecto de la igualdad de género y diversidad nos lo exige. Es el siglo XXI.
Es cierto que dentro de las preocupaciones por la baja en las ventas minoristas, el desempleo o el aumento de las cuentas de la luz, la reforma tributaria y la reforma previsional, pareciera un tanto desacertado abordar la problemática de género al interior de los cargos directivos de las empresas. Pero, si miramos atentamente, veremos la necesidad de eliminar la brecha entre hombres y mujeres aportando nuevas miradas, directrices y lineamientos que permitan lograr un mayor desarrollo a nivel país.
Son estas empresas las que transan en bolsa y es en esos directorios donde se toman las decisiones que afectan el día a día de miles de chilenos. Las AFP, las eléctricas, las empresas de agua, todas tiene un factor en común: sus gobiernos corporativos. Cuando Chile aspira a ser un país desarrollado, la igualdad de género y participación de las mujeres en los gobiernos corporativos de las empresas, no debiese ser un tema de agenda ni de moda, sino de necesidad en un país que demanda nuevos desafíos de cara a los ciudadanos.
Para nadie es un misterio que la ex Presidenta Michelle Bachelet apoyó con convicción y firmeza la incorporación de la mujeres a las empresas del Estado, donde colocó una meta, no una ley ni un reglamento. El Presidente Sebastián Piñera lo continuó y profundizó. Entonces, ¿por qué no incluir ahora a las empresas que transan en bolsa? ¿Qué falta? ¿Qué se requiere?
[cita tipo=»destaque»]Son estas empresas las que transan en bolsa y es en esos directorios donde se toman las decisiones que afectan el día a día de miles de chilenos. Las AFP, las eléctricas, las empresas de agua, todas tiene un factor en común: sus gobiernos corporativos. Cuando Chile aspira a ser un país desarrollado, la igualdad de género y participación de las mujeres en los gobiernos corporativos de las empresas, no debiese ser un tema de agenda ni de moda, sino de necesidad en un país que demanda nuevos desafíos de cara a los ciudadanos.[/cita]
Me tocó ser parte de ambos espacios de la gestión y viví de cerca todo tipo de expresiones, desde las muestras de apoyo hasta el rechazo total. Las expresiones más comunes que escuché fueron del tipo “no tiene nada que ver”, “no van a calificar”, “no, ahí sí que es difícil”, “la verdad, no están preparadas”. Todas frases que dan cuenta del temor al cambio y a la apertura hacia nuevas miradas, expresiones de una serie de mitos que aún permanecen en la sociedad y que entraban la posibilidad de abrir nuevos espacios a las mujeres.
La decisión política de Bachelet fue la correcta, como también la del Presidente Piñera de continuar por esa senda, lo que queda de manifiesto con cifras concretas, ya que más del 40% de los directorios de empresas del Estado cuentan con mujeres en los cargos directivos. Parece que se podía y el mundo no se vino abajo.
En este tema ya no hay pie atrás. ¿Es tan difícil reconocerlo? Las mujeres altamente calificadas existen y se están abriendo camino, su andar es un tema que se levanta con fuerza desde todas las organizaciones de mujeres.
¡Cómo olvidar cuando la Ley de Cuotas que impuso Comunidad Mujer, entre otras organizaciones, era como predicar en el desierto! Y, sin embargo, al pasar el tiempo, nadie cuestiona hoy que es y será necesario aumentar la participación femenina, pero es indispensable dar un paso más y alcanzar las empresas que transan en bolsa.
Hace unos días, las cifras de distintos estudios, análisis y paneles indicaban lo mismo. La participación de mujeres en directorios de empresas privadas sigue siendo baja. Entonces, ¿debemos seguir estudiando o damos paso a la acción? ¿Será que para estas empresas las mujeres no están calificadas, les faltan competencias o es que aún existen barreras mentales que impiden su incorporación? Si queremos un Chile mejor hay que cambiar leyes, pero también hay que enmendar conductas.
Es tiempo de avanzar en todas las industrias y empresas. El ingreso de la mujer debe tener una mirada estratégica e integradora, lo que, sin duda alguna, redundará en mejoras concretas para todo tipo de negocios. Hoy la mirada de la sociedad respecto de la igualdad de género y diversidad nos lo exige. No es moda, es el siglo XXI.