En un convulsionado contexto, donde los casos del uso de la fuerza, los abusos policiales, la violencia y las violaciones de Derechos Humanos han marcado la agenda, el Poder Judicial no ha estado ajeno al debate. Durante la ceremonia de juramento de los nuevos abogados, aunque sin hacer mención específica a ningún caso en particular, el recién asumido presidente de la Corte Suprema, Guillermo Silva, reflexionó sobre el tema advirtiendo que “la fuerza, ejercida conforme a Derecho, debe estar puesta al servicio del bien común” y “debe ser ejercida dentro de un marco de respeto hacia los derechos fundamentales de las personas”.
Temas como el uso de la fuerza, los abusos policiales, la violencia y las violaciones de Derechos Humanos han marcado la pauta desde el inicio del estallido social. Pero, sobre todo, han cobrado vigor en los últimos días con la visita de una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en una nueva inspección de la comunidad internacional para verificar el respeto de las libertades fundamentales en el país, y la muerte de un barrista de Colo Colo tras ser atropellado por Carabineros, hecho que nuevamente pone en tela de juicio el accionar de la institución uniformada.
En este convulsionado contexto, el Poder Judicial no ha estado ajeno al debate y así se explica la alusión al tema que hizo el recién asumido presidente de la Corte Suprema, Guillermo Silva, durante la ceremonia de juramento de nuevos abogados.
Según relata La Tercera, el presidente del máximo tribunal por el bienio 2020-2021 aseguró en la oportunidad que “hoy vivimos una época donde justamente una de las discusiones gira en torno a la validez de la fuerza. Y en esto, colegas, se debe ser muy claro: una cosa es el monopolio de la fuerza y otra, muy distinta, es la violencia”.
En su intervención, y sin hacer mención específica a ningún caso en particular, Silva fue enfático en rayar la cancha sobre el abuso en la utilización de la fuerza y la necesidad del respeto de los Derechos Humanos, al plantear que “ejercer la autoridad es poner en funcionamiento la fuerza que el Derecho le ha reconocido a través de las facultades que la ley le otorga. Dichas facultades deben ser ejercidas dentro de un marco de respeto hacia los derechos fundamentales de las personas, quedando fuera de ese marco de acción el autoritarismo, esto es, el abuso o capricho de las facultades”.
En este sentido, el timonel del máximo tribunal del país destacó que la fuerza “cuando se ejerce atendiendo a fines particulares alejados del bien común, o en forma caprichosa, tiende a romper nuestro tejido social y aleja el Derecho respecto de quienes justamente debe proteger: las personas» y subrayó que «la fuerza, ejercida conforme a Derecho, debe estar puesta al servicio del bien común, de la protección de quienes integramos esta comunidad de iguales, de la profundización de la democracia, de la legitimidad de las instituciones públicas”.
Cabe recordar que Silva ya se había referido al estallido social en la ceremonia de asunción, cuando tomó el mando del máximo tribunal en reemplazo de Haroldo Brito. En dicha oportunidad, señaló que “no cabe duda que el período en que me toca presidir esta Corte Suprema, no será fácil, por el contrario, se vislumbra complicado, difícil”, y sostuvo que este nuevo escenario social representa “una etapa distinta e inédita en el devenir de la nación, al que todas las autoridades debemos estar atentas”.