Es difícil explicar la importante diferencia observada entre casos notificados y casos notificados confirmados. Esta podría deberse a que solo muy pocos de los casos notificados han sido analizados para la confirmación molecular de la presencia del virus por RT-PCR o si, analizados, resultaron positivos, como requiere el Ministerio de Salud para pasarlos de notificados a notificados confirmados. Es conveniente que el Minsal siga incorporando en sus informes el número de enfermos diagnosticados y notificados por los médicos, especialmente mientras no haya clara información respecto a que aquellos casos que no pasan a confirmados dan un resultado negativo en el examen confirmatorio de laboratorio.
En el informe de situación COVID-19, Nº 23 del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud –documentos accesibles en la página web del Minsal– se indica que el número de notificados confirmados de COVID-19 al 31 de marzo asciende a 2.744 y que el número de enfermos notificados es de a 31.638. Esto es una diferencia de 28.894 casos en relación con el número de casos que se informó a la prensa.
El número de casos notificados corresponde al número de enfermos sospechosos de COVID-19 que los médicos tratantes deben notificar obligatoriamente, de acuerdo al Código Sanitario, por tratarse de una enfermedad transmisible, información que es utilizada para la vigilancia epidemiológica de los casos en la mayoría de los brotes epidémicos de enfermedades infecciosas. Las curvas de casos notificados y casos notificados confirmados en el tiempo son muy diferentes en sus valores y podrían también serlo en la rapidez de la aparición de nuevos casos.
Lamentablemente, desde el 1 de abril, los casos de enfermos notificados de COVID-19 desaparecieron de los informes epidemiológicos y esto hace imposible seguir el avance y el progreso de ambas curvas desde el 31 de marzo.
[cita tipo=»destaque»]La entrega de las cifras diarias de “casos confirmados en Chile COVID-19” es una información muy importante. Sin embargo, no seguir informando el número de casos diagnosticados y notificados de la enfermedad por los médicos, impide el análisis más completo de la evolución de la epidemia en nuestro país, independientemente de la cantidad de confirmaciones por RT-PCR que se realizan. Adicionalmente, la presencia de esta información es especialmente necesaria para detectar rápidamente el potencial aumento acelerado de casos en un área geográfica determinada, para implementar en ella urgentes medidas de aislamiento social y cuarentena.[/cita]
Es difícil explicar la importante diferencia observada entre casos notificados y casos notificados confirmados. Esta podría deberse a que solo muy pocos de los casos notificados han sido analizados para la confirmación molecular de la presencia del virus por RT-PCR o si, analizados, resultaron positivos, como requiere el Minsal para pasarlos de notificados a notificados confirmados.
El esfuerzo del Gobierno para aumentar el número de estos análisis podría ir cubriendo estos casos y, de ser así, es probable que el número de casos notificados confirmados vaya acercándose al de casos notificados en el futuro. Alternativamente, esta diferencia sustancial entre el diagnóstico clínico y los resultados del laboratorio en confirmarlo pudiera deberse a limitaciones técnicas de este último en corroborarlo.
La subsecretaria de Salud Pública, Dra. Paula Daza, informó el 4 de abril que había 4.161 casos confirmados de COVID-19 y que se habían realizado 48.613 pruebas diagnósticas moleculares. Si los 28.894 casos notificados el 30 de marzo fueron entonces analizados, significaría que más de 24.733 de ellos fueron erróneamente diagnosticados por los médicos. En una situación de epidemia de COVID-19 y en la ausencia de aumentos de casos por influenza y del virus respiratorio sincicial o de otras enfermedades respiratorias, parece poco probable que tanto médico se haya equivocado en su diagnóstico inicial de la enfermedad respiratoria por coronavirus.
Creemos que es conveniente que el Minsal siga incorporando en sus informes el número de enfermos diagnosticados y notificados por los médicos, especialmente mientras no haya clara información respecto a que aquellos casos que no pasan a confirmados dan un resultado negativo en el examen confirmatorio de laboratorio.
La entrega de las cifras diarias de “casos confirmados en Chile COVID-19” es una información muy importante. Sin embargo, no seguir informando el número de casos diagnosticados y notificados de la enfermedad por los médicos, impide el análisis más completo de la evolución de la epidemia en nuestro país, independientemente de la cantidad de confirmaciones por RT-PCR que se realizan. Adicionalmente, la presencia de esta información es especialmente necesaria para detectar rápidamente el potencial aumento acelerado de casos en un área geográfica determinada, para implementar en ella urgentes medidas de aislamiento social y cuarentena.
La omisión de esta información pareciera también desconocer la competencia médica en el diagnóstico –cuyo alto nivel es reconocido internacionalmente y su sacrificado esfuerzo adicional–, en su fundamental trabajo clínico para completar diariamente el informe de carácter obligatorio de los casos que ellos diagnostican como probables COVID-19.