Desde el momento en que el confinamiento, voluntario u obligatorio, se hizo realidad en gran parte del país, el uso de internet para el teletrabajo y la educación online se masificó a tal punto que se convirtió en un servicio de primera necesidad. Habiendo podido Chile prácticamente vencer la brecha digital, con un 90 % de cobertura en todo el país, el exsubsecretario de Telecomunicaciones y exasesor presidencial en ciberseguridad, Jorge Atton, y la académica y directora del Centro Ciclos, Teresa Correa, ponen el énfasis en la calidad de la conexión. La mayoría puede tener internet, pero no de la misma calidad, lo que de algún modo –apuntan– reproduce la misma inequidad que existe en los servicios básicos, como salud y educación. En tal sentido, los expertos sostienen que esta desigualdad podría resolverse de una manera rápida y sencilla si las políticas públicas se orientan en esa dirección, con un subsidio a la demanda y no a la oferta, y dejar la competencia por redes para estimular la competencia por servicios.