Al cumplirse casi dos meses desde el inicio del estallido, el Presidente dio una entrevista conjunta a las cadenas radiales de Archi, donde confirmó la sensación ambiente que hay en La Moneda de que están logrando sortear el conflicto. A juicio de Piñera, las medidas tomadas por el Ejecutivo son las correctas, pese a las críticas por la “letra chica” de los anuncios presidenciales. Consultado entonces por qué queda la impresión en la ciudadanía de que cada vez que habla, no dice nada, la respuesta del Mandatario fue que “hay algunos que nada los va a satisfacer (…) y cuando fueron Gobierno no atacaron ninguno de estos problemas”.
“He cometido errores, le pido perdón”. Esa fue una de las frases lanzadas por el Presidente Sebastián Piñera en la entrevista conjunta con las radios de la ARCHI, por el manejo ante la crisis que está por cumplir dos meses. Sin embargo, pese a esta suerte de mea culpa, en el detalle, las declaraciones del Mandatario siguen apegándose al guión oficialista y revelan la cero autocrítica del titular del Ejecutivo.
La entrevista se da en momentos en que Piñera marca apenas un 13% en las encuestas, de acuerdo al último sondeo de Cadem. “Me duele este bajo apoyo”, admitió el gobernante, aunque sus palabras confirman la sensación ambiente que hay en La Moneda, donde creen que el Presidente está logrando sortear el conflicto.
Prueba de esta falta de autocrítica de Piñera, es que –a su juicio- las medidas tomadas por el Ejecutivo son las correctas, pese a las críticas por la “letra chica” de los anuncios presidenciales.
“Hemos actuado con diligencia, con sentido de urgencia. Hemos escuchado la voz de la gente. En 60 días hemos mejorado las pensiones, hemos mejorado el ingreso mínimo, hemos reducido el costo de servicios públicos”, sostuvo. Es más, anunció que viene “cambio profundo a sistema de salud público y privado”.
Consultado entonces por qué queda la impresión en la ciudadanía de que cada vez que habla, no dice nada: “Hay algunos que nada los va a satisfacer (…) y cuando fueron Gobierno no atacaron ninguno de estos problemas”, indicó.
A renglón seguido, descartó que este estallido pueda derivar en un cambio de modelo, como sostienen algunos sectores. A juicio del Presidente, quienes plantean esa premisa “están hablando del modelo venezolano donde atropellan los DD.HH. todos los santos días”.
Pero esa no fue la única referencia a Venezuela que hizo el Presidente en la entrevista. Al hacer un balance de los dos meses del estallido, el Mandatario aseguró que el país enfrentó una “ola de violencia sin dios ni ley” e insistió en las tesis ya deslizadas en entrevistas con medios extranjeros donde señaló que “hay tecnología de punta, hay organización militar” e injerencia extranjera.
“Así lo ha dicho el secretario general de la OEA (Luis Almagro) y el Departamento de Estado de EE.UU. y países amigos”, aseguró, evitando dar más detalles, porque –según dijo- dichos antecedentes son parte de las investigaciones del Ministerio Público.
En materia de derechos humanos, el Presidente evitó una vez más hablar de violaciones, y sostuvo que “en Chile se cometieron excesos, atropellos y abusos a los derechos humanos, no de forma sistemática”.
“Reconocemos que se cometieron excesos y los condenamos (…) pero hay mucha noticia falsa que hay que mirar con mucho cuidado. Los medios de comunicación han publicado noticias sin tener certeza de su veracidad”, dijo, deslindado responsabilidad en la prensa.
Asimismo, separó aguas, y sostuvo que “hay informes que son serios y que respetamos” como los de Human Rights Watch, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el de la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU. “Otros son totalmente sesgados como el de Amnistía Internacional que está totalmente alejado de la realidad”, acusó.
También hizo una férrea defensa de Carabineros. “Carabineros no ha tenido un patrón de conducta” de violación de derechos humanos, dijo el Mandatario.
En esa línea, dio todo un espaldarazo a Mario Rozas, el general director de Carabineros: “Ha hecho todo lo humanamente posible para cumplir su deber, él ha tratado de ser parte de la solución y ha combatido con toda la energía todos los excesos que han cometido algunos miembros de la institución”.
Asimismo, descartó responsabilidades de su Gobierno, por ejemplo en el uso de los perdigones de goma, y apuntó a la administración de Michelle Bachelet. “La información que teníamos era que los balines comprados en el Gobierno anterior eran íntegramente de goma”, comentó.
En materia económica, las apuestas del Presidente apuntan a mirar el vaso medio lleno: “Es posible que el Imacec de noviembre también sea negativo, pero yo espero que el próximo año la economía vuelva a crecer y soy más optimista que las proyecciones del Banco Central”.
Pero a renglón seguido, dejó en claro que no está disponible a abrir más la billetera fiscal, insistiendo en que no cederá a la demagogia y el populismo. “Me tengo que preocupar de no destruir la económica chilena y si Chile cae en recesión y alto desempleo solo vamos a perjudicar a la clase media y sectores más vulnerables”, indicó.