A través de una declaración, el Foro de Desarrollo Justo y Sostenible enumera las razones por las que Chile puede hacer mucho más que lo planteado hasta la fecha por la administración Piñera para combatir los estragos del COVID-19. A juicio de este grupo, que integran expertos del mundo económico de sensibilidad concertacionista y progresista, Chile tiene “espacio razonable para elevar el gasto público en al menos 5 puntos del PIB”, lo que permitiría atenuar la crisis y además lograría que “la recuperación sea más pronta y menos traumática”. “Nadie está diciendo que hay que tirar la casa por la ventana”, advierten.
Uno de los principales argumentos del Gobierno, tanto del Presidente Sebastián Piñera como del ministro de Hacienda, Ignacio Briones, para descartar una profundización de sus medidas económicas para enfrentar el COVID-19 es que sencillamente no hay más recursos y que la política fiscal está en su límite.
Sin embargo, en el Foro de Desarrollo Justo y Sostenible -una entidad que reúne a expertos del mundo económico de sensibilidad concertacionista y progresista- son enfáticos en descartar esa tesis.
A juicio del grupo, “es falso, completamente falso que hayamos llegado a ese límite”, como señalan en una declaración titulada “En respuesta al ministro Briones”.
“Chile hoy no enfrenta restricciones insalvables en el gasto fiscal. Probablemente sean más relevantes las restricciones ideológicas. Se puede acudir a más endeudamiento interno y externo, sin generar presiones que la economía no esté en condiciones de manejar. Pasada la pandemia, por cierto, habrá que revaluar la carga tributaria para hacer frente de mejor forma al servicio de dicha deuda”, indican en el documento.
El Foro de Desarrollo Justo y Sostenible está integrado por exministros como Carlos Ominami, Alejandra Krauss y Álvaro García, el expresidente del Banco Central Roberto Zahler, el exdirector general de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Osvaldo Rosales, además de Álvaro Díaz, Ana María Correa, María José Correa, Álvaro Díaz, Luis Eduardo Escobar y Fernando Carmona.
En el texto, los expertos enumeran seis razones para justificar por qué Chile puede hacer mucho más que lo planteado por la administración Piñera hasta la fecha.
En primer lugar, señalan que el “gasto público está aumentando menos que con ocasión de la crisis subprime de 2009. El cambio en el saldo efectivo del gobierno central de 2020 respecto de 2019 es de 5 puntos del PIB y en 2009 fue de 8 puntos respecto de 2008. Nadie podría dudar que la crisis actual es mucho más severa que la crisis subprime y, por tanto, hay que actuar en consecuencia”.
También señalan que “los programas de emergencia que ha planteado el Gobierno, como porcentaje del PIB, son muy inferiores a los de la mayoría de los países europeos, de Estados Unidos y también de Perú”.
Como tercera razón, agregan que “la deuda pública chilena se encuentra en los niveles más bajos de la OCDE y de América Latina. Hay espacio para que esta deuda crezca en varios puntos del PIB, máxime considerando las bajas tasas de interés de largo plazo, tanto nacionales e internacionales. Estas tasas internacionales seguirán bajas por muchos años”.
En cuarto lugar explican que “el Gobierno acaba de colocar bonos en el exterior por US$ 2.000 millones a tasas muy bajas y por otros US$ 500 millones y la mitad de ellos a tasa de interés negativa. Debería aprovechar estas ventajosas condiciones”.
Finalmente exponen que Chile tiene la tasa real de interés más baja de América Latina y junto con Perú, el menor riesgo país; asimismo, cuenta con Fondos Soberanos por US$ 22.000 millones, que supera lo que disponen el resto de los países de la región. Esto representa un 7,3% del PIB.
De acuerdo con el Foro de Desarrollo Justo y Sostenible, “nadie está diciendo que hay que tirar la casa por la ventana” y haya que gastar todos esos ahorros. Es cierto que hay que guardar recursos para un eventual rebrote de la epidemia y para un programa futuro de reactivación”.
Sin embargo, insisten en que Chile tiene espacio razonable para elevar el gasto público en al menos 5 puntos del PIB, sin grandes complicaciones macroeconómicas, liberando recursos en torno a los US$ 15 mil millones.
Estos permitirán que “la cuarentena sea más efectiva, asegurando que millones de trabajadores formales e informales se queden efectivamente en casa pues el Estado le aseguraría ingresos para financiar su alimentación y gastos básicos”; y que muchas más Pymes puedan protegerse de la quiebra”.
“Con estas medidas, así como más rapidez y eficiencia pública, la crisis en empleo y pobreza se podría atenuar significativamente. La recuperación además sería más pronta y menos traumática pues habremos defendido de mejor forma el empleo y el tejido empresarial”, finalizan.