Son muchas las posibles formaciones para Brasil 2019, pero ninguna debería distar mucho de lo que se ha visto en los amistosos que ha jugado Chile desde que asumió Rueda. Si bien la pizarra del DT no es rígida, tampoco no varía mucho en relación con lo que mostrado en más de un año a cargo de la selección. Ojalá que tenga claridad y sea visionario, para lograr un rendimiento que nos haga volver a creer que este equipo no perdió esa hambre y protagonismo que nos llevo a pasear el nombre de «La Roja» con respeto y admiración.
Llegó la hora de la verdad. No más especulaciones ni trascendidos de camarín. Llegó el momento de competir y ver que ofrecerá «La Roja» en Brasil 2019. Es el momento de ver cómo la pizarra de Reinaldo Rueda puede tener o no resultados ante Japón, Ecuador y Uruguay.
Desde que asumió el colombiano, su sistema táctico más utilizado ha sido el 1-4-2-3-1, el mismo con el cual fue campeón de Libertadores y la Recopa con Atlético Nacional de Colombia, pero también puede variar y usar el esquema de 1-4-3-3, sin duda el modelo de juego que más le acomoda y gusta en general a los jugadores de «La Roja».
Cada sistema táctico varía y depende de los jugadores y rivales a enfrentar. Acá entramos en la profundidad de la discusión sobre la identidad del equipo, pero que por ahora con Rueda sigue teniendo visos y destellos de lo que inculcó Bielsa y mejoró Sampaoli.
[cita tipo=»destaque»]Por lo tanto, podría desde ya proyectarse un posible equipo titular, de no mediar lesiones, con Arias; Isla, Medel, Maripán y Beausejour; Aránguiz, Pulgar y Vidal; Fuenzalida, Vargas y Sánchez; con el dibujo del 4-3-3. Si Rueda quiere trabajar más el partido y apoyarse en posesión de balón, este equipo puede pasar a ser Arias; Isla, Medel, Maripán y Beausejour; Aránguiz, Pulgar, Hernández y Vidal, Vargas y Sánchez.[/cita]
En el arco no existe ninguna duda sobre la titularidad indiscutida de Arias, quien ha hecho todo el camino desde que llegó el adiestrador cafetero. Viene de un excelente año con Racing, el monarca de Argentina. Es prenda de garantía absoluta.
La línea defensiva también está prácticamente definida y sin reparos en cuanto a quienes deberían y serán los titulares: Isla, Medel, Maripán y Beausejour tienen estelaridad.
En el caso de Medel, el hombre del Besiktas ha ido logrando un buen complemento con Maripán, quien ha sumado 900 minutos con Rueda y cuatro goles, por lo que ha logrado consolidarse como complemento de seguridad en el juego aéreo. Ha sido de alguna forma el estandarte del colombiano en la zona de seguridad. Es cierto que el desempeño local de Beausejour ha sido cuestionado, pero con «La Roja» el lateral surdo siempre ha rendido en un nivel desde aprobado para arriba. Opción de reemplazo por ambas bandas es Oscar Opazo, un jugador responsable y que puede cumplir y la experiencia de Gonzalo Jara también es una alternativa.
Nos vamos a la zona media, donde al menos hay dos fijos: Vidal y Aránguiz. Si Chile juega con un volante central, el puesto lo disputan dos para temas de recuperación, Pavez y Pulgar. Por lo realizado en los últimos años jugando en el Bologna, Pulgar podría tener un paso adelante. Si Chile requiere un esquema de mayor posesión de balón, puede ingresar Pedro Pablo Hernández, otro hombre de la confianza de Rueda y que, además, permite cambiar el dibujo táctico pasando a un rombo en el medio y liberando aún más a Vidal, para que utilice el carril del centrodelantero.
Explico lo del carril, para que se asuma que Chile, o más bien Rueda, no utiliza un enganche clásico, pero en varios partidos ese espacio lo ha ocupando Vidal para romper líneas defensivas y así, generar lo que se denomina el “tercer hombre” llegando al lugar de la sorpresa.
La línea de ataque tiene nombres propios también. Si Sánchez está recuperado de su lesión es fijo y con libertad para moverse por todo el frente del ataque. Este tópico también es relativo, ya que el goleador de Chile, preferentemente se recarga por la banda izquierda y así, quedar perfilado para su pierda derecha y tener ángulo de remate.
Con Vargas en la citación, uno supone que ocupará la tradicional posición de centrodelantero, ubicación que lo hizo goleador de las ediciones 2015 y 2016. Si «La Roja» juega con tres puntas, la opción de Fuenzalida gana muchos puntos, ya que el jugador de Universidad Católica viene rindiendo de muy buena forma en esa franja y además, puede trabajar como volante si el partido así lo requiere. Si es titular Castillo -es el más ariete de todos los que hay- puede generar algo distinto, ya que aporta juego aéreo y pasa a ser referencia de área.
Por lo tanto, podría desde ya proyectarse un posible equipo titular, de no mediar lesiones, con Arias; Isla, Medel, Maripán y Beausejour; Aránguiz, Pulgar y Vidal; Fuenzalida, Vargas y Sánchez; con el dibujo del 4-3-3. Si Rueda quiere trabajar más el partido y apoyarse en posesión de balón, este equipo puede pasar a ser Arias; Isla, Medel, Maripán y Beausejour; Aránguiz, Pulgar, Hernández y Vidal, Vargas y Sánchez.
Podemos seguir entregando posibles formaciones y dibujos, pero no deberían distar de las que se proponen por ahora, tomando como base, además, los amistosos que ha jugado Chile desde que asumió Rueda. La pizarra del DT no es rígida, pero no varía mucho en relación con lo que mostrado en más de un año a cargo de la selección. Ojalá que tenga claridad y sea visionario, para lograr un rendimiento que nos haga volver a creer que el equipo no perdió esa hambre y protagonismo que nos llevo a pasear el nombre de La Roja con respeto y admiración.