Tras cuatro días de silencio, el Presidente de la República llevó a cabo un punto de prensa para transmitir sus «reflexiones» sobre los últimos acontecimientos del «estallido social» que sacude al país hace ya casi un mes. El Mandatario habló desde La Moneda para referirse a las denuncias por violaciones a los Derechos Humanos por parte de fuerzas policiales, agradecer el acuerdo al que llegaron los parlamentarios el viernes pasado por una nueva Constitución y adelantar, sin dar mayores detalles, que podría haber un mayor aumento a las pensiones.
«Queridos compatriotas, en los próximos minutos compartiré con ustedes algunas reflexiones sobre el acuerdo de paz social con que construiremos un país más justo, solidario y seguro para todos». Con estas palabras el Presidente Sebastián Piñera anunciaba este domingo en redes sociales que se dirigiría al país para romper el silencio mediático en el que estuvo durante los últimos cuatro días.
Con el hashtag #DóndeEstáPiñera como trending topic, pasadas las nueve de la noche, el Mandatario apareció en un punto de prensa desde La Moneda para afirmar -nuevamente- que como Gobierno «han escuchado la voz de los ciudadanos» y que en las últimas cuatro semanas «Chile cambió». Y nuevamente queda sin cumplir las expectativas de profundizar la agenda social, factor clave en la demanda de la ciudadanía.
Más allá de las reflexiones, el Presidente puso el foco en que «aún hay muchas cosas por hacer y no hay nada definido de cara al futuro». Sin embargo, no ahondó en ninguno de los anuncios realizados.
«El desenlace de las últimas cuatro semanas aún no está escrito y va a depender de nosotros el poder construir y recorrer juntos los caminos que conduzcan a nuestro país a un buen puerto», dijo.
Bajo esa premisa, anunció que la premisa es «mejorar las pensiones de nuestros adultos mayores, los ingresos de nuestros trabajadores, la salud de nuestras familias y para asegurar, a través de precios razonables de los servicios básicos, que las familias enfrenten un costo de la vida que reduzca el temor de tantas familias de saber si van a llegar a fin de mes».
En concreto, Piñera solo afirmó que el Gobierno «está dispuesto más allá del aumento de 20% que hemos propuesto», aunque dijo, sin dar mayores detalles, que eso requiere de «gradualidad».
«Estamos muy conscientes que las medidas que hemos anunciado y anunciaremos no van a solucionar todos los problemas de forma inmediata, pero sí que van a significar un alivio y un firme compromiso del Gobierno en avanzar hacia un Chile más justo», concluyó.
El Presidente Piñera se refirió también a las denuncias por violaciones a los Derechos Humanos en contra de agentes del Estado.
Sobre esto, el Mandatario hizo la promesa de que «no habrá impunidad ni con los que hicieron actos de inusitada violencia ni con aquellos que cometieron atropellos y abusos».
Además, reconoció que, pese a los cuidados que se han solicitado por parte de las autoridades, sobre todo con el uso de escopetas y gases lacrimógenos, que «en algunos casos no se respetaron los protocolos, hubo uso excesivo de la fuera, abusos o delitos y no se respetaron los derechos de todos».
«Nuestro compromiso con los Derechos Humanos, con la verdad y la justicia exige que todos estos casos que están siendo investigados, sigan siendo investigados para que en función del mérito de la causa puedan ser conocidos y juzgados por los tribunales de justicia», agregó.
Piñera aprovechó para expresar sus condolencia a los familiares de las víctimas y comprometió asistencia para ellos «para que la Fiscalía y tribunales cumplan con su función de investigar y hacer justicia».
Piñera comentó también el acuerdo al que llegaron partidos del oficialismo y la oposición la madrugada de viernes para establecer una ruta hacia una nueva Constitución.
Sin profundizar, dijo que «significa un compromiso amplio, sólido y estoy seguro tiene el apoyo mayoritario de la ciudadanía, la que tendrá una activa participación», señaló.
En ese sentido el Presidente agradeció a los parlamentarios que «lograron superar muchas de sus diferencias históricas», poniendo los intereses de los chilenos por delante.
Finalmente, destacó que, tras lo acordado, «serán los ciudadanos los que tendrán la última palabra en nuestra futura Constitución».
El Presidente reconoció que, efectivamente, el pasado martes se había contemplado la idea de declarar Estado de Emergencia -por segunda vez- tras los disturbios registrados en distintos puntos del país.
«Esa noche, como presidente de Chile, tuve que optar entre dos caminos muy difíciles: El camino de la fuerza de decretar un nuevo Estado de Emergencia constitucional o el camino de la paz», señaló.
Sin embargo, dijo, «esa noche optamos por el camino de la razón para darle una opción a la paz». Una aseveración compleja, puesto que diversas fuentes, en el especial del mundo castrense, apuntan a que fueron los militares quienes pusieron condiciones al Presidente para salir a la calle, situación que lo dejó sin margen de acción.